Liderazgo mundial en explosivos de uso civil
agosto 3, 2014Núria Ribas
Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene un postgrado en Comunicación y Estrategia Política por el ICPS (Institut de Ciències Polítiques y Socials, adscrito a la UAB) y ha realizado estudios en el Postgrado de Periodismo Digital por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya). Los primeros años de su carrera profesional se desarrollaron en el ámbito de los gabinetes de prensa, en especial en el departamento de Prensa y de Presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona y como jefa de prensa del partido político Iniciativa per Catalunya-Verds. Su etapa en la Cámara de Barcelona la compatibilizó con colaboraciones en prensa económica, de manera preferente en el semanario Dossier Econòmic. En 2003, se trasladó a Madrid, donde ejerció de corresponsal parlamentaria para el periódico El Punt de Barcelona y el semanario de política y sociedad Actual. En 2005, asumió la subdirección del mensual especializado en economía y empresa, Dossier Empresarial. Se mantuvo en la subdirección cuando la publicación pasó a ser semanal en 2008 y en septiembre de 2011 es nombrada directora de la misma hasta su cierre, en abril de 2014. En la actualidad ejerce como periodista freelance, especializada en biotecnología, economía y política.
MAXAM, la conjunción entre historia y liderazgo global
Muy pocas empresas en el mundo —y probablemente ninguna en España— pueden presumir de haber sido fundadas por un personaje conocido en todo el planeta, seguir en el mercado casi 150 años más tarde y haberse posicionado como uno de los líderes globales en su sector. MAXAM sí puede.
Un caluroso 31 de julio de 1872, Alfred Nobel constituía en Bilbao la SED, Sociedad Anónima Española de la Pólvora Dinamita. Seis años antes, Nobel había patentado en Suecia un nuevo explosivo que, según el propio científico, “(…) es sencillamente nitroglicerina combinada con un silicato muy poroso…”. Este invento, la dinamita, revolucionaría las industrias extractivas y la ingeniería.
El hombre que daría nombre a los galardones más famosos del mundo no fue el único que creó empresas productoras de explosivos en nuestro país. En 1896, había nueve empresas dedicadas a esta actividad. Fue entonces cuando, lideradas por la compañía de Nobel, las nueve empresas productoras de explosivos que operaban en España se unieron para crear UEE (Unión Española de Explosivos).
A partir de aquí, se suceden diversos hitos en la historia de la compañía que irían configurando lo que hoy en día son las distintas divisiones que conforman MAXAM. Serían casi 100 años, de 1896 a 1994, de intensa actividad empresarial que pasarían por la fusión con la Compañía Española Minas de Rio Tinto (que dio lugar a las siglas ERT), la fusión de esta con CROS (creando ERCROS) y, finalmente, la reconstitución de UEE como empresa independiente, con la conversión de su equipo directivo como accionistas de referencia en 1994 (colectivo que se ha ido ampliando con los años y que, en 2006, se convertirían en mayoritarios).
La unidad de Civil Explosives es la tercera compañía por facturación en el mercado global de explosivos para uso civil.
Estos cien años, pues, dieron para mucho: comenzar aún en el siglo XIX la producción y comercialización de cartuchos para caza y actividades deportivas (actualmente, MAXAM es líder mundial en este campo, con la producción más de 500 millones de cartuchos al año) o iniciar la actividad de defensa, en 1911, con un primer pedido de pólvoras militares para la Marina española.
Cambio de época, cambio de mentalidad
A pesar de esta brillante trayectoria, los cambios profundos que la globalización económica provocan en los modelos de negocio y en las dinámicas empresariales de todo el mundo dejaron a UEE en una situación realmente crítica cuando, en 1990, asume las riendas de la compañía el que hoy es su presidente, José Fernando Sánchez-Junco Mans. Como reconoce él mismo, “aquella situación se abordó sobre todo mediante una profunda reestructuración industrial y realizando una completa reorganización interna que nos preparó para abordar nuestra internacionalización. Han pasado casi dos décadas y media y hoy MAXAM es una compañía global con instalaciones productivas en más de 45 países de los cinco continentes”.
Efectivamente, tras un profundo proceso de reestructuración y ajuste, la compañía inicia una fase de recuperación y expansión internacional que será la clave de su éxito actual y que, entre otras cosas, culminó, en el año 2006, con el nacimiento de una nueva marca, MAXAM, y una nueva imagen. Pero antes, algunos éxitos en distintos proyectos fueron los que permitieron recrear, a partir de toda la experiencia anterior y la proyección hacia el futuro y el mundo global, esta nueva identidad corporativa.
Por ejemplo, el lanzamiento de Rioflex en 1999, un hidrogel desarrollado a partir de I+D propia e integrado en la división de Explosivos Civiles. En este campo, como veremos, MAXAM es número uno en Europa y ha conseguido situarse como la segunda compañía con operaciones globales. O, diez años más tarde, en 2009, como desde la misma división MAXAM es la encargada de diseñar y ejecutar las voladuras del Canal de Panamá, algo que evidentemente reportaría a la empresa un importante prestigio internacional.
Y es que junto con los avances tecnológicos que, desde la década de los 90, va consiguiendo la compañía, MAXAM también ha basado su éxito en la apuesta total por la internacionalización y en la reestructuración de algunas de sus estructuras.
Así, en el año 2002, la compañía crea MAXAM Chem, la unidad de negocio encargada de la gestión de las materias primas que la empresa necesita para el resto de sus actividades (Civil Explosives, Outdoors y Defence).
En cuanto a su faceta internacional, esa que le ha permitido estar presente en más de 45 países en los cinco continentes, el equipo directivo que acomete el reflotamiento de la compañía realiza algunos movimientos que definirían la posterior posición global de MAXAM, a través de la apertura de filiales o de la compra de otras empresas bien posicionadas en el extranjero.
Es el caso de la adquisición de Eley Hawk, el principal fabricante de cartuchos de caza en el Reino Unido, en el año 2002. O la internacionalización de la división de Defensa, primero hacia Dinamarca (año 2008) y posteriormente con instalaciones en Bulgaria, Italia y Estados Unidos (y preparándose en el momento actual para comenzar la actividad de desmilitarización también en Brasil). En esta línea, MAXAM es líder europeo. En 2011, la división de explosivos civiles (MAXAM Civil Explosives) se convierte en el proveedor único de productos y servicios de voladura en Oyu Tolgoi (Mongolia), una de las mayores minas de oro y cobre del mundo.
Como es lógico, conjugar las distintas idiosincrasias, culturas empresariales, diferencias horarias y legislativas además de las distancias kilométricas que esta dispersión geográfica comporta es uno de los principales retos a los que se enfrenta la gestión del grupo cada día. Desde la dirección de MAXAM se afronta esta dificultad a través de “unos principios claros y, al mismo tiempo, capacidad de ser flexibles”. Principios, aseguran, que guían las áreas clave de actividad: “prevención de riesgos y salud laboral, calidad, seguridad, medio ambiente y tecnología”.
Esta combinación de estrategias, valiente pero mesurada al milímetro, ha demostrado ser más que acertada. Hoy, MAXAM es un grupo industrial formado por más de 140 compañías, más de 6.500 empleados en todo el mundo, situado en más de 45 países y vendiendo a un centenar de países de los cinco continentes. Su principal mercado es Europa, de donde proviene el 44% de su facturación, seguido de África (12%), Latinoamérica (11%), Norteamérica (otro 11%) y Asia (el 10%). El resto se lo reparten entre Australia y Rusia.
La progresión económica del grupo es, además, fulgurante. La facturación en 2013 fue de 1.100 millones de euros (en 2005 era de 341 millones) y el EBITDA (resultado empresarial antes de impuestos, amortizaciones) pasó de 50 millones, en 2005, a los 132 millones de euros en 2013.
El 71% de la facturación total de MAXAM provino, en 2013, de Civil Explosives.
Las seis patas de negocio
MAXAM nace de la Química y en ella se asienta para desarrollar sus actividades: Civil Explosives, Outdoors, Defence, Chem y Energy.
La más joven de todas las divisiones es MAXAM Energy, nacida en 2006, el mismo año de hecho en el que se crea la marca corporativa de MAXAM. Energy se crea como compromiso de sostenibilidad y para dar continuidad a proyectos iniciados anteriormente en los campos de sistemas energéticos y aprovechamiento de recursos. La energía eólica es una de sus principales actividades y esta división tiene como principales clientes tanto a operadores eléctricos como al propio grupo MAXAM, cubriendo sus necesidades internas en este sentido.
Civil Explosives, es la unidad de negocio encargada de la producción, distribución y comercialización de productos (explosivos civiles y sistemas de iniciación) y servicios de voladura para los sectores de minería, canteras y construcción. Civil Explosives es número uno en Europa y tercera compañía por facturación en el mercado global de explosivos para uso civil. Suministra nada menos que 1,6 millones de kilos de explosivos cada día en todo el mundo. Es, sin duda, la división más importante para la empresa: el 71% de la facturación en 2013 provino de Civil Explosives.
Con lo que MAXAM es líder no solo en Europa sino en todo el mundo es con su división Outdoors. Con sus cartuchos de caza, componentes y pólvoras tiene como principales clientes a los clubes de tiro de todo el mundo. En este campo, MAXAM Outdoors fabrica más de 500 millones de cartuchos al año. El target objetivo no es poca cosa: se calcula que existen unos 44 millones de deportistas tiradores en todo el mundo y que el impacto económico anual de la caza a nivel mundial es de 56.000 millones de dólares.
Con sus cartuchos de caza, componentes y pólvoras la división Outdoors tiene como principales clientes a los clubes de tiro de todo el mundo.
En la actividad de defensa, MAXAM Defence, con el nombre comercial de EXPAL, proporciona municiones y productos energéticos, sistemas de armas y servicios de mantenimiento y desmilitarización. Esta última actividad, la desmilitarización, es seña de identidad de la compañía, en la que es la empresa líder en Europa en el campo de la recuperación, reciclaje y reutilización de armamento. Los principales clientes de esta división son Ministerios de Defensa y cuerpos de FF.AA. de más de 40 países, así como otras compañías del sector de defensa y seguridad.
MAXAM Defence proporciona, entre otros, servicios de desmilitarización, una de las señas de identidad de la compañía.
La cuarta división, Chem, es número uno en Europa y sus principales productos son nitrato amónico, ácido nítrico y nitro celulosas; productos químicos que el grupo necesita como materias primas para el resto de sus actividades, aunque también vende a terceros. Esta es una división estratégica que posiciona a MAXAM dentro del sector químico. Algunas de sus magnitudes son realmente espectaculares: fabrica más de 35 compuestos químicos, 180.000 toneladas anuales de nitrato amónico (repartidas entre las factorías de Mazingarbe, Francia, y de Chirchiq, en Uzbekistán) y 4.000 toneladas al año de nitrocelulosa en su factoría de Bergerac, en Francia.
MAXAM Chem fabrica más de 35 compuestos químicos, 180.000 toneladas anuales de nitrato amónico y 4.000 toneladas al año de nitrocelulosa.
La RSC como línea de acción
La Fundación MAXAM es el mascarón de proa de la política de Responsabilidad Social y Corporativa (RSC) de la compañía. Pero antes de exponer cuándo, cómo y porqué nace es interesante destacar que MAXAM también aborda la RSC desde su propio core business (con la división de Energy, por ejemplo) o con la propia distribución accionarial de la empresa. No es frecuente que una gran empresa global como es MAXAM tenga como principales accionistas (con un 55% del total desde el año 2012) a su equipo directivo.
Y divisiones como la de Energy apuestan claramente por las energías renovables para conseguir un sistema sostenible a lo largo del tiempo. Por poner solo un ejemplo, con el programa de reforestación llevado a cabo por la compañía, desde el año 2002, se han plantado más de 1.6 millones de árboles.
La Fundación MAXAM, entre otras actividades, se encarga de organizar, conservar y divulgar el patrimonio histórico y artístico que la compañía ha ido creando desde sus orígenes, en 1872, hasta hoy.
Aun así, es la Fundación MAXAM su apuesta más visible en cuanto a RSC. Básicamente, se encarga de organizar, conservar y divulgar el patrimonio histórico que la compañía ha ido creando desde sus orígenes, en 1872, hasta hoy. Su ámbito de actuación es amplísimo y recoge desde la promoción de actividades con fines cívicos y educativos hasta labores de investigación y progreso tecnológico. Como recuerda el propio presidente de MAXAM, “toda empresa tiene un papel social más allá del industrial y empresarial”.
www.maxam.net