Guerra y locura
Al principio de la guerra fría, durante la fase intensiva en la carrera del armamento nuclear, se repetía en los medios la teoría de la destrucción mutua asegurada. Ahora vuelve la doctrina; no la guerra fría en sí, puesto que –con la excepción del breve paréntesis de la época Gorbachov– siempre ha estado presente. Hace poco el presidente Joe Biden ha proclamado a los cuatro vientos que una guerra que no puede ser ganada no debe ser luchada. Aunque el cerebro del autócrata ruso y los de su camarilla más próxima pueden razonar de otra manera.