El Mediterráneo: Corredor para unir.
febrero 25, 2013Anwar Zibaoui
Procedente de una familia de empresarios libaneses, ha estudiado Economía y Arquitectura en París y en Barcelona; ciudad en la que vive, desde hace veintiséis años, plenamente integrado en la sociedad catalana. Se ha especializado en economía internacional, como experto en el mundo árabe y de manera especial de los países árabes de la cuenca mediterránea. Para reforzar el mutuo conocimiento y los lazos económicos entre estos países y la UE, ha escrito numerosos artículos y estudios, y ha dado conferencias e impartido clases como profesor visitante en diversas universidades. Del 2000 al 2007, la Cámara de Comercio de Barcelona le nombró director de la zona árabe-mediterránea. En esta etapa se fundó y se ha consolidado ASCAME, organización en la que, del 2002 a 2007, ha desempeñado el cargo de secretario general y a la que sigue estrechamente vinculado como coordinador.
El Mediterráneo: Corredor para unir.
El Mediterráneo es un mar de unión. Está situado en un punto donde los continentes de Asia, Europa y África están muy próximos entre sí, lo que hace de este mar no solo un vecino para las regiones cercanas, sino también para todo el mundo, con lo que está rodeado de cientos de millones de habitantes.
En sus orillas hace 2000 años se creó el primer concepto de puerto libre -con los caldeos, fenicios y cartagineses- como plataforma alternativa para facilitar el comercio y la logística de los mercaderes.
Hoy como ayer consolidar el MareNostrum por sus ventajas naturales en una gran centro logística internacional es el reto que deben perseguir ambas riberas, crear una red de comunicación terrestre, airea y marítima en definitiva un espacio compartido de comunicación para impulsar el desarrollo y consolidar la economía regional .
La logística es una de las columnas principales de apoyo para el desarrollo continuo de las economías y su indicador de competencia a nivel global. La creciente internacionalización de las operaciones requiere un especial énfasis en el rendimiento global de las redes de distribución y suministro.
La logística del comercio, o la capacidad de los países y las empresas para exportar productos a los mercados internacionales, es un ingrediente clave para la competitividad económica, el crecimiento y la reducción del paro o la pobreza. El bajo rendimiento logístico crea una pérdida irrecuperable para productores y consumidores por igual, y el resultado es una pérdida neta de recursos. Por el contrario la mejora de la logística del comercio daría un impulso positivo a la economía.
Las grandes transformaciones en los últimos años, ofrecen unas reformas profundas con la perspectiva de crear de una gran área de integración económica Mediterránea, y el hecho de que la UE representa el mayor socio de los países de la zona, tendría que ayudar a impulsar la construcción, modernización y gestión de las infraestructuras imprescindible para esta nueva zona de Unión del Mediterráneo, un área de 43 países, de 800 Millones habitantes, que no sólo representa el 20 % del PIB mundial, un área en la que su eje central es el mediterráneo
El mar mediterráneo cuenta con aproximadamente 45.000 km de costas, de los cuáles 19.000 km representan costas isleñas, supone el 30% del comercio marítimo mundial por volumen, hay una ruta de tránsito para alrededor del 25% del tráfico marítimo petrolero y más de 450 puertos y terminales. Cada puerto Mediterráneo importante recibe anualmente más de un millón de cruceros de turismo. La pesca de la UE representa aproximadamente el 46% de las naves de la Unión Europea, también es una de las regiones del mundo con mayor patrimonio histórico y cultural, y recibe el 30% del turismo mundial.
Pero es imprescindible una mejor integración de las infraestructuras, desarrollar la interconexión Sur – Sur, su enlace con la red Trans-Europea, y los corredores multimodales, las autopistas del mar, las autopistas trans-Maghreb, los corredores multimodales sobre todo el corredor mediterráneo que debería ser primordial. Porque en un mercado global, la necesidad de ofrecer mejoras en costes y utilizar los recursos de manera eficiente obliga a las cadenas logísticas a prestar más atención a los aspectos asociados a la “intermodalidad”, Hubs, puertos regionales, y sobre todo, la gestión de los “stocks”.
Pero esta región flaquea por el costado sur, el potencial económico en esta orilla aún está por liberar a causa de la falta de una verdadera integración que impide atraer inversiones y crecer,la respuesta está en relanzar la región Mediterránea, una acción vigorosa hoy más necesario que nunca a pesar de los contratiempos y los conflictos.
Teniendo en cuenta los difíciles momentos económicos que vivimos, la mejora de la logística del comercio debe ser un asunto de todos. La logística es necesaria para hacer florecer la economía y la población, e incluso para sobrevivir. Por ejemplo, el transporte y la logística afectan directamente el precio y la disponibilidad local de alimentos. En los países en desarrollo,el impacto el transporte y la logística representanentre 20-60% sobre los precios de los alimentos entregados. Ellos constituyen para algunos países el 40% del costo del trigo importado. Así que en un momento de precios altos de los alimentos y materias primas, potenciar y mejorar el sector logístico es necesario.La competitividad también es el resultado de la reducción del tiempo y costes de transporte.
A parte de las grandes inversiones que se han hecho en la orilla norte, Más de 160.0000 Millones de Euros se han invertido hasta 2011 en planes y proyectos de transporte e infraestructuras en la región desde Magreb, el mediterráneo oriental hasta el Golfo a pesar de la recesión económica mundial, la próxima década, será testigo de grandes cambios están previstas inversiones de 250.000 Millones de Euros para sector marítimo, aeropuertos y 200.000 millones para ferrocarriles.
Las necesidades de la inversión en el sector es de alrededor del 2% de PIB,una suma que el sector publico no puede hacer frente y la aportación del sector privado será necesaria.
Para llegar a buen puerto hay que superar los obstáculos y trabajar para profundizar en el partenariado con el fin de controlar mejor los retos del desarrollo y favorecer las reformas en este sentido, reforzar la capacidad de las instituciones internacionales -para que asuman riesgos en la financiación de infraestructuras-y facilitar el acceso de los organismos financieros y de los operadores apostando por un mayor rol del sector privado podrían ayudar en este camino
A pesar de las dificultades, se perciben en la región aires nuevos, y apuestas claras, la tarea será difícil pero no imposible Los mediterráneos deben trabajar para volver a situar este mar como lo empezaron los pioneros, en una gran plataforma capaz de competir con otras regiones, Esto solo puede hacerse realidad con una alianza entre ambas orillas en éste que es un «Mar de todos».