Contamos con más de cien centros públicos de investigación en todas las ramas de la Ciencia, pero ni uno solo en Informática
mayo 13, 2011La principal diferencia entre una Asociación Profesional y un Colegio Profesional es de ámbito jurídico: las Asociaciones Profesionales son entidades privadas, creadas por mera voluntad de sus fundadores mediante su inscripción en un registro público, y que representan a sus asociados, pudiendo existir tantas como se desee. Por contra los Colegios Profesionales son entidades de derecho público, creados por Ley, y que representan a toda la profesión dentro de su ámbito territorial, y su existencia es única para dicha profesión en dicho territorio, sea este de ámbito autonómico o estatal.
Desde sus orígenes AI2 es una organización abierta a colaboraciones con todos los actores del sector informático, sean estos públicos o privados, internacionales, nacionales, autonómicos o locales.
La relación de AI2 con los Colegios Profesionales es leal, cordial y fluida, como no podía ser de otra forma, al haber sido AI2 la organización impulsora en la creación de la mayor parte de los doce Colegios de Ingenieros en Informática actualmente existentes, así como una fiel defensora en la creación del Consejo General de Colegios de Ingenieros en Informática (CCII), constituido recientemente, en septiembre de 2010, y del que tengo el honor de ser vocal de su Junta de Gobierno, en representación del Colegio de Castilla y León.
Por otro lado, la relación de AI2 con otras organizaciones del sector es, en general, de cordialidad y cooperación, salvando lógicamente las diferencias y peculiaridades de cada una de ellas, teniendo acuerdos de colaboración con algunas de ellas, y participando conjuntamente con ellas en eventos y actos, reuniones del sector, etc.
Los objetivos fundacionales de AI2 son:
- Representar y ser portavoz del colectivo de los Titulados Superiores en Informática, en todos aquellos aspectos que atañen a la totalidad del Estado.
- Contribuir al progreso del Estado a través de la difusión y desarrollo de la Ciencia Informática, velando para que resulte un factor de innovación y un servicio a los ciudadanos.
- Fomentar y facilitar la estrecha colaboración entre las Asociaciones que la integran y entre sus asociados.
- Mantener relaciones de colaboración con todo tipo de entidades, públicas y privadas, nacionales e internacionales.
Y dado que desde el 2010 ya existe el Consejo de Colegios que tiene representación a nivel estatal, el papel de nuestra Federación también ha pasado a un segundo plano, estando en un proceso de redefinición de nuestros objetivos a largo plazo.
- Cerrar el desarrollo de la estructura colegial a nivel nacional, con el firme apoyo a nuestras asociaciones de Aragón y La Rioja en su labor de creación de dichos Colegios, así como a otras organizaciones hermanas de Cantabria o Navarra, las otras dos CC.AA. que aún no cuentan con un Colegio.
- Proseguir con el desarrollo profesional del Ingeniero en Informática, en un momento tan significativo como es la actual tramitación de la futura Ley de Servicios Profesionales, que significará un antes y un después para todos los ingenieros españoles.
Congreso Federal de AI2 en La Rioja (11-12 de Marzo de 2011). De izquierda a derecha: Ignacio La Heras (Presidente AI2-Rioja), Javier Erro (Consejero Industria, Innovación y Empleo del Gobierno de La Rioja) y Javier Pagès (Presidente Federal AI2)
La gran mayoría de ellos (unas 2/5 partes) son trabajadores por cuenta ajena, así como funcionarios públicos (otras 2/5 partes). El resto (1/5 parte) lo forma una minoría en franco crecimiento de profesionales independientes y pequeños empresarios.
Es muy significativo el incremento de emprendedores que existe en nuestro sector, lo que hace cada vez más nuestros compañeros opten por iniciar su propia aventura empresarial, algo a lo que tenemos que dar todo nuestro apoyo.
Seminario “Wikileaks: el valor de la información”, organizado por la Cátedra de Seguridad de la UPM (30 marzo 2011). De izquierda a derecha: Javier Pagès (experto en seguridad y CEO de Informática Forense S.L.), Juan Luis Sánchez (editor de Periodismohumano.com), Joseba Elola (periodista del diario El País), Ignacio Escolar (primer director y periodista del diario Público)
Puede que, como una consecuencia de ello pero también a raíz de la situación económica actual, se ha observado un fuerte incremento de ingenieros en Informática que optan por emigrar a otros mercados en los que su trabajo está mucho más valorado que en España, y que los está atrayendo con “cantos de sirena” muy atrayentes: gran reconocimiento profesional, remuneraciones de cinco cifras, proyectos de primer nivel internacional, etc. Son de especial mención los mercados de EE.UU. y más recientemente Alemania. Esto hace que unos profesionales muy bien preparados, y que nos ha costado mucho esfuerzo público obtener, se marchen a producir a otros mercados, lo que supone una pérdida de recursos que este país no se puede permitir.
Esperemos que dicho movimiento migratorio sea de ida y vuelta, y que a su regreso aporten nuevas experiencias que enriquezcan nuestra economía. Pero mucho nos tememos que si no se toman serias medidas de incentivo para lograr su retorno esa sangría de recursos valiosos no tendrá fin.
Por el contrario, vemos las iniciativas existentes para atraer profesionales menos cualificados de mercados del tercer mundo más baratos, lo que no hace sino que incrementar la inseguridad laboral de nuestros profesionales.
En definitiva, poder asumir roles directivos en las empresas y organizaciones en las que prestan sus servicios, así como liderar sus propias empresas de Ingeniería, de desarrollo de software, de servicios informáticos, de consultoría, etc.
Por ejemplo, a nivel de todas las Ingenierías, no está clara la vía de colegiación que tienen los nuevos títulos universitarios de Grado, si han de ir a los Colegios de Ingenieros o a los Colegios de Ingenieros Técnicos.
Y en el caso del sector informático es aún más complejo, puesto que, por ejemplo, aún falta por definir que es, como profesional post-Bolonia, un “Ingeniero en Informática” o un “Ingeniero Técnico en Informática”, que los hace diferentes del resto de profesionales, así como qué equiparación tienen con los profesionales europeos.
Esta es una labor en la que los recientes Consejos de Colegios, tanto de Ingenieros como de Ingenieros Técnicos están trabajando codo con codo para definirlo a la mayor brevedad posible.
El Plan Avanza ha tratado tradicionalmente de reducir esa brecha digital, y en parte lo ha logrado gracias a políticas de incentivo dirigidas a la introducción de las nuevas tecnologías informáticas en las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo esos planes se han centrado hasta ahora en la compra de equipos y programas informáticos desarrollados y fabricados en su mayor parte fuera de nuestras fronteras, con lo que el papel del sector nacional se ha limitado en su mayor parte a la importación e implantación de dichos sistemas informáticos. Por el contrario, los planes de impulso de I+D en el sector informático son poco menos que testimoniales, con muchas trabas administrativas, o para obtener incentivos fiscales, etc.
Por ejemplo, una fábrica de automóviles no tiene que demostrar que la nueva versión de un vehículo ha requerido de mucha I+D. Eso se da por supuesto. Aunque se vengan fabricando ese modelo desde hace años.
Sin embargo, en el desarrollo de software, por defecto hay que probar que el I+D de un desarrollo ha sido necesario y productivo, de cara a obtener los incentivos fiscales. Por desgracia, la inversión en el desarrollo de una nueva versión de un programa de contabilidad (o de diseño, o de gestión, o de lo que sea) tiene todas las papeletas para no ser considerado por Hacienda como una actividad de I+D, y se le deniega esta categoría sistemáticamente. De nuevo estamos ante el aforismo aquel del “que inventen ellos”…
Y tampoco se percibe un sentimiento positivo hacia los productos propios en las AA.PP., el principal cliente del sector, algo que podría servir de palanca impulsora. Por desgracia, sus principales criterios van más por la vía del “software gratis” que por la de “software español”, lo que tampoco ayuda.
Todo ello ha impedido que se haya creado una verdadera Industria informática, algo que se ve reflejado cada año en las estadísticas oficiales del INE: la informática sólo aparece reflejada en el sector Servicios, pero no en el de Industria ni mucho menos en el de Cultura (la otra “pata” de la actividad informática, ligada a la propiedad intelectual del software).
Ya tenemos los profesionales y las ideas. Esperemos que con el nuevo Plan Avanza 2011-2013 se logre corregir en parte ese desequilibrio histórico y se ayude a la creación de una verdadera Industria informática que aporte ese 2-3% del PIB de diferencia con la media del sector informático europeo.
En todas MENOS en la Informática. No existe ningún centro público de referencia que investigue en, por ejemplo, el desarrollo de nuevos lenguajes de programación, o de técnicas de desarrollo, o de nuevos procesadores.
Es verdad que contamos con una decena de centros de supercomputación (como el imponente “Marenostrum” de Cataluña o el más modesto “Caléndula” en Castilla y León), pero no son más que meras herramientas de cálculo para el resto de las disciplinas científicas, no para el avance de la Ciencia Informática.
En cambio en Francia (o en Portugal) cuentan con una red completa de centros de I+D públicos para la Informática que son referencia europea. Y gracias a ello han logrado, por ejemplo, el desarrollo de varios lenguajes de programación (PASCAL, ADA…) que han tenido mucha importancia en el avance de nuestra especialidad.
Sin embargo, en España la investigación se hace con el esfuerzo disperso de decenas de pequeños departamentos de las Escuelas y Facultades Universitarias. Es una diferencia de recursos muy considerable, lo que obviamente se refleja en los resultados obtenidos.
Esperemos que con la nueva Ley de la Ciencia y la reestructuración de los centros públicos de investigación se palíe algo este desequilibrio.
Y muy en especial, que en la futura Ley de Servicios Profesionales se equipare tanto a los ingenieros en Informática como a los ingenieros técnicos en Informática en igualdad de condiciones que el resto de las ramas de la Ingeniería, algo que por desgracia no se ha hecho en los últimos veinte años desde que se crearon esas titulaciones.
No podemos consentir que en esta nueva regulación (o desregulación) se siga discriminando a los profesionales de la Ingeniería informática. Nuestro país no se lo puede permitir. Ya no. No otra vez.
Aparte de lo comentado anteriormente, nuestra principal inquietud como organización es definir cuál va a ser nuestro papel una vez que hayamos logrado completar el mapa colegial con la creación de todos los Colegios Profesionales de Ingeniería Informática.
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