Entrevista a Emilio Sanz

Entrevista a Emilio Sanz

noviembre 14, 2021 Desactivado Por inQualitas
salvador ramon
Emilio Sanz
Presidente de ATEIA-OLTRA
En la actualidad algunas navieras tienen una desmedida inclinación a interferir abierta y descaradamente en las actividades propias de los transitarios.
Emilio Sanz Martínez empezó a trabajar, a la edad de 15 años, como auxiliar administrativo en una empresa puntera en el sector de los transitarios llamada ZUAZU SA, que destacaba más como agencia de aduanas que como transitaria, y con la colaboró durante 26 años de forma ininterrumpida. Para asegurar su formación, en los primeros cinco años combinó su jornada laboral con estudios en horario nocturno de Comercio, idiomas, etc. Desde el primer momento estuvo dedicado a las tareas propias del transitario, actividad en la cual se fue especializando con el paso de los años. Con el tiempo obtuvo el título oficial de Transitario (Operador de Transporte), así como el de Agente de Carga de IATA (siglas en inglés de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo). A continuación, fundó la nueva empresa Columbus Transit SA, con la que estuvo colaborando los siguientes 24 años, hasta su jubilación. Durante sus 50 años de actividad en el mundo del transporte internacional ha tenido la oportunidad de especializarse ya no solo en el tráfico de contenedores (lo más habitual en un transitario marítimo) sino también en el transporte y manipulación de cargas de proyectos, en el tráfico de vehículos (como operador de puerto de Daimler AG – Mercedes Benz durante casi 20 años) y embarque de cargas consolidadas con destino a Australia, República Dominicana, Chile, México y la India, en calidad de agente NVOCC (acrónimo inglés de Non Vessel Operating Common Carrier). Los últimos doce años de su actividad laboral los fue alternando con actividades asociativas, básicamente en el ámbito de la Asociación profesional ATEIA-OLTRA de Barcelona, de la que actualmente es su presidente. Además, es vicepresidente de FETEIA (Federación Nacional de Transitarios Internacionales) y miembro del Consejo de Administración del Puerto de Barcelona, de la Junta directiva de Foment del Treball y de la Junta de gobierno del Club Transitario Marítimo con sede en Barcelona.

¿El sector de la logística y el mundo de los transitarios están quedando reforzados o debilitados con la pandemia del Covid-19?

Estoy convencido de que ningún sector, sea cual sea su actividad, ha salido reforzado en esta pandemia, si bien con una sola excepción que es el de las navieras que están obteniendo pingües beneficios —obtenidos a consecuencia de su posición de ventaja en virtud de la regulación Consortia BER (Block Exemption Regulation) implementada por la Comisión Europea en el año 2009— y que en la actualidad les permite tener una posición de dominio sobre el mercado del transporte marítimo.

 

¿Cuál es el balance que hacen desde las empresas y profesionales de ATEIA-OLTRA y cuál prevén que será su papel en los próximos meses y años?

Siempre he defendido la resistencia y resiliencia de las empresas transitarias, virtudes estas que han quedado sobradamente demostradas en estos ya casi dos años que nos ha tocado vivir.

No ha sido fácil para ninguno de nosotros, pero la profesionalidad y la casi inagotable imaginación y creatividad para encontrar una solución a cualquier de los muchos problemas que se pueden presentar durante el transporte de una mercancía, desde su origen hasta su destino, ha sido una vez más nuestra fórmula de éxito.

 

¿Cómo perciben en general este momento de crisis del comercio internacional?

Después de la crisis económica a nivel mundial que padecimos en el año 2008, yo personalmente me resisto a hablar ahora de crisis del comercial internacional. Si hacemos un ejercicio de memoria recordaremos los malos y graves momentos vividos durante los años posteriores a lo que algunos conocen como la Gran Recesión y que tuvo su inicio con la caída del banco estadounidense Lehman Brothers.

Ahora, es cierto que estamos pasando por un mal momento económico, pero bajo mi punto de vista, y sin dejar de ser grave, no tiene punto de comparación con lo vivido hace ahora algo más de una década.

 

¿Qué papel puede tener su profesión dentro del sistema nacional e internacional de transporte de mercancías? ¿Cómo prevén su organización en el entorno que nos imponen las medidas de control de todo tipo y las exigencias económicas del momento en el que estamos?

El transitario está para ayudar a sus clientes a adaptarse a cualquier situación creada por una nueva normativa, cambio de ley o regulación que afecte o esté relacionada con el transporte internacional de mercancías y esto no solo en el ámbito marítimo sino también en otros medios de transporte como puede ser el aéreo, ferroviario, terrestre, etc.

El transitario ha de estar preparado para adaptarse a cualquier imposición de medidas de control, sea cual sea su naturaleza y sin olvidar puntuales cambios de escenario que lo cambian todo de la noche a la mañana. Valga como ejemplo de esto último el Brexit.

 

¿Puede resumirnos la situación interna de su organización, a nivel español y a nivel catalán?

En casi todas las Comunidades Autónomas existe una ATEIA-OLTRA, incluidas las Islas Canarias con una sede en Las Palmas y otra en Tenerife. En Cataluña existen tres asociaciones: Barcelona, Girona y Tarragona.

Todas las ATEIAs locales están bajo el paraguas de FETEIA que es nuestra Federación de ámbito nacional, con sede en Barcelona y cuyo presidente actual es el Sr. Enric Ticó.

 

¿Cuáles diría que son hoy las principales inquietudes de sus asociados? 

Como he dicho anteriormente, los transitarios estamos curados de espanto y hablo convencido cuando manifiesto que estamos preparados para todo (o para casi todo), pero siempre hay un lugar para la sorpresa.

En casi todos los acuerdos entre los transitarios y sus clientes siempre hay el factor financiación que obliga a nuestras empresas a disponer de un capital holgado o suficiente para soportar un importante inmovilizado, durante el tiempo que transcurre desde el momento en que se abonan los fletes y gastos al transportista contratado (naviera, compañía aérea) hasta que el cliente abona nuestras facturas.

Como es sabido, los fletes marítimos han sufrido durante el último año y medio aumentos de hasta un 500% lo que comporta desembolsos significativamente más altos.

Pongamos por ejemplo un embarque de 10 contenedores de 20′ (es decir de 20 pies, que equivale a un TEU —Transporte Equivalente Unido— con una longitud de 6 metros)

desde Shanghai a Barcelona, que en su momento (antes del 2020) podía suponer un flete total de unos 20.000 dólares, en la actualidad el importe a satisfacer podría estar en una horquilla entre los 100.000 y 150.000 dólares.

Otro reto con el que nos enfrentamos en la actualidad es la desmedida inclinación de algunas navieras a interferir abierta y descaradamente en las actividades propias de los transitarios, olvidándose (o ignorando) con su actitud que nuestro colectivo, en su conjunto, ha sido su mejor y más fiel cliente durante décadas.

 

¿De cara al futuro próximo, cómo contemplan la internacionalización, la diversificación y la concentración en su sector?

Tenemos la firme convicción de que el futuro será mucho más duro para las empresas transitarias de pequeño y medio tamaño, lo que me lleva a pensar que tal vez la tendencia será la de crear alianzas y agrupaciones para alcanzar una dimensión más significativa y poder competir con las grandes corporaciones con más garantías de éxito.

En cuanto a «la internacionalización» es una característica que el transitario lleva en su ADN. ¿Qué sería de un transitario “Internacional” que careciera de esta cualidad?

 

Es evidente que la logística y las infraestructuras determinan de manera determinante su trabajo. ¿Se atrevería a resumir los principales inconvenientes que tenemos en España, en Europa y en nuestro entorno mediterráneo?

Es correcto lo que se menciona en el enunciado de esta pregunta en cuanto a que las infraestructuras determinan de manera importante nuestro trabajo y me gustaría poder extenderme en mi respuesta para poder mencionar algunas, pero voy a dar algún ejemplo: ¿Han oído hablar de un proyecto llamado Corredor del Mediterráneo? Pues yo sí, e innumerables veces, a pesar de lo cual muchos de sus tramos no pasan de ser un simple proyecto. ¿Han oído hablar de los Accesos Viario y Ferroviario del Puerto de Barcelona? Pues yo sí, y en innumerables ocasiones; sin embargo, sigue estando muy lejos de convertirse en una realidad.

No me extenderé en hablar de la ampliación del aeropuerto de Barcelona que, sin entrar en detalles para no herir la sensibilidad de los ecologistas (muy respetable por otra parte), y como quien no quiere la cosa hemos desperdiciado una oportunidad de oro (1.700 millones de euros de nada) para convertir el aeropuerto en un hub internacional con todas las ventajas que eso representaría, ya no tan solo para el desplazamiento de personas sino también de las mercancías.

 

¿Qué les aconsejaría a los jóvenes que quieren iniciarse en esta profesión? ¿Y qué les pediría a los gestores públicos que deben promoverla y facilitarla?

Formación, formación y más formación.

Esto lo afirma una persona que ha ejercido de transitario durante casi 50 años y no ha dejado de aprender hasta el último día. Incluso ahora, ya apartado de mi día a día profesional, pero gracias a mi cargo de presidente de nuestra Asociación, sigo ampliando conocimientos relacionados con esta apasionante actividad del transitario internacional.

Además, puedo afirmar que este sector nuestro está necesitado de buenos profesionales y por tanto su nivel de desempleo es prácticamente inexistente.

 

Redacción Barcelona

 

Más información:

www.bcn.ateia.com