Energía fotovoltaica en edificios inteligentes y sostenibles
marzo 27, 2011Álvaro Beltrán
Gerente de Onyx Solar
«¿Qué me dirían si afirmara que puedo garantizarles el precio de la electricidad para los próximos 30 años?»
Álvaro Beltran Albarrán es licenciado en Administración de Empresas, máster en Marketing Internacional por la Manchester Metropolitan University y cuenta con más de diez años de experiencia como director general de empresas mercantiles, de servicios y de consultoría. Dirige Onyx Solar, una empresa dedicada al desarrollo de soluciones fotovoltaicas integradas en el diseño de los edificios. Esta empresa ha obtenido varios galardones a nivel nacional e internacional, entre ellos, recientemente, el premio a la mejor start-up de la Unión Europea. Es también fundador del grupo Yoko, una tienda online de vestuario laboral con presencia en varios países.
Su empresa, Onyx Solar, no sólo fabrica materiales fotovoltaicos, sino que busca soluciones para integrar esos elementos en el diseño de los edificios. ¿Cómo lo hacen, puede ofrecernos ejemplos de los servicios que ofrecen?
Lo que nosotros buscamos es integrar la tecnología fotovoltaica en el edificio de una forma que sea estéticamente atractiva, sin renunciar al buen gusto o el buen diseño de un edificio. Al final, se trata de reemplazar los materiales de construcción convencionales como el vidrio o la cerámica, por un material de construcción fotovoltaico. Para ello, lo que hacemos es estudiar cada edificio y diseñar soluciones a medida para esos edificios. Eso hace que prácticamente ninguna de estas soluciones sea igual a otra. Se trata de diseños únicos y personalizados. Nuestro equipo técnico multidisciplinar, compuesto por ingenieros, físicos y arquitectos, estudia cada proyecto y realiza una propuesta de integración que consideramos la más óptima para ese edificio en particular. Se estudia también la ubicación y el clima ya que son factores que van a influir de forma considerable en la generación de electricidad que se va a conseguir. También se aconseja al cliente sobre el mejor modelo de explotación de la instalación con el objetivo de optimizar al máximo el retorno de la inversión. A partir de ahí, nuestros servicios también incluyen el asesoramiento en la compra de todos los materiales necesarios para poner a funcionar la instalación, y la ejecución misma de la obra. Esto nos hace muy flexibles, pudiendo variar nuestra participación en cada proyecto desde sólo el diseño de la solución hasta el desarrollo de una solución llave en mano. Se trata de un modelo contrastado que hemos puesto en marcha con algunos de los arquitectos más importantes del mundo, acostumbrados a trabajar con ingenierías de fachada o de iluminación, y que ven que, llegado el momento de integrar tecnología fotovoltaica, también necesitan un experto que les asesore.
Recientemente han sido premiados por la Comisión Europea en los European Entrepreneurship Awards como la mejor start-up de Europa. ¿Cómo han conseguido llegar hasta aquí, cuál ha sido la evolución de la compañía?
Pese a tratarse de una empresa relativamente joven, desde sus comienzos ha estado muy internacionalizada. Cuando trabajas con los arquitectos más importantes del mundo tienes que ir a dónde ellos vayan. Seguimos un enfoque de cliente más que de mercado. Eso nos ha llevado a ser reconocidos internacionalmente dentro del sector, y son muy pocos los casos de empresas que desde tan temprano en su evolución trabajan en tantos países distintos. Eso sumado a una fuerte inversión en I+D+i ha sido muy bien valorado a la hora de decidir el premio a la mejor empresa joven y con potencial de crecimiento de la Unión Europea. La Comisión Europea no sólo nos ha reconocido a través de su programa Startent como la mejor empresa joven del continente, también nos nombró partner oficial de su campaña Sustainable Energy Europe hace unas semanas, lo que refleja que son muy conscientes del trabajo que estamos haciendo.
Los últimos acontecimientos a nivel global, tanto la crisis nuclear de Japón como el conflicto en el norte de África y el consiguiente aumento del precio del petróleo, ponen una vez más sobre la mesa la necesidad de fomentar el uso de las energías renovables. ¿Se apuesta lo suficiente por este sector desde las administraciones? ¿Cómo ven el futuro inmediato y qué proponen a los particulares que se plantean invertir en energía fotovoltaica?
La concienciación de todas las instituciones a nivel local, regional, nacional y supranacional en cuanto a la edificación sostenible es total, ya que se han dado cuenta de que es un tema en el que hay un margen de mejora realmente importante y que es necesario poner en práctica si no queremos acabar con los recursos del planeta en dos días. Por otro lado, en el ámbito privado, también la concienciación es mayor, ya que las empresas y promotores privados están empezando a descubrir que la edificación sostenible es, además, rentable. La región del mundo más ambiciosa en reducir las emisiones de CO2, que es Europa, se ha marcado llegar en 2020 a 70 kilowatios/hora por metro cuadrado construido al año, cuando actualmente un edificio comercial está situado en una media de consumo de 300. Además, un edificio bioclimático está consumiendo en torno a 150, así habría que reducir casi a la mitad este consumo, por lo que es un objetivo muy ambicioso en el que hay que poner todos los esfuerzos habidos y por haber por parte de todos los implicados. Cuando la ecología era algo utópico, prácticamente no tenía éxito porque en ello creía un porcentaje relativamente muy pequeño de la población. Pero cuando se lleva a la práctica y es algo realmente rentable es cuando vemos que el interés por parte de arquitectos, constructores y promotores aumenta, ya que comprueban que es eficiente.
Onyx Solar ha diseñado un sistema de fachada ventilada fotovoltaica de innegable valor estético e imbatible en términos de aislamiento térmico y acústico, que produce electricidad limpia y gratuita gracias al sol.
¿Cómo se puede obtener una buena relación entre la cantidad y el precio de las energías obtenidas de fuentes renovables en comparación a las basadas en combustibles fósiles?
Nuestras instalaciones tienen retornos de inversión muy buenos, pudiendo llegar a ser incluso de un año en algunos casos. Esto quiere decir que en un periodo increíblemente corto de tiempo se puede recuperar el dinero invertido en la instalación. A partir de ahí, todo es ganancia. La energía que se genera in situ es energía que deja de comprarse al suministrador de la misma, o incluso puede inyectarse a red y cobrarse por kW generado. Todo ello a un coste que es mínimo, que podría ser el de mantenimiento, que es bajísimo y en cualquier caso muy similar al que se tendría para cualquier otra instalación. Por otro lado, ¿qué me dirías tú si yo te dijera que puedo garantizarte el precio de la electricidad para los próximos treinta años? Seguro que estarías interesado, más teniendo en cuenta la volatilidad actual de los precios.
¿Cuál es la proporción de energía solar que se obtiene en España sobre el total de energía que se produce y cómo nos sitúan esos datos a nivel internacional?
Los últimos datos que existen en ese sentido reflejan que se trata todavía de una pequeña proporción, cercana al 3% de la energía consumida, según un informe de Red Eléctrica Española (REE).
En 2010, España tenía una potencia instalada de más de 3.500 MW lo que nos ubicaba en un segundo lugar, bastante lejos del líder, Alemania, pero por encima de potencias como Estados Unidos, Japón o Italia.
En 2010, España tenía una potencia instalada de más de 3.500 MW lo que nos ubicaba en un segundo lugar, bastante lejos del líder, Alemania, pero por encima de potencias como Estados Unidos, Japón o Italia.
¿Es una utopía conseguir a corto plazo que la mayoría de la energía que se produce en España sea energía renovable, como la solar?
Hay un dato impresionante que merece la pena destacar. El total de energía que recibe la superficie de la tierra podría satisfacer 10.000 veces la demanda global de energía. En este contexto además España es un país privilegiado por su nivel de radiación. No obstante y siendo realistas, a corto plazo es todavía complicado pensar que la mayoría de la energía que se produce en España sea solar. Como te comentaba antes, desde las instituciones se están dando pasos muy importantes para potenciar las energías renovables. El objetivo es que para 2020 el 20% de la electricidad consumida en Europa provenga de fuentes renovables. Sin embargo pasará bastante tiempo hasta que ese porcentaje supere el 50%.
Vidrio con cámara fotovoltaico semi-transparente
¿Qué pasa con los paneles fotovoltaicos cuando se acaba su vida útil? ¿Qué se hace con ellos, son biodegradables?
En nuestro caso estamos hablando de material de construcción que aporta al edificio el aislamiento necesario con independencia de que además pueda producir electricidad limpia y gratuita gracias al sol. La vida útil de cara a la producción fotovoltaica es superior a los 25 años y tras este periodo, en nuestro caso, a diferencia de los paneles fotovoltaicos convencionales, el material sigue cumpliendo su objetivo de cara al aislamiento del edificio como cualquier otro material de construcción convencional por lo que no es necesario sustituirlo y puede formar parte del edificio durante toda su vida, como decía anteriormente, como si se tratase de un material de construcción convencional. A nivel medioambiental, piensa que en sólo un año el vidrio fotovoltaico puede producir tanta energía como la misma que fue necesaria para su fabricación de forma que medioambientalmente estamos hablando probablemente del material de construcción más sostenible del mercado. Además, formamos parte de programas voluntarios de reciclaje de módulos fotovoltaicos tras la finalización del periodo de vida útil de los mismos. La idea es garantizar la sostenibilidad de estos materiales a lo largo de todo su ciclo de vida, e incluso después, con el objetivo de desarrollar soluciones sostenibles hoy que eviten el cambio climático mañana.
Más información:
www.onyxsolar.com
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Rubén Urdiales