Picaresca en los servicios sociales

Picaresca en los servicios sociales

noviembre 9, 2010 Desactivado Por inQualitas

Picaresca en los servicios sociales

Joan Josep de Lleida nos envía el testimonio directo de una amiga suya que alucina ante el descontrol en las ayudas públicas. No compartimos las referencias al origen nacional y cultural de los protagonistas ni el tono, ya que las mismas circunstancias se dan en otros colectivos, nacionales e internacionales. Aun así hemos respetado el texto sin tocar ni una coma, ya que nos parece auténtico y además es fácilmente contrastable por muchas otras personas que trabajan en el mundo de las ONG o en la asistencia pública. Sin embargo, esto es sólo la anécdota del hecho en cuestión, la substancia del mismo se expresa en los números que refleja. En Cataluña el ciudadano contribuyente ahora puede comprar deuda pública emtida por la Generalitat a un interés considerable, y otros gobiernos autonómicos se verán pronto obligados a imitar al gobierno catalán. Pero de nada servirá el parcheo financiero si sigue la incapacidad y la deshonestidad, pública y privada.

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Con esta frase acabó la conversación que tuve ayer con una conocida: «Ésto tiene que reventar por algún lado».
Se celebró en Lleida (este pasado 17 y 18 de octubre) la Feria de entidades solidarias, de nombre, «Solidárium». Allí me encontré con una conocida, en un stand de una «ONG» local dedicada a la atención de inmigrantes. Esta persona me confesó que está un poco quemada con el tema porque hay muchísimo fraude y muchísima picaresca por parte de muchos inmigrantes a la hora de abusar y saquear los servicios sociales públicos y, sobre todo, muchísima irresponsabilidad por parte de los responsables de esos servicos sociales públicos a la hora de controlar la entrega de subsidios y pagos. Me lo explicó con un ejemplo reciente de un caso que ella lleva personalmente:
«Mi ONG se dedica a formar laboralmente a mujeres inmigrantes, a asesorar, acompañar a los inmigrantes a los servicios sociales públicos para recabar recursos y subsidios. Llevo el caso de una familia marroquí, un matrimonio con tres niños de 6, 7 y 8 años. El hombre lleva 3 años sin trabajar. Ella no trabaja, salvo esporádicas y «negros» trabajos domiciliarios. Todo lo que vas a oir, está comprobado personalmente por mí.
Hace unos días le ofrecemos a ella un trabajo legal, asegurada en la Seguridad Social, 1000 euros limpios al mes por cinco horas por las tardes para acompañar a una mujer anciana y sola adinerada. El trabajo sólo consiste en hacerle compañía y acompañarla a pasear. La respuesta de la morita fue ésta: ´no, no lo quiero, porque ya tengo la seguridad social y los medicamentos gratis, y porque perderíamos ayudas y subsidios de la Generalidad de Cataluña y del ayuntamiento; si es en «negro», sí que lo quiero, pero en «blanco», no´.
Mi indignación subió a límites desconocidos porque, primero, ¿cómo es posible que cinco personas sin trabajo y sin cotizar tengan los medicamentos gratis si éso sólo lo tienen los jubilados españoles? Además, te voy a relatar, Herminio, qué es lo que recibe esta familia: cobra él 500 euros de la Generalidad de paga «social» mensual desde hace año y medio (cuando dejó de cobrar el paro y el subsidio de los 420 euros del INEM), cobran 750 euros mensuales a cambio de escolarizar a los niños, los niños tienen la plaza escolar gratis (lógico, pues es un colegio público, pero no hay que olvidar que éso cuesta una pasta a la Administración) y ¡comen los tres niños en el colegio! pudiendo ir a comer a casa porque sus papás no trabajan y porque el colegio está a 100 metros de su hogar; el coste mensual para la Generalidad de las tres plazas de comedor son 900 euros mensuales, 300 euros por niño. El ayuntamiento les paga 450 euros mensuales para el alquiler del piso. Por cierto, el matrimonio tiene coche propio y ordenador e internet en casa (el ayuntamiento paga mensualmente la factura de internet de esa familia). El ayuntamiento les da 400 euros mensuales para ser canjeados por comida en los supermercados Plus. El ayuntamiento les paga las facturas mensuales de calefacción (gas, 150 euros mensuales de media), luz y agua. Los niños han gozado de gratuidad total en plaza y comedor en los parvularios municipales mientras eran infantes. Los niños han tenido gratis todos los enseres y alimentos infantiles hasta los 3 años (papillas, pañales, carrito-bebé…). Además, esta familia acude con regularidad a entrega de alimentos (banco de alimentos) del ayuntamiento y diversas parroquias, además de las entregas de nuestra propia ONG. Y, por cierto, uno de los niños se ha lesionado óseamente en el colegio, pues en vez de llevar al niño cada día al servicio público de rehabilitación -como hacemos todos-, pues los padres están sin trabajo y, lógicamente, tendrían tiempo (y coche) para ello, pues no, la Generalidad les manda cada día a casa un rehabilitador (una empresa subcontratada, que le debe costar una pasta a la Generalidad). Y esos niños van a un cursillo extraescolar de fútbol por las tardes que se lo paga, también, la Generalidad, 350 euros mensuales por los 3 niños. Esa actividad extraescolar la pagan de su bolsillo la mayoría de padres («indígenas») del colegio citado. El padre de esa familia se lesionó cuando trabajaba en la contrucción (¡lleva 3 años en paro!) y se le prescibió una faja lumbar ortopédica a medida, su coste: 450 euros. La Seguridad Social paga 350 euros de esa faja a todo españolito, pero el resto lo tiene que poner el enfermo. Pues el morito se fue al ayuntamiento y consiguió los 100 euros restantes para ser pagados en la ortopedia. Le acompañé yo, como intermediaria.
Amigo, saca la calculadora y suma lo que reciben estas gentes en dinero, en especie y lo que cuestan cada mes en gasto público. La ruina. Todo lo que te he narrado lo sé a ciencia cierta porque yo llevo, en parte, la atención a esta familia (y a muchas otras, demasiadas). Sólo te digo una cosa, para acabar: ésto tiene que reventar, esto es insostenible. Entiendo perfectamente que la Generalidad y el ayuntamiento estén en la bancarrota, aunque nos lo ocultan ¿Te has enterado que han cerrado UVIs en el Hospital Arnau de Vilanova y han cerrado plantas de hospitalización como la de Nefrología porque no hay dinero?»