Consejos para el registro y la vigilancia de patentes y marcas

Podemos definirnos esencialmente como un pequeño bureau de asesoramiento, gestión, trámite y monitorización de activos intangibles, propiedad industrial e intelectual, de cualquier tipo de empresa.

Cómo decía, la empresa nació con el objetivo de gestionar esos activos. Debido a ello el trato con el cliente se estrechó y nos empujó a exigirnos algo más, conseguir cubrir otros aspectos vitales en el asesoramiento legal empresarial. Estoy hablando de asistencia jurídica civil y penal, protección de datos, prevención de riesgos, homologaciones, calidad ISO, etc.

El capital intelectual es el activo más importante de muchas de las más relevantes y poderosas empresas, pero no es obligatorio ser una gran empresa para proteger y defender esos activos. Cualquier empresa o emprendedor debería proteger su marca, patente u obra, pues a través de una distintividad se puede llegar a una rentabilidad continua. Hoy más que nunca la empresa necesita destacar, necesita atraer público, necesita distinguirse, el trabajo bien hecho hará el resto y será entonces cuándo la marca de esa empresa será recordada. La fidelidad del cliente está en juego. Si esa marca es un vocablo genérico o muy utilizado en el sector no perdurará en la memoria, si por el contrario la marca es suficientemente distintiva ya tendremos medio partido ganado.
Proteger una patente o una obra, por ejemplo un software, resulta obligado no sólo para que no se nos adelanten, si no para bloquear y conseguir, con trabajo por supuesto, posibilidades de negocio mediante licencias o cesiones. El empresario debería poner el acento en estas materias.

Es importante estar al día con la protección de datos, hay que recordar que es obligado y que existen fuertes sanciones en caso de no haberse dado de alta en la agencia española de protección de datos. En GPI Legal ajustamos el coste de la implantación a la realidad de la empresa que solicita establecer los protocolos.

Llegar a ellos no fue más que el fluir natural de la empresa provocado por la demanda del cliente. A éste le interesa aunar en un único proveedor el mayor número de servicios posibles. Eso nos llevó a buscar los mejores colaboradores posibles a fin de satisfacer la totalidad de peticiones.

En términos generales podemos decir que hay un gran desconocimiento. Se sigue creyendo que la razón social cubre lo que protege la marca. No es así. Si la razón social se está utilizando como nombre comercial, a nivel publicitario, es altamente recomendable registrarlo como marca, es la única manera de evitar que un tercero utilice publicitariamente el nombre de nuestra sociedad.

Nuestra actividad es un buen barómetro de la situación actual; vemos muy de cerca cómo afecta negativamente al empresario, pero también podemos observar que muchos de ellos buscan revulsivos precisamente en sus activos intangibles. Ahora se están registrando más patentes de software, por ejemplo; se mejora también y se registra la nueva imagen de la empresa con la intención de destacar, y muchos empresarios piensan en el mercado internacional, se protege el nombre del producto en el extranjero, con especial relevancia en vistas al mercado asiático.

Le voy a explicar uno de siempre y otro muy reciente. El de siempre viene producido por un distribuidor ya sea en territorio nacional o extranjero. Muchos distribuidores se aprovechan de la situación de desconocimiento y registran la marca del proveedor creyendo que así se aseguran tener la distribución de forma perenne o simplemente creen que se están cubriendo las espaldas. Obviamente, ese registro ha sido realizado de mala fe, y por supuesto es recuperable, pero poner las cosas en su sitio trae consigo muchos gastos, tiempo y dolores de cabeza innecesarios. Registrando la marca anticipadamente no se da pie a ese problema. Esta situación se está dando desde siempre en España, y ahora con la búsqueda de nuevos mercados se está reproduciendo en países como China. La recomendación es siempre la misma: si sabemos que vamos a vender aquí o en el extranjero, registremos previamente.
Y el problema más reciente con el que se encuentra el empresario es el conflicto entre su marca o nombre comercial y los dominios de Internet. Hoy en día es muy fácil conseguir un dominio de Internet, posibilitando su acceso al pirata o al competidor. Dos medidas serían las adecuadas: Primero, registre su marca. Hay que estudiar caso por caso pero por regla general hay una prelación entre marca y dominio. Y segundo registre todos los dominios que pueda, el gasto es pequeño y merece la pena. Los .ES, los .COM, y los territoriales pertinentes son suficientes.

El registro de marcas en el extranjero. Cada vez tenemos mayor demanda, debido al agotamiento económico del país, el empresario busca clientela fuera, sobre todo en Asia.

Francesc Ribera