Oportunidades para las empresas españolas en el área mediterránea
noviembre 28, 2011Andreu Bassols
Director general del IEMed (Instituto Europeo del Mediterráneo)
«Nuestras empresas deben desempeñar un papel destacado en los cambios económicos que va a experimentar el sur del Mediterráneo»
Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona, desde 1997 a 2001, ha sido consejero en la Delegación de la Comisión Europea en Túnez. Posteriormente ha desempeñado el cargo de jefe adjunto de la Unidad Euromed y de Asuntos Regionales de la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, y el de representante de la UE en la Unión para el Mediterráneo. Entre sus publicaciones destacan: “Euro-Mediterranean Economic Integration”, en Mediterranean Yearbook Med.2010 (IEMed, 2010) y “Euro-Mediterranean 2018”, en Quaderns de la Mediterrània nº 11 (IEMed/Icària, 2009)
Entre el 21 y el 25 de noviembre se ha celebrada en Barcelona la V Semana de Líderes Económicos del Mediterráneo, ¿cuál es su balance?
El balance es extraordinariamente positivo. Gracias a la plena implicación de la Cámara de Comercio de Barcelona y de Ascame, la red de Cámaras euro-mediterráneas, el nivel de participación ha sido alto y extenso: 1500 participantes de la mayoría de los países. Quisiera destacar la sesión destinada a las mujeres empresarias y los “Open Days” de la Unión para el Mediterráneo y su Secretaría en Barcelona.
¿En qué medida piensa que la actual crisis económica (y política) en la Unión Europea puede afectar a nuestros empresarios y a la actividad comercial en el ámbito mediterráneo?
Como en todas las crisis, las empresas van a buscar nuevos mercados en el exterior y el Mediterráneo constituye una oportunidad importante. Esperemos que la crisis europea no afecte a los países del sur del Mediterráneo porque en estos momentos de cambio político necesitan más que nunca del crecimiento económico creador de empleo. La continuación de las inversiones, las exportaciones, el turismo y las transferencias de los emigrantes van a ser esenciales para no interrumpir el crecimiento iniciado en los últimos años.
El pasado mes de junio usted asumió el cargo de director del IEMed, ¿qué prioridades y objetivos se ha marcado para su mandato?
Sin duda alguna hay que continuar con la línea de trabajo del anterior Director General, Senén Florensa. Durante su mandato se ha realizado una labor muy importante que cabe destacar. No obstante, en los últimos meses se han desarrollado dos grandes procesos que tendrán una incidencia determinante en las actividades del IEMed: la crisis económica que atraviesa el norte del Mediterráneo y los cambios y las reformas políticas en los países del sur.
Este nuevo escenario político, ¿qué retos plantea para el IEMed?
Obviamente la situación exige adaptación. El IEMed es una institución que quiere estar al servicio de los ciudadanos y de la sociedad. Desde el Instituto tenemos un especial interés en dar apoyo a las transiciones democráticas en el sur del Mediterráneo, garantizando o intentando preservar la estabilidad. Todo lo que podamos hacer en este sentido desde una institución como la nuestra, con toda la modestia, será muy positivo. Hay una serie de retos que debemos abordar, como son las dificultades que estos países pueden tener en los procesos democráticos que están llevando a cabo. Una asignatura pendiente es la integración del islamismo político en la ecuación política mediterránea.
¿Y en el ámbito económico?
Es el momento de que Cataluña, España y Europa vean al sur del Mediterráneo no como una amenaza sino como una oportunidad. Estamos hablando de un mercado de 250 millones de habitantes, con perspectivas de crecimiento importantes, democracias jóvenes con ganas de experimentar cambios. Estos países tienen dos opciones: o toman el camino de Turquía, o van por el camino de Pakistán. Probablemente no serán ni una cosa ni otra. Sería muy importante que las empresas europeas pudieran desempeñar un papel destacado en los cambios económicos que va experimentar la zona. Y cuando hablo de empresas no me refiero sólo a las multinacionales, sino sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, que pueden proveer de tecnología a los países del sur del Mediterráneo. Aún estamos a tiempo de participar activamente en el desarrollo social y económico de estos países.
Miquel Valls, presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, inaugura, el 21 de noviembre de 2011, la V Semana de Líderes Económicos del Mediterráneo, en un acto presidido por Joana Ortega, vice-presidenta de la Generalitat de Catalunya.
Desde el punto de vista de la cultura, ¿qué prioridades remarcaría?
Involucrar de alguna manera a las comunidades del sur del Mediterráneo que viven entre nosotros. Como dato les diré que tenemos 250.000 magrebíes en Cataluña, y no nos podemos permitir el lujo de que sean una comunidad que no participe de las inquietudes y de las aspiraciones de nuestro país.
Desde Barcelona, el IEMed tiene vocación de think tank especializado en las relaciones mediterráneas. ¿Qué piensas que se puede aportar desde la capital de Cataluña y desde el conjunto de España a los pueblos del Mediterráneo?
Tenemos una trayectoria y una experiencia democrática que, con sus limitaciones y sus déficits, puede resultar muy útil a ese conjunto de países que están llevando a cabo su transición a la democracia. También gran parte de los países del sur del Mediterráneo tienen minorías culturales o étnicas, y podemos contribuir a su integración. No hay ninguna gran democracia en el mundo que en algún momento u otro no haya tenido que abordar este reto. Y si no lo ha abordado, es un error.
Islamismo y democracia, ¿qué le sugieren estas dos palabras? ¿Son compatibles?
Hay que tener perspectiva histórica. El islamismo de hoy no tiene nada que ver con el de los años 80. El paradigma de la Argelia de los primeros años 90 tampoco puede ser un referente para los países árabes. Es muy positivo que el paradigma actual sea el turco. No tenemos que ser ni optimistas ni pesimistas, sino realistas. La evolución del islamismo es una realidad. Es una ideología conservadora que es el resultado de años de gobiernos laicos que han perdido toda su reputación. Cada vez que hay unas elecciones, en cualquier país del mundo, el partido de la oposición articula su campaña alrededor del concepto del cambio. Los islamistas se presentan a las elecciones con el mismo mensaje. Las ideologías laicas pero autoritarias y corruptas no han funcionado y la población anhela ahora una cosa diferente. Pero lo esencial es que se pueda preservar el sistema democrático, y eso no va a ser siempre fácil.
El príncipe jordano Hassan Bin Talal en la inauguración del Congreso de Estudios del Próximo Oriente y Norte de África, organizado por el IEMed, en julio del 2010, evento que reunió a más de 2.500 académicos en Barcelona.
¿Cómo prevén la evolución política y social en estos países?
Es difícil de prever. Hemos de ser humildes. La actual crisis política ha puesto de manifiesto la imposibilidad de hacer pronósticos. Nadie había previsto la primavera árabe. Es muy difícil hacer previsiones en sociedades que aún hoy en día son opacas. Por primera vez en algunos países como Túnez se han realizado estudios de opinión y encuestas sobre el futuro del país. Esto es nuevo. Ahora se podrán hacer trabajos de campo en países hasta ahora cerrados a la investigación social y política.
¿Qué papel puede desempeñar la sociedad civil en las transiciones democráticas y en la liberalización de la economía de estos países?
Es un tema muy interesante y complejo. En las relaciones de la UE con los países del sur del Mediterráneo se quería compensar el déficit percibido de legitimidad política de las autoridades con la participación de la sociedad civil. Ahora nos hemos de preguntar cuál es el papel de la sociedad civil en países que se encuentran en procesos de transición democrática, y cuál es el papel de la sociedad civil en sociedades democráticas. Luego está la cuestión del trabajo que puede llevar a cabo la sociedad civil en países donde el Estado no puede llegar a todo. Aquí pienso mucho en todo este campo interesantísimo del trabajo social y de las empresas sociales. La empresa social como una auténtica fuente de dinamismo económico y de creación de empleo. Aquí podemos aportar nuestra experiencia. Muchas escuelas de negocio están llevando a cabo masters en empresas sociales. Ya no es un tema exótico de unos cuantos altruistas, es un sector económico de relevancia. Otra cuestión es la importancia de las cofradías islámicas por su labor social, porque intentan compensar el déficit de esos países en educación y sanidad.
A principios de octubre, el IEMed organizó en Barcelona la Conferencia anual de la red EuroMeSCo de institutos y think tanks euromediterráneos.
¿De qué manera se pueden apoyar y fomentar las relaciones económicas entre los países del sur y del norte del Mediterráneo?
Debemos dar a conocer el Mediterráneo para que la dimensión económica exterior de Cataluña no esté orientada sólo a Europa y a América Latina sino también a esta área del sur del Mediterráneo. Luego hay una serie de asuntos que debemos mejorar, y uno de ellos es facilitar la financiación empresarial. Sólo el 20% de las pymes en el sur del Mediterráneo tienen acceso al crédito. En cuestión de financiación sería importante crear instrumentos de financiación específicos para esta región. Ya existen algunos a través del Banco Europeo de Inversiones, del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, a través del Banco Mundial y, por qué no, a través de la banca comercial y de los fondos de inversión y los instrumentos de garantía. Existen grandes oportunidades tecnológicas, que requerirán recursos financieros considerables, como la energía solar por ejemplo, que no podemos obviar.
¿En qué medida el IEMed puede contribuir a reforzar el papel de Barcelona como centro de decisión política y económica?
En la medida que seamos capaces de dar respuesta a los retos que actualmente tenemos sobre de la mesa. Creo que Barcelona reúne todos los requisitos para posicionarse como la puerta de entrada del Mediterráneo, un mar de oportunidades. Tenemos interés en organizar una cumbre Asia-Mediterráneo, para que las economías asiáticas también vean el mediterráneo como una oportunidad y un buen lugar para invertir.
Más información:
www.iemed.org
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Abel Sierra – Francesc Ribera