Los 20 pilares del inno-liderazgo

Los 20 pilares del inno-liderazgo

octubre 5, 2014 Desactivado Por inQualitas
Silvia Leal

Silvia Leal

Experta en Innovación y Nuevas Tecnologías, es investigadora, consultora, conferenciante y terapeuta. Directora académica de programas de Innovación y Tecnología del IE Business School, es coautora del libro Ingenio y pasión (2013). Es también miembro del Consejo de la red de negocios CIONET | What’s next y asesora de la Comisión Europea (Agenda Digital, e-Skills).

Los 20 pilares del inno-liderazgo

Las reglas de los mercados mutan a una velocidad creciente. Para triunfar, e incluso para sobrevivir, son necesarias nuevas formas (originales y arriesgadas) de competir. Las ideas para hacerlo pueden surgir del azar, fenómeno que se conoce como serendipia. Es posible tener suerte y lograr que un descubrimiento fortuito provoque una disrupción de éxito en el mercado, pero no es frecuente. Para que las ideas lleguen, hay que prepararse. Por ello, si quieres liderar en el ambicionado terreno de la innovación empresarial, y convertirte así en un inno-líder, toma nota de los siguientes consejos. Si aplicas estos must, no podrá frenarte nada, ni nadie.

 

1. Actualiza tu software mental

Los sistemas educativos tradicionales han programado nuestro mecanismo de pensamiento bajo una fuerte influencia de disciplinas científicas como las matemáticas, la física o la estadística. ¿Influencias negativas? No, no lo han sido. En su momento era necesario estimular el razonamiento lógico-convergente, pero el paradigma ha cambiado y hoy ya no es suficiente. La innovación se ha consolidado como una cuestión de supervivencia empresarial, lo que ha convertido el pensamiento creativo-divergente en una parte esencial del liderazgo que demandan los nuevos tiempos. Por este motivo, si quieres escribir el futuro de los mercados, asegúrate de fomentar el funcionamiento de los dos hemisferios de tu cerebro así como de fortalecer las conexiones existentes entre ambos. ¿Por dónde empezar? Tienes cientos de técnicas a tu alcance. Comienza por conocerlas y, si no te convence ninguna, escribe la tuya. Si a ti te funciona, no busques más. Será la buena.

 

2. Medita, te lo recomienda la ciencia

Está científicamente probado que la meditación influye sobre las ondas cerebrales alfa y theta. Como resultado, su práctica ayuda a equilibrar los dos hemisferios cerebrales, facilita la concentración y proporciona agilidad mental. De hecho, como muestran cientos de investigaciones de universidades tan reconocidas como Harvard o el MIT, sus beneficios son aún mayores: agranda el volumen del hipocampo, fomenta la autorregulación organísmica, es un poderoso antídoto para hacer frente a la enfermedad y, por si fuera poco, aumenta la sensación de felicidad.

En pocas palabras, no hay una receta más eficaz para mejorar nuestro rendimiento y bienestar y, sin embargo, todavía son muchos los que ni siquiera la han probado. Si quieres liderar los nuevos tiempos necesitarás un cerebro de alto rendimiento y una energía corporal que no podrás conseguir de mejor manera. ¿Necesitas más motivos para empezar?

 

3. Conócete a ti mismo

Aunque me encantaría, no puedo afirmar que esta frase sea mía. Se la he tomado prestada a Sócrates, quien a su vez la tomó del frontispicio del templo del Oráculo de Delfos, recinto sagrado al que acudían los griegos para consultar a los dioses. Debemos aprender cosas nuevas cada día: conocimientos técnicos, errores de fracasos, etc. Sin embargo, el mayor aprendizaje se hace desde la desestructuración de uno mismo (ruptura de viejos patrones, mecánicas) y la posterior reestructuración desde nuevas perspectivas. Preguntas como: ¿cuáles son mis debilidades?, ¿mis fortalezas?, ¿mis limitaciones?, ¿mis mecanismos automáticos?, ¿mis falsas percepciones?, ¿mis responsabilidades no asumidas? y ¿mis propias proyecciones en los demás? te darán la conciencia que necesita un buen líder y te fortalecerán.

 

4. Diferénciate y muéstralo

Las estadísticas son demoledoras. En el estudio Diversity and Performance Report, encargado por la UNESCO a la agencia de calificación BMJ Ratings en 2009, la diversidad sociocultural explicaba que el 49% de la variación de los resultados económicos de las 120 multinacionales analizadas provenía de su diferente grado de diversidad. Este trabajo no dejaba lugar a dudas: lo que te hace distinto de los demás es rentable. Por ello, debes dedicar el tiempo que sea necesario a encontrar la respuesta a cuál es tu valor diferencial. Cuando lo tengas, muéstralo, no lo escondas. Todos sabemos que no siempre será fácil hacerlo. Vivimos envueltos en una sociedad que, en demasiadas ocasiones, es incapaz de reconocer el valor de lo nuevo y de aquellos que se atreven a sobresalir. Por el contrario, actúa boicoteándolos, desperdiciando así su rentabilidad. Es un riesgo natural en tu camino hacia el inno-liderazgo. Tenlo muy presente y no lo temas, adelántate a él.

 

5. Eres tu mejor inversión, invierte en formación

La formación consume tiempo, recursos y tiene un claro coste de oportunidad. Por este motivo son muchas las personas que no la incorporan como parte de su apuesta personal individual. Sin embargo, si quieres ser un inno-líder, para ti no es una elección: la formación es imprescindible. Toma buena nota de esta frase: sin formación no hay innovación. En otras palabras, tu impulso innovador sólo podrá convertirse en algo tangible y rentable si estás preparado para hacerlo. Por ello, si quieres liderar los nuevos tiempos, no ahorres aquí, invierte en tu formación y no te olvides nunca de que eres tu mejor inversión.

 

6. No temas a las nuevas tecnologías, únete a ellas

La evidencia está ahí, muy presente: hoy la innovación es esencialmente tecnológica. Las nuevas tecnologías han traído consigo numerosas oportunidades que no debes dejar pasar. Esta es la razón por la que, si aspiras a convertirte en un inno-líder sostenible, no podrás prescindir de ellas. Ahora sé objetivo y reflexiona: ¿qué papel juegan estas herramientas en tu vida? ¿Son parte natural de tu día a día? ¿Estás cómodo con ellas? ¿Extraes todo su potencial en tu vida personal? ¿Y, en la profesional, lo haces? ¿Las temes o, por el contrario, son tus aliadas? Si aún no lo son, cambia el chip. Sin ellas, no lo podrás conseguir.

 

7. Elimina tus fugas de energía

Todo gira alrededor de la energía. Los derviches giran sobre sí mismos, una y otra vez, hasta llegar al trance, canalizando desde ese estado el flujo de energía con el universo. Para la cultura hindú, los siete chakras representan nuestros centros de energía (receptores, asimiladores y transmisores) y son esenciales para mantener la salud espiritual, física, emocional y mental. En la actualidad, numerosas revistas científicas, como Harvard Business Review, evidencian en sus artículos la necesidad de una buena auto-gestión de la energía individual para liderar al máximo nivel. Sin embargo, mira a tu alrededor y responde a estas preguntas: ¿cuántas personas conoces que se preocupen por cuidar su energía? ¿Qué cuiden de no malgastarla o de canalizarla de forma correcta? Por el contrario, ¿cuántos conoces que no lo hagan? ¿Qué no tengan tiempo para ello? ¿Te encuentras tú aquí? Si la respuesta es sí, asegúrate de eliminar tus fugas energéticas o, mucho me temo, que te impedirán llegar lejos.

 

8. No malgastes tu tiempo

El tiempo es un recurso escaso, limitado y limitante. Es, además, un elemento inelástico, perecedero, no-almacenable y no-intercambiable.

Como consecuencia, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que es el recurso más valioso que tenemos. Desafortunadamente, es también una de las principales causas de ansiedad y estrés en la vida, lo que ha llevado a que se haya consolidado como un tema de enorme interés desde la antigüedad. A pesar de ello, son muchos los que viven su vida como si fuera para siempre. No se dan cuenta de que aquí no hay excepciones: el tiempo no se puede comprar. Si, de verdad, quieres ser un buen líder no olvides nunca la advertencia de Peter Drucker: “si no se gestiona bien nada estará bien gestionado”.

 

9. Levanta la cabeza

Cuida tu autoestima y muestra a los demás de lo que eres capaz. Esta vez le tomaré prestado el must a Jorge Urrea, reconocido experto en desarrollo personal y profesional, que afirmaba en Ingenio y pasión: “si caminas cabizbajo y pesaroso no podrás ver el paisaje ni tu próxima meta. Además, la imagen que darás de ti mismo ante ti y ante los demás será la de un perdedor al que nadie le querrá comprar un producto, una idea, ni por supuesto dar una nómina”. Los demás pensarán que te pesa la vida, que no te quedan fuerzas y que estás agotado. Casi todos buscamos personas que nos carguen de energía vital y huimos de aquellas que nos lastran. Por ello, si quieres liderar, desarrolla una autoestima sana y muéstrasela al exterior. Te hará más atractivo personal y profesionalmente y conseguirás que te sigan.

 

10. Sé optimista y sonríe

El optimismo es una actitud mental que acompaña a las personas de éxito en todos los ámbitos. Su mecanismo de funcionamiento sobre nuestro cuerpo no necesita mucha explicación: es un potente generador de energía individual. ¿Quién no lo ha podido comprobar alguna vez? Está científicamente demostrado: influye sobre nuestra salud (física y mental), sobre el terreno social y, por supuesto, sobre el desempeño en el ámbito académico y profesional. Es más, y por si fuera poco, es contagioso, dado que las personas optimistas son capaces de inundar su espacio vital y fomentan el pensamiento positivo en su entorno. ¿Crees que es algo de lo que puedes prescindir si apuestas por el inno-liderazgo? No lo es, sé optimista y sonríe. Puedes elegir, y te hará el camino mucho más fácil.

 

11. Coge las riendas de tu vida

¿Cuál es tu percepción de control sobre tu propia vida? ¿Sientes que la gobiernas o que la gobiernan otros por ti? ¿Está escrito el futuro? ¿Asumes la responsabilidad de tus actos? Son ya muchas las investigaciones que han evidenciado que asumir la responsabilidad de los propios actos está relacionado con el olfato para el mundo de los negocios, pero también con su exitosa ejecución. En la misma línea, está demostrado de forma empírica que los emprendedores que triunfan tienden a atribuir la causa de su éxito a su conducta y gestión, mientras que los que fracasan, en demasiadas ocasiones, no asumen su parte de responsabilidad. Por todo ello, si quieres liderar, coge las riendas de tu vida, no se las entregues a los demás.

 

12. Mira siempre al frente

El futuro está cargado de incertidumbre y nuevos retos, pero también de oportunidades que no puedes desaprovechar. Para hacerlo, necesitarás canalizar con eficiencia tu energía creadora hacia la generación de ideas rentables y, si apuestas por vivir anclado en el pasado, no lo conseguirás. Aprende mucho tanto de tus éxitos como de tus fracasos, pero mira siempre al frente. Con esta actitud superarás y rentabilizarás tus fracasos. Si, por el contrario, has tenido muchas experiencias positivas, te ayudará a mantener la atención y a no relajarte. Te mantendrá alerta y con la atención constante que necesita el liderazgo sostenible en estos momentos de aceleración histórica de los que no se libra nadie.

 

13. Observa tus miedos

No cierres los ojos. Identifica tus miedos. Obsérvalos. Míralos de cerca y busca respuestas: ¿cómo han podido llegar hasta ahí? ¿A qué tienes miedo? ¿Tienes miedo al miedo? Este sentimiento es una señal emocional de advertencia sobre la proximidad de un peligro físico o psicológico. Por ello, Charles Darwin nos lo mostró como un mecanismo imprescindible para la supervivencia. Es una emoción que puede protegernos y evitar que suframos daños. Cuando lo sientas dentro de ti, tenlo muy presente: el miedo no es malo. Todos tenemos miedo, es humano. El problema es no saber gestionarlo. No permitas que tus miedos te bloqueen. Descubre cuáles son y cómo se arraigaron en ti. Si lo haces podrás expandir tu potencial más allá de tus propios límites porque, consciente o inconscientemente, te los marcan ellos.

 

14. Fracasa con inteligencia

No tengas miedo a fracasar, pero hazlo siempre de forma inteligente. Si eres capaz de superar tus caídas y de extraer nuevas lecciones vitales de cada una de ellas, se convertirán en tus mejores aliadas. Winston Churchill lo tenía muy claro: “el éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”. Tras cada fracaso, haz una profunda reflexión que te permita comprender los errores que has cometido en el camino. No los olvides y dales el espacio que les corresponde como fuente de aprendizaje. Si lo haces, te empoderarán. Esta es la razón por la que aquellos que lo saben acaban incluso presumiendo de sus heridas de guerra.

 

15. Apasiona y apasiónate

Según el trabajo de investigación de Gary Hamel, reconocido experto del management moderno, la pasión determina cerca del 35% de las probabilidades de éxito en una acción. A pesar de ello, según un estudio de Towers Perrin, el 85% de las personas van a trabajar en cuerpo, pero no en alma. ¿Cuál crees que puede ser el impacto de estas evidencias empíricas sobre la competitividad empresarial? ¿Y sobre tu propio éxito profesional? Apasiona y apasiónate. Busca motivos para no vivir tu vida como si estuvieras de paso. Serás más eficaz y eficiente, pero además generarás endorfinas. Estas hormonas actúan como analgésicos y euforizantes naturales y tienen un papel crucial sobre tu felicidad. Triunfarás, brillarás y los demás querrán acompañarte.

 

16. Usa tus ojos para escuchar

Desde las etapas más tempranas de la infancia nos enseñan a escuchar (a los padres, educadores, etc.) pero ¿nos enseñan a hacerlo bien? Los experimentos del psicólogo Albert Mehrabian dieron lugar a la famosa regla del 7-38-55, según la cual el 7% del mensaje que recibimos procede de las palabras, mientras que el resto es resultado del tono de voz (38%) y del lenguaje corporal (55%). Investigaciones en este mismo campo, como la del antropólogo Raymond Birdwhistell, aportaron porcentajes menos disruptivos. Según su trabajo, cerca de un 35% de la comunicación proviene del contenido verbal, mientras que el 65% restante es resultado del lenguaje corporal. Se trata, en ambos casos, de resultados de laboratorio, que en muchas ocasiones han sido malinterpretados (o interpretados con extrema rigidez) pero que, sin lugar a dudas, evidencian la importancia de escuchar con los ojos muy abiertos. Hazte esta pregunta: ¿sabes escuchar de verdad?

 

17. No hagas sombra, ofrécela

No les temas. Si puedes elegir, en tu equipo incorpora siempre a los mejores. Rodéate de ellos. No les hagas sombra, por el contrario, sé inteligente y dásela. Si reconoces en público sus éxitos y les apoyas cuando fracasen, se convertirán en tus aliados incondicionales. Te harán más fuerte. Si los que te rodean tienen mucha luz y les intentas apagar, tarde o temprano cambiarán de lugar. Ten cuidado porque, si lo haces, es muy probable que sean ellos quienes te acaben por eclipsar a ti. No te extrañes: el tiempo acaba poniendo casi siempre las cosas en su sitio.

 

18. No hagas el viaje solo

La aventura de la innovación es larga y, si la eliges, serán muchos los enemigos a los que tendrás que enfrentarte. Son aquellos que padecen el síndrome de “pero si hasta ahora funcionaba”. Hacer las cosas exactamente así, a su manera, les ha permitido llegar lejos y se sienten seguros. ¿Por qué van a cambiar la forma de hacerlas? Es natural que levanten resistencias frente a las corrientes que demandan un cambio. Casi todos haríamos lo mismo en su situación. Ayúdales a comprender que no hay elección, que la innovación es una exigencia de los nuevos tiempos y –¿por qué no?– conviértelos en tus aliados. Demuéstrales que es un camino rentable y que ellos también lo pueden recorrer con éxito. Si lo consigues, tendrás menos enemigos y, además, su energía te robustecerá para el resto del viaje.

 

19. Elige bien a tus enemigos

Por supuesto, es mejor que no los tengas y, si es inevitable, cuantos menos tengas mejor pero, ¿quién no los tiene? ¿Conoces a alguien que no los haya tenido alguna vez? Y tú, piénsalo dos veces antes de responder, ¿los tienes? ¿Quiénes son? ¿Los has elegido tú? Casi siempre están ahí. Los celos, la envidia, la ambición o el miedo están muy presentes en nuestra sociedad y, si destacas, en algún momento serán los responsables de que te los encuentres. Por ello, elige muy bien a qué enemigos vas a dedicar tu preciada y limitada energía y no olvides nunca que, como nos advertía Jorge Luis Borges, “tarde o temprano acabarás pareciéndote a ellos”.

 

20. Para la innovación: ingenio y pasión

Las empresas y los profesionales que aspiren al liderazgo innovador deberán comprender que la innovación no es fruto directo de la financiación, sino el resultado de la energía creadora de las personas. Por ello, tanto si diriges una empresa como si eres un profesional emprendedor, debes aprender a gestionar con eficiencia el capital intelectual y la energía creativa, tanto la tuya como la de los demás. Si apuestas por ello, toma nota de la fórmula infalible para hacerlo: aprende a agudizar el ingenio empresarial y a desatar la pasión por la innovación. Si la aplicas, eliminarás las fugas de creatividad y pondrás el dispositivo innovador a funcionar a toda máquina. Ahora que ya la conoces, ¿a qué estás esperando? No pierdas ni un segundo más, te espera un futuro prometedor.



Extracto de la obra 20 listas geniales de 20 pensadores sobresalientes. Lid Editorial, 2014