Arquitectos de un nuevo espacio
Aunque el verano quede atrás, a estas alturas recordareis que, con la llegada del calor sofocante, se quedó Madrid los fines de semana, como solía quedarse solo en agosto: vacío. Y que, al comentarlo, salía inevitablemente a colación el teletrabajo, pues fueron muchos los profesionales que se escapaban de la ciudad el jueves y regresaban el lunes, aprovechando el “formato híbrido”. Las conversaciones giraban comúnmente en torno al número de días que cada empresa concede para el trabajo en remoto, el número de plazas presenciales disponibles en las oficinas, el tipo de perfil del que ha de garantizarse cobertura en la oficina en cualquier circunstancia, o si la empresa permite o no cogerse el lunes y viernes desde casa.