Entrevista a Salvador Ramon

Entrevista a Salvador Ramon

febrero 11, 2021 Desactivado Por inQualitas
salvador ramon
Salvador Ramon
Director de la Associació Catalana d’Enginyers de Telecomunicació (Telecos.cat)
Hace falta insistir más en las campañas STEM, para fomentar la presencia femenina en las áreas científicas, tecnológicas y de matemáticas.
Salvador Ramon i Pauli inició sus estudios profesionales en la Escuela Professional Salesiana de Sarrià (EPSS), donde obtuvo el título de técnico especialista en Electrónica industrial (antigua FP2). A partir de entonces, alternó su actividad académica con la laboral y se graduó como ingeniero técnico en equipos electrónicos. Más tarde, en la Univesitat Politècnica de Catalunya (UPC), obtuvo el título de ingeniero de Telecomunicación, y por último el de suficiencia investigadora, en la especialidad de Organización Industrial.
En el ámbito profesional, inicio su actividad como técnico de laboratorio de electrónica en la empresa GEMVA. A continuación, fue socio fundador de la empresa RAIVI, donde diseñaba, fabricaba y comercializaba equipos emisores de radio en la banda comercial. A partir de entonces, siempre que las circunstancias se lo han permitido, ha compartido su actividad profesional con la de docente a tiempo parcial. Hizo realidad uno de sus sueños con la creación de una escuela de Ingeniería donde la carga docente práctica y teórica fuera del 50% – 50%. Una vez obtuvo el apoyo de la Congregación Salesiana, impulsó, organizó y dirigió la puesta en marcha de la actual Escola Universitària Salesiana de Sarrià (EUSS), diseñada por él y de la cual fue su primer director adjunto y jefe de estudios. Tras diez años de servicios en el equipo directivo de la EUSS, fue contratado como gerente de área y director técnico por la empresa DISCED. Más tarde, se incorporó como gerente de la demarcación catalana del Colegio de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación. Desde hace más de ocho años, ejerce como director de la Associació Catalana d’Enginyers de Telecomunicació (Telecos.cat), actividad que compagina con la docencia a tiempo parcial como profesor de secundaria. En su larga trayectoria profesional siempre han estado presentes la tecnología, la docencia y el espíritu de servicio.

¿Puede resumirnos qué es y cuáles son las principales actividades de Telecos.cat?

Telecos.cat es el colectivo que agrupa a ingenieros/ras de telecomunicación, electrónica y multimedia-audiovisuales de Cataluña. Una entidad participativa y orientada a ofrecer asesoramiento, a informar, a minimizar los riesgos profesionales y a realizar el acompañamiento efectivo a todos los miembros del colectivo. Uno de sus objetivos, es la contribución al desarrollo, progreso y fomento de la profesión de ingeniero/ra de telecomunicación, de electrónica y de multimedia-audiovisual. Así mismo trabajamos por la defensa, interés y reivindicaciones de sus profesionales en Cataluña. Otras finalidades son las de asesorar a entidades y organismos oficiales, también la de impulsar y contribuir al desarrollo social de las tecnologías propias de la profesión.

Para lograr dichos objetivos, realizamos todo tipo de acciones, como son: las formativas, de inserción laboral para la mejora de los serveis que ofrecemos a los socios/as, de posicionamiento ante la sociedad, de voluntariado, visitas y debates técnicos, fórums, jornadas, webinars, workshops, etc. También aportamos nuestra opinión cualificada a los medios de comunicación, a las administraciones y a otras entidades. Uno de los actos que tiene más impacto social es la Gala de los premios de “La Nit de les Telecomunicacions i la Informàtica”, que organizamos juntamente con el Col·legi d’Enginyeria Informàtica de Catalunya.

 

¿Cuál diría que es la valoración que la sociedad, las empresas y las administraciones públicas hacen de su asociación?

Intentamos estar presentes en todos los fórums donde se debaten temas relacionados con nuestra profesión. Realizamos informes y estudios, ofreciendo una opinión neutra y cualificada de los expertos, para ayudar a fijar posicionamientos a quien lo requiera. De hecho, tenemos convenios en este sentido con algunas patronales, empresas del sector y algunas administraciones públicas. En Catalunya se nos considera el colectivo de referencia para los temas relacionados con las telecomunicaciones.

Las telecomunicaciones y las TIC (tecnologías de la información y comunicación) están de moda y cada vez son más los sectores que requieren de expertos y profesionales formados en estos campos. Por otra parte, la irrupción galopante de nuevas tecnologías nos obliga, como colectivo, a estar más presentes y atentos.

 

Parece que la pandemia ha reforzado la posición de las TIC como sector significativo en nuestro tejido empresarial. ¿En qué aspectos han y hemos avanzado y en cuáles tenemos que mejorar?

Desde el inicio de la crisis sanitaria, se ha evidenciado la importancia de les telecomunicaciones, ya que han sido esenciales para que siguiera la actividad económica y social. Es cierto, la conectividad ha salvado muchos puestos de trabajo y el uso de las herramientas telemáticas se ha socializado de manera masiva. Todos los indicadores han mostrado un incremento considerable del flujo de datos en todas las redes de telecomunicaciones. Se han disparado los servicios telemáticos, entre otros: el uso del teletrabajo, el comercio electrónico y las reuniones virtuales.

No obstante, de por sí, ya se venía experimentado, des de antes de la pandemia, una situación de transformación constante que ya nos planteaba nuevos retos.  Para que nos hagamos una idea, el tráfico de datos de los servicios de banda ancha fija en España ha evolucionado de los 3,5 millones de Terabytes, registrados en el año 2011, a los más de 26 millones observados justo antes de la pandemia. Hoy, en un minuto se publican alrededor de 347.000 nuevas stories en Instagram, los usuarios de WhatsApp envían 41,6 millones de mensajes y 319 personas abren una nueva cuenta en Twitter. Día tras día, van apareciendo nuevas aplicaciones, productos, servicios y avances y ello nos obliga a progresar hacia un mundo más interconectado y global.

Tenemos algunos déficits pendientes de solucionar. Queda aún mucho por recorrer en el camino hacia una autentica transformación digital. Durante la pandemia se ha evidenciado la magnitud de la brecha digital que aún existe en nuestro país. A pesar de la importancia de la economía digital, son muchos los que aún no tienen suficiente alfabetización digital, otros tienen difícil acceso a banda ancha de alta velocidad y por último otros manifiestan tener dificultades económicas para acceder a terminales compatibles y a licencias de paquetes informáticos.

 

¿El conjunto del sector y de la profesión está al nivel, por encima o por debajo de la media europea? ¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles de nuestras TIC? ¿Cree que con el plan europeo de reconstrucción tras la pandemia se harán inversiones significativas en el sector?

Observando el sector tecnológico a nivel mundial, vemos que países como los Estados Unidos de América y la China son claros ejemplos, allí el crecimiento del país y la innovación tecnológica son conceptos que van de la mano. Las TIC en su conjunto son un sector clave, tanto por el valor añadido que generan (I+D+i, producción de productos y servicios, exportación, etc.) como por el efecto dinamizador de otros sectores y por el aumento de competitividad que su irrupción comporta (tanto en el sector público como en el privado).

¡Si queremos ser, debemos estar! Cada vez somos más dependientes de tecnologías de otros (EEUU, China, Sureste Asiático…) y esto es un freno. Es hora de apostar fuerte, ante un gran nuevo reto, el de la oportunidad de posicionarnos como el centro tecnológico del sur de Europa. Debemos exigir, en todos los niveles, que se articulen políticas para superarlo. Hacen falta apoyos para retener el talento, ofrecer incentivos fiscales, favorecer el establecimiento de emprendedores, potenciar los centros de investigación y trabajar más en red global.

En Cataluña se está captando y generando talento, hay un buen clima y mano de obra bien cualificada. También se dispone de buenos centros tecnológicos, universidades de prestigio y se está iniciando un buen ecosistema atractivo para captar nuevas empresas tecnológicas. Todo ello son factores que, sin duda, juegan en muestro favor. Hay que seguir invirtiendo más esfuerzos en este sector clave.

A nivel de país debemos plantear a la Unión Europea propuestas tractoras concretas —como por ejemplo instalar centros de diseño, desarrollo y producción/fabricación de hardware de última generación— para liberar a la UE de la actual dependencia tecnológica que tenemos de terceros, que son verdaderos gigantes.

La Comisión Europea ha manifestado la necesidad de una recuperación que ponga el foco en la neutralidad climática y en objetivos medioambientales. Por tanto, dicha reactivación económica pasa por el despliegue de infraestructuras de energía renovable e impulsar la movilidad sostenible, la economía circular y la eficiencia energética. Del todo ello, se derivan nuevas oportunidades para el sector TIC.

 

¿Nuestro sistema de investigación está siendo potenciado, al menos al nivel que nos corresponde según nuestro PIB?

A simple vista en Catalunya, tal y como he apuntado en el punto anterior, vemos el 22@, buenas universidades, centros de investigación, el Barcelona Supercomputing Center (BSC), el Centre Tecnològic de Telecomunicacions de Catalunya (CTTC), el Sincrotrón Alba, el Centro Nacional de Microelectrónica (CNM), el Computer Vision Centre (CVC) y el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), entre otros. También acoge ferias de primer nivel, como el Mobile World Congress, la Integrated Systems Europe (ISE) y muchas otras.  A pesar de todo ello, continúa siendo deficitaria la presencia de grupos o de unidades de investigación de las empresas del sector, aunque en algunos casos su nivel tecnológico sea pionero a nivel internacional, por no mencionar la actividad de producción. No deja de ser curioso que, a pesar de los esfuerzos realizados por el ámbito público, no se haya creado aún un tejido industrial de primer nivel, exceptuando contadas excepciones.

Según los últimos datos del INE, publicados con relación al 2019, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en nuestro país se situó en torno al 1,25% del PIB, del cual increíblemente solo se ejecutó un 49%, debido a problemas creados por la burocracia y créditos inaccesibles para las empresas. Como se ve, estamos muy lejos del objetivo del 3% que había fijado la Unión Europea para este mismo año. Referente al nivel de inversión en otros países, me permito adjuntar esta gráfica en la que los números hablan por sí solos:

La crisis económica provocada por la actual situación de pandemia ha alterado todos los pronósticos y ha dejado con escasos recursos al tejido empresarial para invertir en I+D. Los resultados del 2020 no tendrán validez estadística porque será un ejercicio anormal. En todo caso, España tiene la oportunidad de dar un salto en I+D con los fondos de recuperación europea Next Generation UE.

 

Usted tiene experiencia y un alto grado de implicación personal, tanto en el campo educativo, en el que ha desempeñado casi todos los papeles, como en el ámbito profesional, por los cargos que ha ocupado. Por tanto, conoce bien la problemática de la educación y las expectativas de las TIC. ¿Nuestra Formación profesional —en especial en su grado medio y superior— y la universitaria son capaces de proporcionar el número de profesionales que demanda el sector? ¿Qué está pasando?

Es un hecho que la falta de talento tecnológico es un problema muy grave que aqueja a la mayoría de los sectores laborales. Además, la formación en nuevas tecnologías no abarca todos los campos que requieren las empresas. Según todas las previsiones, para este año 2021 y en el sector tecnológico, habrá al menos más de 500.000 puestos de trabajo sin cubrir en la UE. A pesar de que la economía digital comienza a imponerse por doquier, para cubrir este vació entre otras acciones es necesario fomentar más vocaciones entre las mujeres (El porcentaje de mujeres en el sector apenas ha aumentado en los últimos 20 años). Hace falta insistir más en las campañas STEM, para fomentar la presencia femenina en las áreas científicas, tecnológicas y de matemáticas, así como la reconversión de trabajadores.  A pesar de que el número de mujeres matriculadas y graduadas en la universidad (54,8%) supera al de los hombres (45,20%), su presencia en los estudios de ingeniería sigue siendo mucho menor. En la Formación Profesional los datos no son mejores. Solo hay un 11,7% de mujeres matriculadas en los Grados Superiores de FP que conforman la familia de Informática y Comunicaciones, frente al 88,3% de los hombres.

Pero la enseñanza de estas nuevas tecnologías hay que trabajarla tempranamente, desde los comienzos de la misma enseñanza secundaria obligatoria (ESO). Es un error albergar las materias correspondientes a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) únicamente en las asignaturas de tecnología. Por ejemplo (y sé que no va a gustar lo que digo), en expresión gráfica es necesario introducir las herramientas digitales actuales, ampliando el campo con la introducción también de temas multimedia. Realizar redacciones en literatura, pero utilizando editores de texto que propongan textos alternativos, introducir en las matemáticas las nuevas herramientas de cálculo, utilizar programas traductores en idiomas, enseñar desde el inicio a utilizar correctamente las herramientas para realizar los trabajos y las presentaciones. Estos son algunos ejemplos más. ¿De qué sirve hoy tener buena caligrafía, de que sirve hoy rellenar libretas si nos comunicamos por medios telemáticos y en redes sociales? Todo es importante, pero hay que priorizar. Con las nuevas tecnologías podemos doblegar la curva de aprendizaje en muchas materias, haciendo ver anticipadamente a los alumnos los resultados que se obtienen cuando se dominan ciertas herramientas, se poseen ciertos conocimientos y se dominan algunas habilidades. ¡Estamos ante un nuevo escenario apasionante!

En los diversos estamentos educativos, a los profesores cada vez se les exige más. La diversidad, en el sentido más amplio de la palabra, que presenta el alumnado actual también es un nuevo reto para los docentes. No todos los alumnos aprenden al mismo ritmo, ni tampoco tienen la misma predisposición, ni los mismos valores, ni las mismas capacidades y tampoco la misma actitud. La tendencia es la enseñanza a medida.

Es necesario reformular las materias a impartir y dotarlas de las herramientas actuales. Hay que pensar en cómo poner en valor la Formación Profesional, ésta goza de un injusto desprestigio social. La Formación Profesional es la clave para dar respuesta a una gran parte del segmento tecnológico del mercado laboral. No puede ser que los alumnos que van a Ciclos Formativos lleven la etiqueta de torpes. Hay que poner en valor a los CFGM y los CFGS. Estos deben concentrar el grueso de la formación de los profesionales de nuestro país, allí es donde se aprende un oficio.

Por otra parte, son muchos los oficios que, por motivos de marketing, han saltado al nivel universitario (prescindo de poner ejemplos). En mi opinión, es una sinrazón el hecho de que algunos de los grados universitarios no sean generalistas. Es triste ver como en grados con distintos nombres apenas se aprecian cambios en sus planes de estudios, más allá de alguna asignatura. En cuanto a los Máster Universitarios habría que hacer la reserva del nombre Master, como se hace en otros países, solo para aquellos estudios que dan acceso al tercer ciclo universitario. Si lo hiciéramos así, nos ahorraríamos gran parte de la confusión, y de más de un disgusto —sobre todo por parte de estudiantes extranjeros que vienen a nuestro país a estudiar—, y de rebote serviría para prestigiar más dicho nivel académico. El grado debería ser generalista y dar paso al Máster, para alcanzar la especialización. ¡Como vemos, aquí también hay mucha tela por cortar!

 

¿Además de las reformas necesarias en los estudios medios y superiores, hay que canalizar la formación de profesionales para el sector en el marco de la FP dual?

La formación que se realiza en régimen de alternancia, entre el centro educativo y la empresa, es muy antigua. Países como Alemania o Austria vienen aplicándola, con éxito, desde hace mucho tiempo. Recordemos que en el pasado los jóvenes ya hacían de aprendices en las empresas.

La enseñanza dual, con un número de horas o días de estancia en la empresa y otros en el centro educativo, se presenta ante nuestra sociedad como un elemento de significativa importancia. Abarca distintos ámbitos, resumiendo puede afirmarse que fomenta:

  • La disminución del paro juvenil existente
  • La cohesión entre escuelas, administraciones y empresas
  • Facilita la inserción laboral de manera satisfactoria
  • Su éxito depende en gran parte de la labor del tutor de prácticas

 

                                                                 Redacción Barcelona

 

 

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