Durante los últimos diez años Gran Bretaña ha sido el segundo gran inversor extranjero en España

Durante los últimos diez años Gran Bretaña ha sido el segundo gran inversor extranjero en España

mayo 13, 2011 Desactivado Por inQualitas
Charlotte Fraser-Prynne
Charlotte Fraser-Prynne
Directora general de la British Chamber of Commerce in Spain
«Durante los últimos diez años Gran Bretaña ha sido el segundo gran inversor extranjero en España»

Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales per la Universidad de Westminster, Londres. Ha trabajado en UNICEF como directora de campañas públicas y en Shelter liderando la campaña sobre la pobreza infantil. Ha protagonizado varias comparecencias ante el Parlamento europeo, británico y español sobre diversos temas como la política económica y la de la vivienda. Desde hace cuatro años dirige la Cámara de Comercio Británica en España.
¿Puede darnos unas breves indicaciones sobre la presencia británica en España?
Durante la primera década del siglo Gran Bretaña ha sido el segundo gran inversor extranjero en España, cerca de 700 compañías británicas están establecidas aquí. Hay otro dato positivo a destacar, en el año 2010 los intercambios entre nuestros dos países se incrementaron, un 8% las exportaciones británicas y un 9% las exportaciones españolas al Reino Unido. Por otra parte no debemos olvidar que hay unos cien mil ciudadanos británicos viviendo en España y aproximadamente unos cincuenta mil ciudadanos españoles viviendo en nuestro país. También me gustaría destacar el aumento considerable de las inversiones de grandes empresas españolas en la Gran Bretaña, creo que es un fenómeno reciente que se irá incrementando con los años. En la actualidad en nuestro país están el Santander, Ferrovial, Hiberdrola con Scottish Power, Abertis, Roca, etc. Y crecen los inversores españoles, especialmente en áreas que ha llevado tradicionalmente el Gobierno, como los aeropuertos por ejemplo, los aeropuertos de Londres, a excepción de City Airport, están gestionados por Ferrovial y Abertis. Nosotros no tenemos ningún problema con que lleguen inversores extranjeros, estamos abiertos.

El año 2008 ustedes celebraron el Centenario de la entidad. Es difícil condensar una etapa tan larga en tan breve espacio…
Efectivamente. La Cámara se fundó en 1908 en Barcelona, por un grupo de empresarios británicos que vieron las posibilidades de ampliar el comercio y de profundizar en las relaciones entre España y el Reino Unido. Con la ayuda del embajador, realizaron una encuesta a todas las empresas instaladas en España y el 85% (una cifra altísima) la respondieron de manera positiva. Ellos veían la necesidad real de crear una cámara de comercio. Con la ayuda de la Cambra de Comerç de Barcelona, en la Llotja de Mar, se efectuó la primera reunión formal de la Cámara Británica de Comercio en España. Eran grandes empresarios y pymes, como ahora. Estaban como principales impulsores lo que es hoy el Lloyds Bank, que era el banco de Latinoamérica en España, y la familia Witty que es muy conocida en Barcelona, ya que ellos ayudaron a fundar el C.F. Barcelona junto al suizo Joan Gamper, además del Club de Tenis Barcelona y el Club Británico, uno de esos clubs privados que nos gustan tanto a los británicos para reunirnos y hacer vida social. Después de varias generaciones esta familia sigue afincada en Barcelona en donde regenta varios negocios.
El caso es que evolucionamos y se adhirieron más empresas británicas. La función era la misma que ahora: promover la relación entre España y el reino Unido, a nivel de contactos y de eventos, y siempre con un espíritu muy emprendedor. Porque, a diferencia de otras Cámaras, nunca hemos tenido financiación del Gobierno, igual que todas las cámaras británicas en el mundo que yo sepa. Lo cual, en parte, nos pone en ventaja, ya que nos obliga a espabilarnos; ahora con los recortes por ejemplo no lo estamos sufriendo tanto. Pero es que además nos hace independientes, nos garantiza una neutralidad para que podamos funcionar como representación de las empresas. Este espíritu emprendedor y basado en la creatividad se vio plasmado por ejemplo en la Exposición de 1929 en Barcelona, una exposición que transformó la ciudad. La Cámara tenía ilusión por tener presencia en aquel gran escaparate mundial. Quizás no tanto como el pabellón Mies van de Rohe de los alemanes, pero sí de una manera remarcable ya que el Gobierno británico no tuvo presencia entonces. El rol lo asumió, pues, nuestra Cámara y tiramos de la creatividad. La junta de entonces se puso a hacer un brainstorming y se movilizaron todos los asociados. Por ejemplo uno de los miembros dijo mi primo Sir Henry Seagrave tiene el coche más veloz del mundo, que se llama “The Golden Hour”. Entonces el primo se puso al volante y lo trajo a Barcelona para que todo el mundo lo viera. Ésta es una muestra que ilustra del espíritu emprendedor y colaborador de los miembros de la Cámara, como ha sido y como sigue siendo. Buscar recursos creativos y fomentar los contactos ésta es nuestra razón de ser.
CCBE
Comité ejecutivo de la Junta Directiva de la Cámara. De izquierda a derecha, en pie: Roger Cooke, vice-presidente; Jerome Scanell, tesorero, y Santiago Nadal, asesor legal. Sentados: Andrew Gwatkin, cónsul general; Charlotte Fraser-Prynne, directora, y Karen Stock, presidenta.
Usted pasó a ocupar el puesto de directora general para España en 2007. ¿Cuál sería su balance personal en este periodo y cómo definiría la situación actual de la entidad.
Por mi parte es un balance extraordinariamente positivo. En cuanto a la entidad, la Cámara como toda organización o empresa, o familia incluso se puede decir, tiene sus altos y sus bajos. En un momento álgido, en los años 50, llegamos a tener 1.500 socios. En la fortísima crisis de los años 90 llegamos a bajar hasta los 250, incluso tuvimos que cerrar la oficina de Madrid y nos quedamos con un solo empleado en Barcelona. Pero actualmente estamos remontando, siempre con la misión de promocionar el comercio y las inversiones entre nuestros dos países. A esto nos dedicamos, nosotros no somos una escuela de inglés o una consultoría o un bufete legal.
Cuando yo llegué en el 2007 teníamos unos cimientos buenos, estables, con una junta diversa y regional, entonces empezaba a instalarse una oficina en Andalucía. En cuanto a la actualidad podemos afirmar que la Cámara de Comercio Británica en España (CCBE) es la primera promotora de negocios entre España y el Reino Unido. Es una eficiente plataforma de contacto para las empresas españolas y británicas, con el fin de incrementar su volumen e inversión de negocio, así como un excelente instrumento para facilitar contactos e información que refuercen la relación comercial entre nuestros dos países. Hemos sobrepasado los 300 socios, y entre ellos se cuentan grandes multinacionales como Burberry, Santander, Telefónica y Barclays; además tenemos un número creciente de pymes en Madrid, Barcelona, Andalucía, Bilbao y UK.
¿Cuáles son sus principales actividades y en qué sectores económicos incide más la CCBE?
Los sectores que tenemos en la Cámara son un reflejo de los sectores que están en el mercado británico y español. El sector servicios es muy fuerte, así como los de infraestructuras, telecomunicaciones y financiero. La junta intenta reflejar esto, con mucho empuje e ilusión, e intenta estudiar y satisfacer las necesidades de las empresas británicas aquí y de las empresas españolas en nuestro país. Y en esto sí que empezamos a notar un gran cambio. Empieza a haber presencia de grandes empresas españolas en el Reino Unido y vemos que hay una demanda de contactos entre la parte pública y privada, en los gobiernos y las empresas y en la Cámara. Además de la embajada británica, por supuesto, vemos que somos un buen canal para satisfacer esta demanda. Nuestra presidenta, Karen Stock, es la directora de Burberry en toda Europa, y en la junta hay representantes destacados del mundo empresarial británico y español.
Estamos creciendo en el número de socios y en delegaciones en todo el territorio, así como en los servicios que damos a los socios. Tanto en lo que llamaos “business to business”, empresa a empresa, como en los contactos a través de los socios, como en el tipo de actos y la cantidad de eventos que hacemos tanto en Madrid, como en Barcelona, en Andalucía y en otras regiones. Sobretodo realizamos actos de networking, como actos institucionales con la embajada, como por ejemplo la comida de Navidad, y luego seminarios útiles, que tengan realmente una aplicación práctica, como por ejemplo el acto que realizamos hace dos semanas en la embajada con periodistas británicos para ver cómo trabaja la prensa británica, ya que para los inversores españoles es cada vez más importante conocer los métodos de trabajo de este sector tan influyente en nuestro país. Pero es de destacar, de una manera muy significativa, el acto anual que organizamos entre los dos Gobiernos y con los mayores inversores españoles y británicos. Para hacer una puesta en común de lo que son las demandas, las necesidades y las propuestas que tienen las empresas y también los proyectos que tienen ambos Gobiernos. Esto es a puerta cerrada, ya que es importante que los representantes gubernamentales puedan hablar con total apertura y los de las empresas también, por supuesto, siempre a nivel de consejero delegado o sea a nivel estratégico. Constatamos que las relaciones entre los Gobiernos son cada vez más importantes, a nivel práctico de regulaciones o de nuevas legislaciones, así como también a nivel de contactos fluidos entre los dirigentes. La última reunión se efectuó, en febrero del 2010, en el palacio de Westminster en Londres, y la próxima reunión a alto nivel está prevista para noviembre de este año.
En este periodo de tiempo España y Gran Bretaña se han visto inmersas en una crisis económica sin precedentes que aún no hemos superado…
Entre estas dos fechas es evidente que la crisis se ha ido profundizando y es difícil predecir cómo evolucionará. Lo que sí creo es que hay similitudes entre los dos países. En la historia reciente hemos tenido relaciones muy cordiales a nivel de comercio, y también se han reflejado en los mercados. Gran Bretaña dependía mucho del sector financiero y ha sufrido mucho, y en el caso de España es sobre todo el sector de la construcción el más tocado. Ambos éramos pues dependientes de dos sectores que han sufrido enormemente. Ahora estamos experimentando la bajada de todos los subsectores que están relacionados con estas dos grandes áreas de la economía en recesión.
Los Gobiernos están tomando medidas duras y que no son muy populares, como las que está efectuando el Gobierno de coalición británico. La recuperación sin duda vendrá liderada por el sector privado, por la empresa, el programa del Gobierno británico para impulsar el crecimiento va por ahí. Nosotros tenemos también cuestiones domésticas que pueden influir, por supuesto, pero que no incidirán en la buena marcha de las relaciones entre los dos países.
CCBE
Charlotte Fraser-Prynne en el acto de conmemoración del Centenario que se celebró en 2008
En lo que se refiere al encaje británico en Europa, ¿se perciben, desde el ámbito económico, perspectivas de mejora?
Ahora tenemos un gobierno de coalición y hay que decir que no tenemos mucha práctica en ello, además los tories siempre han sido muy euroescépticos, aunque están moderando mucho su actitud. Depende de este nivel de euroescepticismo la gente a la que preguntes en el Reino Unido es más proclive a Europa o no. Hay que recordar que una parte positiva es la independencia monetaria es que el Banco de Inglaterra ha podido jugar con la devaluación de la moneda en los momentos difíciles y hemos tenido autonomía en este aspecto, en cambio el Banco Europeo, liderado en gran parte por Alemania, ha de gobernar países que marchan de una manera un tanto descompasada. No veo en los próximos cuatro años una mayor integración británica, aunque más adelante tal vez sí. Hay que tener en cuenta que la plena integración británica siempre ha sido un poco difícil, pero esto ya viene de siglos. También hemos mirado más hacia EE. UU. Pero ahora en la coalición en el gobierno hay que tener en cuenta que los liberal-demócratas son un partido claramente pro-europeísta y esto se habrá de notar.
De todas maneras, yo creo que, cuestiones políticas aparte, la recuperación económica se tiene que encarar con sentido europeo. Nuestros mayores partners económicos son europeos y salir de esta crisis es una responsabilidad colectiva de todos los europeos, en este sentido Gran Bretaña está obligada y participa en la recuperación común de Europa con medidas concretas. Tenemos un estatus especial por la cuestión monetaria pero aun así la participación política es importante y sorprendentemente lo está siendo mucho más de lo que se esperaba. Hay que verlo desde un punto de vista doméstico, de un gobierno conservador que por tradición no es muy partidario de intervenir en Europa, pero, repito, la implicación está siendo mucho mayor de lo que se esperaba.
¿En la actividad empresarial en qué diría que nos parecemos y en qué nos diferenciamos, y qué podemos aprender los unos de los otros?
Una de las cuestiones que más me sorprendió cuando llegué —aparte del trabajo con la prensa que es muy diferente o en las relaciones institucionales— es que España es un país innovador y a veces no nos damos cuenta de lo bien que lo hacen algunas empresas, como Telefónica, Zara o Mango, yo creo que a menudo no valoramos lo bien que se hacen las cosas aquí. Y veo que también las relaciones interpersonales son muy importantes, la confianza es determinante, antes de completar un acuerdo se conoce a la persona, se conoce y se investiga bien el proyecto, hay un research de las personas y de los proyectos muy exhaustivo. En cambio nosotros los británicos solemos comportarnos de una manera más a la americana, vamos a ver la mejor oferta y trabajamos de una manera más veloz, igual esto es influencia del sector financiero, y también el día de mañana cambiamos igualmente con más facilidad y nos adaptamos con más facilidad a las nuevas situaciones. Además también me gustaría destacar que nosotros a nivel de legislación laboral tenemos un entorno de trabajo mucho más flexible, lo cual hace que en momentos de recesión también podemos contraernos y adaptarnos más rápidamente. Esta es una cuestión de la que en los encuentros bilaterales se habla mucho, un aspecto clave que en España tiene que cambiar, sobre todo por el tema del paro al que le influyen sin duda estos factores externos. Pero soy optimista en cuanto a nuestras relaciones, ya que los dos países tenemos grandes empresas que incluso trabajan en partnership de cara a grandes economías como pueden ser China, India y Latinoamérica.
Para finalizar, con este mismo espíritu optimista, ¿puede avanzarnos las propuestas y expectativas respecto al próximo encuentro entre gobiernos y empresas de noviembre?
El objetivo general de la reunión, tal como he avanzado, es poner en contacto a las empresas españolas y británicas con nuestros dos gobiernos, pero el objetivo específico es que las empresas tengan una oportunidad de incidir o de participar en el proceso legislativo. No han sido elegidas democráticamente, por supuesto, pero sí que a nivel específico de cada sector pueden manifestar sus inquietudes y proyectos. Por ello este año cambiaremos un poco el planteamiento y haremos sesiones específicas en sectores muy determinados, en cuatro grandes sectores sobre todo: infraestructuras, telecomunicaciones, bienes de consumo y finanzas. Que son áreas en las que ambos países somos fuertes, y en este sentido todas las legislaciones que vayan a crearse en los próximos meses específicamente para paliar la recesión o en sentido positivo para crecer en ambos países. Creemos que deberíamos tener en cuenta que, en primer lugar, es bueno que las empresas los conozcan y segundo que puedan aportar su experiencia y su visión en estas cuestiones de regulación, o en nuevas operaciones o nuevas oportunidades de negocio.
Las sesiones las hacemos a puerta cerrada, para que se pueda hablar con toda confianza, pero también trabajaremos con académicos, con IESE por ejemplo que son socios nuestros, para hacer estudios específicos sobre estos sectores y sacar conclusiones, y para después hacer un seguimiento con los diversos departamentos de los gobiernos, para asegurar que también ellos cumplen con su parte. También quiero remarcar que no sólo son reuniones gubernamentales específicas sino que asisten representantes parlamentarios de todos los partidos, o sea que podemos afirmar que son relaciones plenas entre ambos países a nivel político y económico.
Más información:
www.britishchamberspain.com
CCBE
Francesc Ribera