La necesidad de soluciones para los problemas sociales ha creado el fenómeno del emprendedor social
junio 6, 2011Antonella Broglia
Consultora de Infonomía
«La necesidad de soluciones para los problemas sociales ha creado el fenómeno del emprendedor social, de creciente importancia»
Doctora en Derecho por la Universidad de Módena, ha desarrollado su carrera profesional como directiva en el mundo de la publicidad; primero en pequeñas agencias italiana y después en varios países del mundo. En la agencia Benton&Bowles durante catorce años; posteriormente en Ogilvy&Mather, como CEO de la oficina de Roma; y, de 1999 a 2006, como vicepresidenta y CEO de Saatchi&Saatchi en España, además de estar integrada en el board europeo de la compañía. En la actualidad es consultora de Infonomía, desde la que colabora con varias empresas, estudiando las nuevas tendencias de consumo y el impacto de las tecnologías en la vida, en los negocios y en la comunicación. Escribe también para varias publicaciones, on y offline, e imparte conferencias y cursos sobre nuevas ideas en negocios y empresas. Organiza asimismo los eventos TEDxMadrid y TEDxYouth@Madrid, y pertenece al Ashoka Spain Leadership Team.
Usted afirma que le seduce el futuro, ¿lo ve con optimismo?
No creo que se pueda contestar exhaustivamente a una cuestión tan general. Creo que las cosas mejoran en la cura de las enfermedades, en que cada vez más niños estudian, en que menos gente pasa hambre, en que se están planteando soluciones científicas a la pobreza, por ejemplo. Pero queda mucho por recorrer en asegurar que todos los habitantes de la tierra tengan la oportunidad de vivir una vida decente, en paz, y explotar su potencial al máximo.
En el ámbito empresarial, ¿qué le aconsejaría a un empresario que le pregunta por qué no funciona su negocio?
Que analizara por supuesto, todos los factores, pero quizás aun más eficaz, que pidiera a alguien externo a la empresa que lo hiciese, porque muchas veces no somos capaces de ver lo que está muy cerca, o no estamos preparados para reconocer errores, y negamos problemas. A veces una mirada externa e independiente nos puede proporcionar una foto de la realidad que nos puede servir para empezar a implantar soluciones.
¿Y si es un ciudadano/a, más o menos indignado, que pregunta por qué no funciona su país?
Asimismo le preguntaría: ¿Qué hace él/ella, activamente, para aumentar el grado de democracia real? O para crear empleo, o para hacer que los derechos se respeten… Todo y siempre empieza por uno mismo.
¿Para superar la crisis, qué actividades debemos dejar atrás y cuáles tenemos que potenciar?
Dejar atrás las especulativas y potenciar las del intelecto.
Un área en la que está desplegando gran actividad es la de la creación de empresas. ¿Con qué problemáticas se encuentra más a menudo? ¿Algún consejo para los emprendedores?
Hay muchas ayudas para todos si de verdad se quiere empezar. Pero primero diría buscarse un mentor, un emprendedor más experimentado que ayude al menos experto a navegar y a superar los problemas, después buscar el dinero, y hay nuevas formas de conseguirlo, incluyendo el crowdfunding o las comunidades autofinanciadas, y finalmente apoyarse en una red de personas.
También diría que la observación del entorno es un detonante claro en la iniciación de empresas hoy en día. La necesidad de soluciones para los problemas sociales ha creado el fenómeno del emprendedor social, de creciente importancia. Una organización internacional que se llama Ashoka, y cuya labor apoyo, se ha dedicado durante treinta años a identificar en todo el mundo emprendedores que, de forma innovadora, están creando valor revolucionando sectores sociales como la salud, la educación o las problemáticas relacionadas con las cuestiones de género. Y en España hay ejemplos excelentes.
También diría que la observación del entorno es un detonante claro en la iniciación de empresas hoy en día. La necesidad de soluciones para los problemas sociales ha creado el fenómeno del emprendedor social, de creciente importancia. Una organización internacional que se llama Ashoka, y cuya labor apoyo, se ha dedicado durante treinta años a identificar en todo el mundo emprendedores que, de forma innovadora, están creando valor revolucionando sectores sociales como la salud, la educación o las problemáticas relacionadas con las cuestiones de género. Y en España hay ejemplos excelentes.
En innovación y creatividad, ¿las empresas españolas, especialmente nuestras pymes, tienen un buen nivel respecto a la media europea? ¿En qué fallamos?
Como siempre no se puede dar una respuesta general. Algunas son muy punteras y a ellas hay que mirar. Infonomía ha documentado durante años los casos de empresas españolas pequeñas y medianas que han innovado en sus productos, servicios, modelos de negocio, y hay cientos de casos.
A usted le interesa también de manera especial la comunicación. ¿Cuál es el nivel de los profesionales españoles en este terreno? ¿En qué cree que hay que mejorar?
A nivel personal, incorporando la capacidad de contar historia e implicar emocionalmente cuando explicamos nuestros proyectos o ideas. A nivel corporativo, debe mejorar el entendimiento de las redes sociales y de los fenómenos de comunicación bottom up.
También el comercio electrónico y el marketing interactivo están en el centro de sus inquietudes. ¿Qué aconsejaría usted las pymes y los profesionales liberales ante estas nuevas posibilidades de negocio?
Lanzarse y experimentar. Internet es esto en primer lugar: un territorio donde hacer pruebas es posible y barato, obteniendo además un feed back, inmediato.
¿Puede describirnos alguna experiencia reciente en la que ha colaborado y que puede aportar algo novedoso a nuestros lectores?
Infonomía, por ejemplo, ha puesto en marcha el año pasado un proyecto que se llama Co-Society, un laboratorio de experimentación del que estamos aprendiendo muchísimo. Se trata de encuentros periódicos entre equipos inquietos pertenecientes a industrias y sectores que nada tienen que ver el uno con el otro. La pregunta que nos hacemos es: ¿Cuándo por ejemplo una persona de la banca minorista y una de alimentación infantil se encuentran y comparten en qué están innovando?, ¿pueden crearse oportunidades para proyectos innovadores comunes? El experimento incluye ya a aproximadamente cincuenta empresas españolas, y los encuentros están evidenciando la presencia en España de equipos profesionales muy dinámicos y totalmente abiertos a lo nuevo.
Francesc Ribera