Internacionalización, innovación, competitividad e intercambio de conocimiento científico en las empresas

Director Ejecutivo de ACC1Ó (Competitivitat per l’empresa)

«Debemos trasladar la excelencia en materia científica al ámbito de la empresa»

ACC1Ó es una organización de creación reciente, adscrita al Departament d’Empresa i Ocupació de la Generalitat de Catalunya. Recoge la experiencia y el conocimiento de más de veinte años de las trayectorias de CIDEM y de COPCA, desarrollando programas y servicios de apoyo a la empresa catalana. Se dirige sobre todo a la innovación y la internacionalización, que son dos caras de una misma moneda. El objetivo primordial de ACC1Ó es incidir en la mejora de la competitividad de la empresa catalana, para que pueda estar presente con éxito en cualquier mercado del mundo. En un contexto de crisis, lo que nos pide el tejido empresarial es que les acompañemos y les ayudemos a crear proyectos empresariales sólidos, que tengan futuro. Queremos que Cataluña sea una economía puntera en el mercado global, y para ello nuestra misión es facilitar la diferenciación competitiva de nuestras empresas.

Es necesario hacer un esfuerzo suplementario, mayor que el que ya se venía haciendo hasta ahora. La situación actual, además, nos obliga a hacer más con menos. Tenemos que estudiar muy bien a qué destinamos los recursos y, sobretodo, elegir aquellas acciones que pueden tener un efecto multiplicador. Conservaremos los programas que se han demostrado eficaces estos años, como los programas de iniciación en la exportación, los Centros de Promoción de Negocios o la estructuración de núcleos de innovación, entre otros. La prioridad ahora es poner en marcha proyectos que contribuyan a mejorar la competitividad, la innovación y la internacionalización de la empresa. Hay que ajustar nuestras propuestas a las necesidades de las empresas y ayudarlas en su crecimiento.

En innovación, en los últimos años se ha ido produciendo un incremento constante en la relación entre el gasto en investigación y desarrollo y el PIB. En cuanto a la internacionalización, hubo una caída importante en 2009, del orden del 18%, pero luego se ha recuperado. En lo que llevamos de 2011, estamos creciendo por encima del 16%, y lo que es más importante, estamos acumulando veinte meses seguidos de incremento en las exportaciones catalanas. Hay un elemento importante a considerar: hay empresas que, con la crisis, no han aguantado y han tenido que cerrar o ajustarse severamente; lo significativo es que, cuando el entorno internacional se ha ido recuperando, el conjunto del tejido empresarial catalán está reaccionando bien, en cuanto a su capacidad exportadora. Pero eso no significa, al contrario, que no tengamos que mejorar aún en el ámbito de la innovación y en el de la presencia en los mercados internacionales.

En el campo de la innovación estamos trabajando en tres ejes:
Cómo facilitar la concreción de nuevos proyectos de innovación. La innovación es un proceso, pero también, una predisposición, una actitud. Queremos incentivar la innovación fomentando la cooperación entre empresas, universidades y centros de investigación y tecnológicos.
Estamos tratando que dos mundos, que sobre el papel parece que debieran colaborar de una forma estrecha, como son el mundo que genera el conocimiento —el mundo de la universidad— y aquel otro que es capaz de transformar el conocimiento en negocios —o sea el mundo de la empresa—, se aproximen de forma creciente. Para ello, estamos colaborando con nuestro sistema de transferencia tecnológica, que hemos denominado TECNIO, para racionalizar el proceso, para potenciarlo y hacer que sea más eficiente. Este sería el segundo eje de trabajo.
Por último, un tercer nivel de actuación, que debería surgir de manera más natural como consecuencia de las acciones anteriores, es lo que se denomina la valorización del conocimiento; es decir, facilitar la aparición de nuevas empresas, o nuevas líneas de trabajo, de base tecnológica o que sean intensivas en conocimiento.

Estas oficinas se están demostrando de gran utilidad como instrumento de internacionalización de la empresa. La red de Centros de Promoción de Negocios en el exterior ha contribuido a crear un sistema de apoyo a las empresas exportadoras en cualquier fase, desde su creación hasta su consolidación. Hay que pensar que, hoy en día, la internacionalización no es tan sólo comprar y vender, es un proceso mucho más complejo. Implica escoger en qué mercados es más conveniente estar, con qué productos, con qué red comercial, arquitectura tecnológica, tipología de recursos humanos, etc. Así mismo, estas oficinas de promoción de negocios tienen un papel creciente en la captación de inversiones para Catalunya.
Otras Comunidades Autónomas disponen también de oficinas en el exterior, cada una de acuerdo con sus estrategias. En el conjunto del Estado existe el Consejo Interterritorial de Internacionalización, donde están representadas las Comunidades Autónomas, organizaciones empresariales y cámaras de comercio.

Una pequeña empresa puede competir con otras para colocar un producto en el mercado interior, pero cuando nos situamos en los mercados internacionales, cambia el marco de referencia; el mercado se amplía considerablemente. Las empresas locales pueden, y creo que deberían, llegar a acuerdos con otras empresas para poder competir en mejores condiciones en los mercados internacionales. Una pyme no dispone, en muchas ocasiones, en el interior de su empresa, de todos los elementos para forjar una oferta competitiva o participar en proyectos de mayor envergadura; por ello, es preciso buscar aliados para entrar en mercados exteriores de la mano con otras empresas.

Catalunya desde el punto de vista científico está a un buen nivel, representa el 1% de la producción científica mundial, muy por encima de lo que le correspondería por su población. En cambio, es un hecho que hasta ahora no hemos conseguimos trasladar la excelencia científica al ámbito de la empresa en la misma proporción. Tenemos que trabajar en un doble campo: por un lado, intentar que cada vez nazcan más empresas de base tecnológica, y por otro que estas empresas sean capaces de crecer de forma consistente y continuada.

Todos tenemos que adaptarnos a la difícil situación actual. Al Gobierno de Catalunya le corresponde gestionar los recursos y priorizar aquellas demandas que considere más importantes. En este contexto es muy necesaria, en el ámbito de la innovación, la máxima eficiencia en la gestión de los recursos públicos. Y hay que profundizar en fórmulas de colaboración con el sector privado para rentabilizar al máximo las inversiones.

Las empresas son conscientes de que estamos en un contexto cambiante, muy dinámico. Es necesario hacer un esfuerzo para replantearse cuál es el modelo de negocio que en estos momentos puede garantizar la pervivencia y crecimiento del proyecto empresarial. Un ejemplo, ACC1Ó ofrece el programa denominado “360 grados. Competitividad”, en el que trabajamos conjuntamente con las empresas para analizar las diferentes vertientes de la competitividad, con el objetivo de iniciar un itinerario de mejora. Y, si me permitís un inciso, la empresa debería hacer un esfuerzo por “consumir” más prospectiva; es importante estar preparado para el futuro, saber qué sectores tendrán una mayor probabilidad de ir al alza, qué mercados serán los protagonistas en los próximos años, qué amenazas y qué oportunidades pueden incidir en la evolución de la empresa.