El liberalismo y los derechos de la mujer

El liberalismo y los derechos de la mujer

marzo 20, 2016 Desactivado Por inQualitas
Mireia Huerta
Mireia Huerta
Secretaria general de International Network of Liberal Women (INLW)
Como liberales defendemos el desarrollo sostenible y libre del individuo, y en especial de la mujer. Mayor empoderamiento de la mujer y trato por igual.

Mireia Huerta Sala es licenciada en Economía por la Universidad Pompeu Fabra (2005) y especializada en el ámbito de las Relaciones Internacionales por el IBEI (2007) y Diplocat (2015). Con experiencia en la administración pública catalana, municipal y europea, se ha especializado en el ámbito de la financiación de proyectos europeos. Desde noviembre de 2015, ocupa la Secretaría General de la Internacional Liberal de Mujeres (INLW), una organización internacional que tiene por objetivo el empoderamiento e igualdad de la mujer a través de los valores liberales. Al mismo tiempo es responsable del área internacional de la entidad catalana Dones LID- Dones per la Llibertat i la Democràcia, que promociona y fomenta la participación de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

¿Qué es para usted ser liberal hoy en día y qué pueden aportar al liberalismo actual las Mujeres de la Internacional Liberal?
Ser liberal es promover la libertad de los individuos y de los derechos humanos, promover sociedades abiertas y buscar la cooperación global.
La libertad, responsabilidad, tolerancia, justicia social e igualdad de oportunidades son la base de la sociedad civil y cualquier forma de estado debe promover, respetar y garantizar estos valores liberales. Para ello, es necesario tener sociedades civiles fuertes, gobiernos democráticos y estados de derecho.
La Internacional Liberal de Mujeres (INLW, siglas en inglés), coopera con distintas organizaciones locales, regionales y nacionales, luchando activamente para garantizar las libertades y derechos de las mujeres en todo el mundo.
¿Podría resumirnos los asuntos más urgentes que está abordando la Internacional Liberal de Mujeres, a corto plazo y los que requieren un recorrido más pausado?
Desde la Internacional Liberal de Mujeres fomentamos la participación de la mujer en la política. Una participación libre y que respete la ley internacional, los derechos humanos y los derechos de las minorías. Si pensamos sobretodo en países no occidentales, no es fácil encontrar mujeres que puedan o quieran dedicarse a la política. Los sistemas o regímenes políticos, los componentes culturales o simplemente la estructura de la sociedad en sí, impiden que la mujer sea tratada por igual o incluso ignorada en según qué sectores, especialmente en la política.
Con esta idea, la INLW dedicamos nuestros esfuerzos en defender los derechos humanos, la paz y la libertad; sensibilizar a las mujeres sobre sus derechos y responsabilidades políticas, liberales, económicas, sociales y culturales; y sobretodo incrementar la participación y el empoderamiento de la mujer liberal en la política y en todos los sectores de la sociedad tanto a nivel local, nacional como internacional.
Que la Libertad no está garantizada en la mayor parte del mundo es un hecho evidente, ¿en qué puntos cree que se debiera incidir más en la agenda internacional?
De modo general, yo diría la seguridad. Seguridad, no sólo en el sentido clásico de la palabra relacionado con la defensa del individuo, sino también en seguridad como forma de luchar contra la inseguridad global para garantizar los derechos humanos y la libertad del individuo.
Para el mundo occidental, la mayor amenaza mundial, que impide la libertad, es el terrorismo. Para el resto, la mayor amenaza es la pobreza. A finales del año 2015, un estudio de la revista Forbes reveló que el 1% más rico de la población mundial poseen tanto dinero líquido o invertido como el 99% restante de los habitantes del planeta. Sin lugar a dudas, la riqueza está mal dividida. Los recursos naturales, económicos, financieros y laborales son controlados por una sola parte del mundo, que ésta a su vez crea desigualdades y ejerce su poder.
El mundo tiene dos o incluso tres velocidades. Cuando hablamos de los países más desarrollados, los problemas que acechan a la población son unos. Por ejemplo problemas que puedan afectar al desarrollo del estado de bienestar. Pero si nos referimos a los países subdesarrollados, los problemas son otros: hambre, enfermedad, seguridad,…
Del mismo modo, cuando nos referimos a la igualdad entre hombres y mujeres, no podemos asumir los mismos retos. Mientras que el primer mundo ha hecho grandes evoluciones, aunque a menudo no suficientes para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, el tercer mundo dista mucho de tan siquiera reconocer a la mujer como individuo igual al hombre.
Y en el ámbito del Estado español, ¿qué problemas ve como más urgentes por resolver, desde el punto de vista de las libertades en general y desde el punto de vista de la situación de la mujer?
Violencia de cualquier tipo, incluido la trata y la explotación. Es intolerable que siga habiendo casos de maltrato físico, sexual o psicológico a mujeres y niños. En una sociedad moderna como la nuestra no deberían existir estos tipos de actos que amenazan e impiden la libertad de las personas.
Conciliación laboral del hombre y de la mujer. Y subrayo del hombre, porque desde que la mujer se insirió en el mundo laboral, ya concilia trabajo, tareas del hogar e hijos. Así que en la mayoría de los casos, la mujer está doble o triplemente contratada. Por suerte hemos mejorado mucho en relación a la generación que nos precede. Aún así, nunca tendremos conciliación si no hay una reforma de los horarios laborales. Una reforma que nos permita conciliar trabajo con familia o vida personal. No habrá conciliación ni igualdad entre hombres y mujeres, hasta que todos, y con todos me refiero a hombres y mujeres, seamos consciente de ello.
Igualdad de oportunidades e igualdades laborales. Seguimos teniendo diferencias salariales, sueldos más bajos para las mujeres y trabajos más precarios. Por cada euro que gana un hombre en España, una mujer ingresa un 19% menos. Las mujeres cobramos menos, aunque sigamos teniendo niveles de estudios superiores.
A nivel global, las diferencias salariales entre hombres y mujeres son todavía mayores. Según la OIT, en los últimos 20 años las brechas salariales se han reducido solamente un 0,6%. Las mujeres tenemos un 20% menos de oportunidades para trabajar.
Y finalmente, destacaría liderazgos femeninos. Más visibilidad de la mujer en general, tanto en cargos de alta responsabilidad, en consejos de administración de empresas como cargos políticos. Nos faltan liderazgos femeninos. Acabar con utopías y posicionar la mujer por sus méritos es un reto que debemos afrontar.
Acabamos de tener unas elecciones generales y, partiendo de la base que el PP es un partido conservador más que liberal, no parece que las opciones liberales interesen mucho al conjunto de la población, Las recientes elecciones en el Reino Unido tampoco han favorecido a los liberal-demócratas. ¿Por qué cree que el liberalismo no es suficientemente atractivo para la mayoría de la población?
Estamos en una época con grandes cambios políticos. Tenemos unos sistemas políticos agotados. La crisis económica ha tenido grandes repercusiones en muchos aspectos, sobretodo en la política. La gente pide cambios y pide nuevas formas de gobernar. Los hábitos que nos han precedido han funcionado durante unos años, pero necesitamos avanzar como sociedad. Del mismo modo que nos adaptamos a los cambios tecnológicos, la política también debe adaptarse la sociedad actual.
Las opciones políticas españolas parece que no han sabido adaptarse a estos cambios que la sociedad pedía. En España hasta ahora no han existido los partidos liberales.
A nivel internacional, los liberales seguimos en activo. Es cierto que en Europa hemos disminuido nuestra representatividad. En los últimos años, los liberales hemos estado en algunos gobiernos de países europeos, y hemos influido. Y ahora, aunque en menor presencia, seguimos gobernando.
Y fuera de Europa, ¡mirad lo que pasó en Canadá en las últimas elecciones del mes de octubre del 2015! Mayoría absoluta del Partido Liberal liderado por Justin Trudeau.
¿Es lo mismo liberalismo clásico o el basado en una economía social de mercado que neoliberalismo salvaje o anarcocapitalismo? ¿Qué valores cree que no se están potenciando o difundiendo adecuadamente en los medios académicos y de comunicación?
No, no es lo mismo. Explicar y entender las distintas corrientes ideológicas no es tarea fácil. Cuando nos referimos al liberalismo, en el sentido más clásico, hablamos de libertad del individuo en cuanto a sus capacidades y de participación en el ámbito político, religioso y económico. Éste se opone a que el intervenga en asuntos civiles, y cualquier privilegio político y social.
Este concepto de liberalismo clásico ha ido evolucionando, creando distintas corrientes. El socioliberalismo o social liberalismo también conocido como liberalismo radical, liberalismo progresista, liberalismo democrático, liberalismo basado en una economía social y, en Estados Unidos, liberalismo moderno, tiene como finalidad el bienestar social y el desarrollo social junto con la libertad de los individuos. Aquí es donde nos encontramos la Internacional Liberal. Es decir, está a favor de una regulación social y una intervención parcial del Estado en el funcionamiento de la economía, para garantizar una economía social. La función del Estado debe garantizar la igualdad de oportunidades, fomentando el desarrollo personal y la libertad de todos los ciudadanos, pero en ningún caso la de sustituirlos en la toma de decisiones.
El neoliberalismo está inspirado en el liberalismo clásico y defiende una amplia liberalización de la economía. Esta corriente pretende además una amplia liberalización de la economía el libre comercio en general y una drástica reducción del gasto público y de la intervención del Estado en el funcionamiento de la economía.
El anarcocapitalismo es una filosofía política que promueve la anarquía entendida como la eliminación del Estado y la protección de la soberanía del individuo por medio de la propiedad privada y el mercado libre. Es decir, todos “los servicios de estado”, como por ejemplo la policía, tribunales y otros servicios de seguridad se financiarían con fondos privados y no a través de impuestos.
A menudo, estos conceptos se mezclan, o incluso se reducen. A mi entender es muy difícil dividir los distintos partidos que existen en España o en Cataluña en solamente dos bloques, tal y como se ha hecho hasta ahora. “Las derechas y las izquierdas”, “los neoliberales y los socialistas”, etc. Para mi está clasificación es incorrecta.
El ejemplo más reciente lo tenemos en la cámara del Congreso de los Diputados. Una división que no está sujeta a dos bloques. Muchos partidos con ideologías distintas, y sin una mayoría clara.
Explicar estos conceptos ideológicos no es nada fácil. Los medios de comunicación explican la actualidad política. Son los partidos políticos que debaten el posicionamiento ideológico los que deben hacerlo. Son debates, que normalmente se hacen en el marco de unos Congresos y que suelen durar horas, e incluso días. Nada fácil de explicar y transmitir en pocas palabras.
Por ello, aplaudo a periódicos y/o plataformas como la vuestra que tienen por objetivo difundir distintas ideologías políticas, y en especial el liberalismo.
¿Qué se puede proponer por parte de los liberales y de las mujeres liberales en España, en su conjunto y también más concretamente en la especificidad de las nacionalidades históricas, para que la opción política liberal sea más atractiva para la ciudadanía?
La pregunta no es que se puede proponer, sino qué ofrecemos nosotros/as. Es cierto que los partidos tenemos que adaptarnos a la sociedad, sobretodo en el modo de hacer política. Es decir cambiar el cómo pero no el qué. Somos liberales y defendemos el desarrollo sostenible y libre del individuo, y en especial de la mujer. Mayor empoderamiento de la mujer, y trato por igual. Queremos que el Estado garantice los derechos humanos, y trate del mismo modo a hombres y mujeres, sin distinción; proteja a las minorías y garantice una economía social. Esto es lo que proponemos y esto es lo que queremos transmitir. Hay que adaptarnos en el modo en cómo los liberales nos hacemos atractivos a la sociedad.
La utilización de consultas abiertas para crear la base del debate ideológico de los partidos; elecciones de candidatos dentro de los partidos; utilización de las herramientas 2.0; replanteamiento de las campañas electorales y del formato de los actos públicos; etc… innovaciones del modo de hacer política que algunos partidos ya han empezado a utilizar y que serán la clave para modernizar la política y adaptarla a las necesidades del siglo XXI.
Los derechos de la mujer en el área musulmana pueden ser un vector estratégico en los próximos años para los liberales europeos. ¿Qué se puede hacer o que están haciendo al respecto?
No solamente en el área musulmana. El vector estratégico tiene que ser, y así será, los derechos de la mujer en todo el mundo, especialmente en los procesos de paz.
Lo estamos viendo cada día con las noticias sobre la violencia a mujeres refugiadas, en especial a las refugiadas de Siria. Violencias que en muchos casos se han llevado a cabo en territorio europeo. Esto es inadmisible. Europa no debe permitir las actuales crisis humanitarias, ni tampoco ninguna violación que atente contra los derechos humanos.
Debemos trabajar, sobretodo, en aquellos lugares del planeta donde no existe la paz, y donde la mujer y los niños son todavía más vulnerables.
Usted es una mujer joven y por ello es obligada la pregunta: ¿cuál es el futuro o el encaje de la juventud en el mundo tan complicado que tenemos? ¿Qué piensa que puede ofrecer la perspectiva liberal a los jóvenes para resolver sus problemáticas específicas?
Yo soy muy optimista. A pesar que vivimos en un mundo complicado, en que las desigualdades entre hombres y mujeres todavía siguen siendo muy evidentes (así lo demuestran los últimos datos), tengo esperanza. Las nuevas tecnologías nos hacen avanzar cada día más rápido y con ello, también avanza el modo en cómo llegamos a informarnos. Somos la generación de la información, así que debemos aprender de ello. Debemos aprender de los errores y de los logros del pasado, para hacer un mundo mejor que garantice el desarrollo económico, democrático y sostenible. Un mundo más justo, tolerante, respetuoso e igualitario entre hombres y mujeres.
Redacción Barcelona
Más información:
www.inlw.org