Tiro al plato
Dice el poeta que “abril es el mes más cruel” y tal vez lo sea en este 2021 de nuestra pandemia. Y es que, por unos instantes, solo por unos instantes, pensé hace unos días que el ministro Escrivá —Seguridad Social— había decidido encarar el gran tabú del trabajo de los “viejos”, cuando planteó ventajas económicas para quienes retrasen su edad de jubilación. Pero solo eran palabras: la oferta económica —que podría ser interesante— tiene una letra pequeña demoledora y se obvia que llegar vivo, profesionalmente hablando, a los 66 o 67 años —y más allá—es hoy un milagro, más que una decisión voluntaria. Que se lo digan a todos esos expulsados…