Excelencia técnica e I+D+i en plásticos de ingeniería

Excelencia técnica e I+D+i en plásticos de ingeniería

octubre 6, 2013 Desactivado Por inQualitas
Xavier Duran
Xavier Duran, licenciado en Ciencias Químicas y doctor en Ciencias de la Comunicación, ha colaborado en diversos medios de comunicación, casi siempre en temas de divulgación científica. Actualmente trabaja en TV3. Ha publicado los libros: El cervell polièdric (versión castellana: Secretos del cerebro, Ed. Algar); Paseos por la Barcelona científica (Ayuntamiento de Barcelona); L’artista en el laboratori, pinzellades sobre art i ciència (publicado en castellano por la Universidad de Valencia); Molècules en acció, del big bang als materials del futur, editado por Edicions de la UPCPer què les lleones no els prefereixen rossos (i seixanta curiositats científiques més), y 100 molècules amb què la química ha canviat (poc o molt) la història.

UBE Corporation Europe SA

En el polígono El Serrallo de Castellón se halla la base industrial de UBE Corporation Europe SA, sociedad holding del grupo japonés UBE. Junto a la fabricación de diversos y destacados productos químicos en cantidad y calidad, hay que resaltar que se trata del primer núcleo de I+D (Investigación y Desarrollo) de esta empresa fuera de Japón. Antes de explicar el origen y la evolución de esta planta castellonense es importante conocer UBE. Se trata de una empresa fundada en 1897 y que toma el nombre de la ciudad donde se creó. Ube es una población situada en la parte sur de la isla de Honshu, que actualmente cuenta con unos 180.000 habitantes —casualmente, aproximadamente los mismos que Castellón—. La empresa empezó su singladura con la explotación de minas de carbón, pero durante el siglo XX incorporó nuevas actividades en sectores diversos: química, plásticos, energía, medio ambiente, maquinaria, cementos, materiales de construcción… Hoy tiene en todo el mundo más de 11.000 empleados y en el año fiscal japonés de 2013 facturó 6.100 millones de euros.

Vista general de la planta de UBE en el polígono El Serrallo, en Castellón.Vista general de la planta de UBE en el polígono El Serrallo, en Castellón.

En la actualidad, UBE es el tercer mayor productor mundial de caprolactama. Este compuesto se polimeriza —se une de forma repetitiva para formar una larga cadena— para dar el Nylon-6, un plástico de ingeniería fácil de moldear y con excelentes propiedades mecánicas. Quizá el nombre de Nylon o poliamida haga pensar en prendas de confección, pero tiene aplicaciones en campos muy diversos como automoción, electrónica, material deportivo, complementos, etc. UBE también produce en sus plantas un gran número de productos muy diversos: caucho sintético, poliimidas, membranas de separación, componentes electrónicos cerámicos, productos de química fina y principios farmacéuticos, cemento, así como maquinara para la industria del automóvil, del acero o del cemento, entre otros muchos.

Detalle del almacén de Nylon. UBE es el tercer mayor productor mundial de caprolactama, compuesto que se polimeriza para dar el Nylon-6Detalle del almacén de Nylon. UBE es el tercer mayor productor mundial de caprolactama, compuesto que se polimeriza para dar el Nylon-6.

Esta empresa más que centenaria y de crecimiento espectacular durante el siglo pasado tiene una importante presencia industrial en Asia, pero también está viviendo un potente desarrollo en América del Norte, Latinoamérica y Europa. Y en nuestro continente y en Latinoamérica es precisamente UBE Corporation Europe S.A. la que lidera la expansión. Es Castellón, pues, una de las bases desde donde se produce el crecimiento sostenible de la empresa japonesa.

El origen de estas instalaciones industriales se debe buscar en el año 1967, cuando se fundó la empresa Productos Químicos ESSO, con capital de esta firma americana y de Banesto. Su objetivo era producir caprolactama. Pero como esta síntesis da como subproducto sulfato amónico, utilizado como fertilizante, la ubicación en Castellón no debía ser casual. Así el subproducto se convertía en un producto más, muy utilizado en los abundantes huertos de naranjos de la zona.

En el año 1975 ESSO vendió la empresa a Banesto y la compañía pasó a denominarse Proquimed. En 1991 fue vendida a British Petroleum y en 1994 ésta lo vendió a UBE Industries Ltd., adquiriendo la actual razón social: UBE Corporation Europe SA. De hecho, en 1993 UBE había adquirido una participación en Proquimed para expandir sus ventas de caprolactama. En aquel momento, Proquimed se enfrentaba a un difícil entorno económico, que quedó superado en 1996, convirtiéndose entonces en una sociedad plenamente consolidada en el grupo UBE, y contribuyendo a acelerar la estrategia de globalización del mismo.

Esta adquisición significó una nueva y fructífera etapa en la modernización, crecimiento y diversificación del grupo y UBE realizó grandes esfuerzos para mejorar las instalaciones y tecnología de su complejo industrial de Castellón, que comenzó a aumentar y diversificar su capacidad productiva. En la actualidad este holding europeo se organiza en torno a las sociedades de fabricación, UBE Chemical Europe SA (productos básicos de química orgánica y fina) y UBE Engineering Plastics SA (plásticos de ingeniería), que son complementadas por las empresas filiales dedicadas a la comercialización, UBE Europe Gmbh (Dusseldorf, Alemania) y UBE Latin America Serviços Ltda. (Sao Paulo, Brasil).

La innovación, la clave

Una cifra puede bastar para valorar el camino recorrido: en 1967 la fábrica de Castellón producía 20.000 toneladas anuales de caprolactama y actualmente se obtienen cada año 95.000 toneladas. Es decir, la producción se ha multiplicado casi por cinco. Si bien esta cifra ya da una idea del crecimiento de la capacidad instalada, debe tenerse en cuenta asimismo la firme política de diversificación e investigación que se ha desarrollado en Castellón. Actualmente se producen en las diversas plantas e instalaciones industriales de El Serrallo, además de caprolactama, el fertilizante sulfato amónico (220.000 toneladas anuales), Ubesol 45 (sulfato amónico de cristal granular, de fácil manipulación, del que se producen 200.000 toneladas al año), hexanodiol, pentanodiol y policarbonatodiol (productos de química fina empleados en la obtención de tintas, suelas de calzado deportivo, pinturas, pieles sintéticas, suelos de madera, componentes de automóvil, etc.), y poliamidas y copoliamidas (plásticos de ingeniería obtenidos de la caprolactama, con aplicaciones muy diversas en automoción, películas y envases para conservación de alimentos, filamentos especiales, o contenedores).

En los últimos años UBE ha ampliado sus instalaciones. En la imagen, la ceremonia de inauguración de nuevas unidades en julio de 2012, con el president de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, y el presidente de UBE, Michio Takeshita.En los últimos años UBE ha ampliado sus instalaciones. En la imagen,
la ceremonia de inauguración de nuevas unidades en julio de 2012,
con el president de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra,
y el presidente de UBE, Michio Takeshita.

Hay que destacar los avances conseguidos gracias a las actividades de I+D, pues la inversión en éste ámbito permitió el desarrollo de varios de los productos que hemos citado, que se empezaron a fabricar en Castellón tras las consiguientes inversiones productivas. Desde el año 2000 se potenció el área de I+D Química, y en 2006 se inauguró un nuevo centro de I+D de Plásticos de Ingeniería, al que siguió en 2011 una unidad de laboratorio para el desarrollo de electrolitos, empleados en las baterías de ión-litio, de aplicación en automóviles eléctricos. Las actividades de innovación e ingeniería han permitido también en el curso de los años diversas mejoras técnicas y ambientales en todos los procesos industriales.

En la actualidad la sociedad tiene 346 empleados en España (aproximadamente un 16% más que en 2005), de los cuales 239 tienen una titulación de Formación Profesional o de ciclos formativos y 102 son ingenieros, licenciados o doctores. La edad media es de 40 años, la antigüedad media en la empresa es de 12 años y el 75% de los trabajadores dominan el inglés (sólo eran el 50% en el 2000). Desde 1994 se han invertido en Castellón 221 millones de euros y en el período 2013-2015 hay una previsión de 56 millones más, lo que daría un total acumulado en 21 años de 277 millones de euros.

El control de calidad de los productos es uno de los elementos clave en UBE.
El control de calidad de los productos
es uno de los elementos clave en UBE.

Pese a la crisis económica de estos últimos años, UBE puso en marcha en 2012 dos nuevas plantas: una para fabricar policarbonatodiol (empleado en materiales de interior para automóviles, cuero sintético, recubrimientos de poliuretano en base acuosa, elastómeros, adhesivos etc.) y otra para producir Ubesol 45, del que ya hemos hablado. De este modo UBE Corporation Europe SA se convertía en el mayor fabricante mundial de policarbonatodiol, con la más amplia diversidad de grados de este producto. Actualmente la empresa está desarrollando un nuevo proyecto de ampliación de su planta de polimerización de nylon en Castellón, contribuyendo al desarrollo de la economía regional y a la creación de puestos de trabajo.

Para pilotar esta evolución es necesario poder contar con empleados con un alto nivel de excelencia y UBE ha ido adaptando y perfeccionando los estándares de selección, creando un equipo joven, internacional, diverso y de gran talento.

Ya hemos destacado la apuesta por la I+D. En este ámbito y en cada una de las dos áreas (productos químicos y plásticos de ingeniería) trabajan diez personas. El área de productos químicos estudia el desarrollo de nuevos productos de química fina (como formulaciones de policarbonatodiol para tintas o barnices con base de agua), la producción de carbonato de glicerol a partir de residuos de biodiesel, la formulación de electrolitos para baterías de ión-litio, nuevos procesos para producir laurilactama (para la obtención de otros tipos de Nylon junto con la caprolactama) o un reactor fotolítico para purificación de aguas. Por su parte, el centro de plásticos de ingeniería investiga nuevos envases Terpalex (un terpolímero con tecnología de UBE, formados por la repetición de tres monómeros distintos), un film de poliamida dotado de altas propiedades retráctiles, o una tubería de alta barrera al fuel, para el sector de automoción.

Este trabajo de I+D se beneficia de colaboraciones con las universidades (Universidad de Valencia, Universidad Jaume I de Castellón, Universidad Politécnica de Valencia, Universidad Autónoma de Madrid y Universidad Complutense), con centros de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) o centros tecnológicos como Aimplas (Instituto Tecnológico del Plástico) o Ainia (Instituto Tecnológico del Sector Alimentario), ambos próximos a Valencia. Los departamentos de I+D han reforzado sus funciones gracias a una colaboración más estrecha con las áreas homólogas de Japón y Tailandia, con el objetivo de poder responder de forma rápida y eficaz a las demandas de los clientes globales del Grupo UBE, ofreciendo productos que son competitivos y respetuosos con el medio ambiente.

Del espacio al medio ambiente

Para comprender la importancia de la I+D en UBE, no sólo en Castellón sino como elemento de identidad de la empresa madre, podemos destacar algunas aplicaciones de sus productos. Uno de ellos, el Thermal Blanket (protector térmico) ha recorrido más de seis mil millones de kilómetros viajando en la sonda japonesa Hayabusa. Se trata de una nave japonesa lanzada en 2003 y que tenía como objetivo obtener muestras del asteroide Itokawa y traerlas a la Tierra, cosa que hizo en 2013. El Thermal Blanket de UBE está formado por varias capas de materiales protectores térmicos (poliimidas) y su objetivo era mantener el perfecto estado de la sonda y de todo su sofisticado equipo electrónico. Debemos pensar que en el espacio la sonda soportó temperaturas que iban desde los cien grados bajo cero hasta los cien grados positivos y que el protector debía permitir el correcto funcionamiento en ambos extremos y evitar el daño de estos diferenciales de temperatura tan amplios. Pero el planteamiento es todavía más complejo, porque mientras funcionan, los equipos electrónicos generan calor, que se debe disipar.

Los productos de UBE basados en poliimidas también se aplican en aviación, ya que permiten reducir el peso de los aviones manteniendo las mismas condiciones de seguridad y las mismas prestaciones. Esto conlleva un ahorro de combustible y, por tanto, una reducción de emisiones de CO2. UBE ofrece así para la industria aeroespacial alternativas a los metales, como el Upimol, formado por poliimida en polvo, o el Upilex, fabricado con espuma de poliimida, que permiten reducir el peso de las aeronaves, manteniendo la protección al calor.

Plantas de Nylon 6 y de copoliamidas, unos plásticos de ingeniería obtenidos también de la caprolactama con aplicaciones muy diversas en varios sectores.Plantas de Nylon 6 y de copoliamidas, unos plásticos de ingeniería obtenidos también de la caprolactama con aplicaciones muy diversas en varios sectores.

Pero UBE no sólo produce materiales basados en la química orgánica. El Tyranno Fiber es una fibra cerámica continua que contiene titanio y carbono, y ofrece unas propiedades de protección térmica incluso por encima de los mil grados. No sólo se utiliza en la industria aeroespacial sino también en automoción, para fabricar, por ejemplo, filtros de partículas para motores diésel.

Estos productos y sus aplicaciones nos han introducido en el tema ambiental. Aparte de fabricar elementos como éstos para contribuir al ahorro energético o a disminuir la contaminación, en UBE la preocupación ambiental también se plantea respecto al reciclaje. En Japón se producen cada año unos 430 millones de toneladas de residuos como escorias, lodos, restos de materiales de construcción y plásticos fuera de uso. Como estos residuos contienen los mismos ingredientes que algunas materias primas como la cal y también ciertos minerales, se pueden usar en la obtención de cemento, o bien ser utilizados como combustible. Por ello, UBE aprovecha una parte de estos residuos, y la elevada temperatura a la que se produce el proceso de fabricación de cemento —unos 1.450 grados— permite la eliminación de cualquier tipo de sustancia nociva que estuviera presente en los mismos. Así no sólo se obtiene un ahorro de materia prima, sino que se evita que estos materiales vayan a parar a incineradoras o a vertederos. En todo caso, UBE sólo acepta residuos para sus procesos si cumplen con unos estándares estrictos, para asegurar la calidad del cemento y evitar cualquier tipo de impacto ambiental o sanitario en el lugar donde se valorizan.

La responsabilidad social

El medio ambiente es uno de los aspectos destacados en los objetivos de Responsabilidad Social Corporativa de UBE. Así, la empresa entiende el medio ambiente de una forma amplia, atendiendo a diversos objetivos: mantener la seguridad de todas las actividades en relación con la integridad de la vida humana, proteger y mejorar las condiciones de trabajo para preservar el entorno, ofrecer unos productos totalmente seguros y fiables y promover la salud de sus empleados como elemento básico para la vitalidad social y corporativa. En este último punto, y aunque parezca un apunte anecdótico, se puede explicar que incluso el menú de los trabajadores está estudiado para que sea nutritivamente equilibrado y no tenga un exceso de calorías. En Castellón estos principios se han traducido en diversas herramientas de gestión empresarial avanzada, que tienen que ver tanto con la calidad como con los estándares ambientales. Así, en 1999 se obtuvo una primera certificación de calidad, renovada posteriormente según la norma internacional ISO 9001 y desde el 2008 el sistema de gestión ambiental cuenta con la certificación ISO 14001. Desde 2013 la empresa cuenta con un sistema de Gestión de la Salud y la Seguridad Laboral, con certificación OHSAS 18001:2007. Y adicionalmente, UBE se encuentra adherida desde 1994 al programa internacional Responsible Care, una iniciativa voluntaria del sector químico para conseguir una mejora continua en seguridad, salud, medio ambiente y la tutela del producto.

Entre otras medidas concretas fruto de esta política, en años recientes se pueden destacar la implantación de sucesivos programas de recogida selectiva, recuperación y valorización de los residuos de ácidos orgánicos en la planta de 1,6-hexanodiol, el cambio de proceso en la obtención de hidroxilamina para reducir las emisiones de gases de invernadero o la puesta en marcha de tratamientos de aguas residuales.

Trabajadores de UBE con paquetes de comida, preparados por ellos mismos, para donar a ONGs. La responsabilidad social es un elemento característico de la empresa.Trabajadores de UBE con paquetes de comida, preparados por ellos
mismos, para donar a ONGs. La responsabilidad social es un
elemento característico de la empresa.

Por lo que respecta a seguridad se hace hincapié en la formación continua de los trabajadores, el diseño de sistemas de producción seguros y en los controles, alarmas y otras medidas físicas de protección. En este sentido, las plantas de Castellón fueron pioneras en la Comunidad Valenciana en la adaptación de la directiva europea Seveso para los planes de seguridad internos. Los niveles conseguidos en seguridad laboral se explican con unas pocas cifras: en los últimos años UBE ha logrado un Índice de frecuencia de accidentes con baja de cero puntos por millón de trabajadores, mientras la media en España, en 2011, fue de 22 puntos, en el sector industrial, de 34 y en el sector servicios, de 18.

Un último aspecto a destacar es la voluntad del grupo UBE de implicarse en las regiones donde se instala y la de integrarse en la comunidad, como uno de los principios de gestión que UBE tiene en cuenta en todo el mundo. En el caso de Castellón nos encontramos, por una parte, con una plantilla integrada por personas de distintas nacionalidades: españoles, japoneses, alemanes, belgas, búlgaros, franceses, croatas o portugueses, que aportan su propia idiosincrasia a la empresa. Esta multiculturalidad no impide sino que alienta una implicación en el territorio. Por lo que respecta a factores que inciden en la actividad económica, UBE ha contribuido a la creación continua de puestos de trabajo, directos e indirectos, de alta cualificación, y a extender una cultura de seguridad industrial en su región. Igualmente, en relación con las infraestructuras locales, ha apoyado con inversiones logísticas el crecimiento del Puerto de Castellón, que para la empresa significa una plataforma imprescindible para la llegada de materias primas y la expedición de productos terminados. Además colabora, como hemos apuntado al hablar de I+D, con universidades y centros de investigación de su entorno, lo que significa un apoyo técnico muy importante, pero también una intensa relación que favorece tanto los estudiantes y doctorandos o los investigadores como a la empresa en sí. Finalmente, UBE apoya actividades culturales, formativas y asistenciales desarrolladas por diversos grupos y ONG de la sociedad castellonense.

En definitiva se puede decir que la instalación de UBE en Castellón y su expansión no sólo han significado un gran impacto positivo en el tejido industrial y en la economía de la zona, sino que, siguiendo los principios que inspiran la matriz japonesa, también se ha integrado plenamente como un actor más en el desarrollo social y cultural de su comunidad.

 

Más información:
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