El 19 de noviembre ustedes organizan la Jornada “Buen gobierno corporativo y nuevas formas de liderazgo”. ¿Cuál es su principal motivación?
Esperamos que sea una gran jornada en la que, partiendo de aspectos tan importantes como los cambios en la nueva Ley de Sociedades de Capital y las nuevas recomendaciones de la CNMV, vamos a reflexionar en cómo estos cambios han influido en el funcionamiento actual y sobre todo en el futuro de los Consejos de Administración y también en cómo las nuevas formas de liderazgo están transformando el panorama de la toma de decisiones en las empresas y organizaciones.
¿En qué criterios se han basado para organizar los contenidos y las ponencias?
En la máxima actualidad. El tema de la presencia de mujeres en los Consejos de Administración está encima de la mesa, pero nos parecía que había unas grandes olvidadas: las empresas familiares, y no perdamos de vista que en España el tejido empresarial se compone fundamentalmente de pymes. Es por eso, que una de las mesas redondas esta específicamente dedicada a este tema. Y por último, hablamos del liderazgo y en especial del femenino, que está subyaciendo en toda la evolución a la que estamos asistiendo.
En las grandes empresas, en lo que concierne al ordenamiento legal, por la ley de sociedades y las recomendaciones de la CNMV ¿creen que las mujeres tienen asegurada su presencia en los consejos de administración?
Las mujeres no tienen asegurada su presencia en los Consejos de Administración. Es un tema que va muy lento, aunque en los últimos años hemos ido avanzando. De hecho en el año 2011 la presencia de las mujeres en los Consejos de Administración del Ibex35 era de un 12% y en este año hemos alcanzado el 18%. Pero evidentemente queda mucho camino que recorrer para alcanzar la paridad, máxime cuando hemos experimentado una bajada de las mujeres en los puestos directivos. Soy de la opinión que una Ley de Cuotas ayudaría a dar el empujón definitivo a la presencia de mujeres en los Consejos, como ya se ha demostrado en otros países europeos. Esto no quiere decir que sea “a dedo”; hay muchas mujeres que son grandes profesionales y que se merecen estar en los puestos más altos. La meritocracia también es un valor fundamental.
¿En éstas y en el mundo empresarial en general qué puede aportar la mujer, por su manera de ser y de actuar, y por su calificación profesional, en la redacción y aplicación de un buen código de buen gobierno?
La mujer puede aportar mucho. Puede en primer lugar aportar diversidad y distintos puntos de vista, y eso en todas las compañías es síntoma de salud. Puede aportar una mayor rentabilidad a las compañías, puede aportar talento. Es un desperdicio que la sociedad pierda el talento del 50% de la población.
¿En cuanto a la empresa familiar, se tiende más a incorporar ejecutivas o ejecutivos externos? ¿En el interior de los consejos familiares está cambiando la idea de que la mujer debe dedicarse tan sólo a aspectos “femeninos”? ¿Cuál es la evolución que prevén?
La empresa familiar es la más olvidada. No hay mucha información sobre la composición y funcionamiento de los consejos familiares. Y por ello el interés en tratar este tema en profundidad en nuestra Jornada. ¿Que prevemos? Que se van a profesionalizar más que nunca, y que se van a incorporar a los mismos más consejeros/as independientes. Y en este sentido esperemos que la mujer tenga mucho que decir y que hacer.
Parece evidente que nos encontramos ante un cambio de ciclo económico e incluso político. ¿Qué puede aportar la mujer directiva y empresaria a esta nueva época?
Puede aportar mucho. Puede aportar valor a las compañías. Y no es que lo diga yo, es que lo dicen los informes de todos los estudios realizados: en aquellas compañías en las que hay más mujeres directivas esta presencia se traduce en términos generales en un 42% más en ventas, 53% más de margen EBIT y 66% más de retorno sobre el capital invertido.
¿Puede hablarse de un liderazgo específico femenino? ¿O simplemente debemos referirnos a la calidad del liderazgo en general?
Claro que puede hablarse del liderazgo femenino. Es una descripción de un tipo de liderazgo que aúna varias características. Y que va más en línea con el estilo de empresa más contemporáneo, en donde la necesidad de innovar y crecer en un mundo acelerado requieren flexibilidad, empatía, capacidad de escucha, capacidad de adaptación y gestión del cambio. Y esto es el liderazgo femenino.
WomenCEO es una organización joven, ¿pero, puede hacernos un resumen de su trayectoria, actividades y propuestas de futuro?
Nuestra organización nace en el año 2011 y ya puede acreditar una gran trayectoria. Su misión principal es promover el acceso de las mujeres hacia los puestos directivos y los consejos de administración. Y para ello sus actividades se basan en:
a) mantener un contacto constante con sus socias a través de cursos y actividades (de hecho, tenemos todos los meses, el penúltimo jueves de cada mes); tenemos o bien desayunos de trabajo con un/a ponente de máximo nivel, que nos transmite sus experiencias y consejos para llegar a lo más alto, o bien talleres formativos sobre temas relevantes para nuestras socias: liderazgo, aspectos legales, etc…
b) promover el networking entre las socias.
c) promover acuerdos con otras instituciones, escuelas de negocio fundamentalmente, para mejorar la formación de nuestras socias.
En cuanto a nuestra trayectoria, tanto a nivel nacional como internacional estamos en constante crecimiento. Vamos aumentando año tras año nuestro número de socias. Estamos actualmente ya en México, y a finales de este año estaremos en Perú. Es un orgullo que una asociación nacional nacida en España sea ya un referente en otros países.
Se aprecia un gran dinamismo en el asociacionismo femenino en el ámbito empresarial y directivo. ¿Pero no temen que una cierta dispersión pueda llevarlas a que su mensaje no cale suficientemente en la sociedad y en los estamentos profesionales?
Totalmente de acuerdo en que últimamente hay una tendencia clara y creciente a que las mujeres nos asociemos para conseguir un fin común. Y claro que puede haber una dispersión y que el mensaje no cale lo suficiente, pero también tengo que decir que existen múltiples problemas que hay que atajar y que la especialización es el camino. Hay asociaciones que trabajan más específicamente por la integración de la mujer de más de 45 años y otras, por ejemplo, por la violencia de género. Nosotras trabajamos específicamente para promover el acceso de la mujer a los puestos directivos y consejos de administración. También abogamos porque trabajemos juntas las distintas asociaciones en proyectos comunes y que transmitamos un sólo mensaje a la administración y a la sociedad.
Volviendo al ámbito específico de la mujer, ¿cree que la sociedad es consciente de que la valía de las profesionales que salen preparadas de nuestras universidades es igual a la de los hombres? ¿Por qué cree que se da la discriminación negativa con la mujer a medida que se van subiendo peldaños en la escala profesional?
En general la sociedad puede ser consciente de la valía de las profesionales, pero que sea consciente no significa que esto repercuta en el ámbito empresarial. También se une la falta de visibilidad de las mujeres como profesionales de relevancia en los medios de comunicación. Como dato curioso, sólo un 9% de los expertos consultados por los medios de comunicación para elaborar sus informaciones son mujeres, y eso proyecta una radiografía muy miope de la sociedad actual.
La verdad es que hay una discriminación negativa con la mujer, y no es fácil aislar los motivos, que seguro que son múltiples. Desde la propia idiosincrasia de las compañías, la maternidad, la falta de políticas de conciliación familiar, la brecha salarial, que se ha incrementado aún más con la crisis, etc.
¿Debe haber cuotas femeninas o discriminación positiva hacia la mujer? ¿La paridad impuesta en los consejos de administración, las listas electorales o los órganos colegiados es una buena decisión?
Como ya he comentado, creo que sí, que debe haber cuotas femeninas. No podemos desperdiciar el talento; la sociedad y el desarrollo del país no pueden permitírselo. Ya hay una ley de cuotas en la Administración Pública y eso ha significado una mayor participación de las mujeres en ese ámbito y nadie se llevó las manos a la cabeza. Entonces no entiendo los motivos por los que no podemos aplicarlo a la vida empresarial, cuando nos jugamos tanto y los datos lo demuestran. Realmente es una pena que tengamos que acudir a estas cuotas, pero estamos dispuestos a esperar 70 años para alcanzar la paridad?
Redacción Madrid