La propiedad intelectual en la sociedad del conocimiento

La propiedad intelectual en la sociedad del conocimiento

julio 5, 2011 Desactivado Por inQualitas
Pedro de Andrés
Pedro de Andrés
Presidente de CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos)
«En la actual sociedad del conocimiento, la propiedad intelectual debe ser considerada una cuestión de Estado»

Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, entró en contacto con el mundo editorial como articulista y asesor, en temas de naturaleza y Ecología, en las desaparecidas revistas Triunfo y Cuadernos para el diálogo, y también para Alianza Editorial. Posteriormente, bajo la dirección de Félix Rodríguez de la Fuente, formó parte del equipo de redacción de la Enciclopedia Fauna para Salvat Editores. Trabajó en Ediciones Anaya como editor de Ciencias Naturales, para, a continuación, dirigir el Departamento de Ciencias de dicha editorial. En 1977 se trasladó a México como director de Publicaciones y subgerente general del antiguo Grupo Cultural, hoy Grupo Patria. Regresó a España diez años después para desempeñar el cargo de director editorial para Iberoamérica del Grupo Anaya, y después los de director adjunto a la Presidencia y director de Relaciones Institucionales. Actualmente es Consejero de Alianza Editorial, S.A. Desde 1994, ha participado activamente en las instituciones del sector editorial español, en las que ha sido presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y de la Federación de Cámaras del Libro.

¿Podría explicarnos dónde reside la diferencia entre CEDRO y la SGAE?
CEDRO gestiona colectivamente determinados derechos de propiedad intelectual de los autores y editores de contenidos textuales (libros, revistas y publicaciones periódicas). SGAE administra otro tipo de derechos y de otro tipo de titulares.
En los últimos tiempos el enfrentamiento de la SGAE con los usuarios o consumidores está siendo furibundo…
Ambas entidades trabajamos en el mundo de la propiedad intelectual pero nuestra gestión y situación son muy distintas.
En cuanto a CEDRO, entidad en la que usted acaba de asumir la presidencia, ¿cómo describiría la situación?
Nuestra actuación siempre está dirigida por la transparencia y eficiencia. Intentamos explicar lo que hacemos, cómo lo hacemos, así como la importancia para el desarrollo social, cultural y económico de que se respeten los derechos de propiedad intelectual de nuestros representados y que éstos sean remunerados por los distintos tipos de usos que se hacen de sus obras. Pero lo cierto es que las administraciones públicas, instituciones educativas y el mundo de la empresa han de tener un mayor compromiso y responsabilidad con los derechos de propiedad intelectual de escritores y editoriales.
En lo que se refiere a nuestra gestión interna, seguimos todos los controles establecidos por la normativa legal aplicable a las entidades de gestión. La memoria, balance y cuenta de pérdidas y ganancias son aprobadas por la Comisión de Control Económico-Financiero y por la Asamblea de Asociados. Las cuentas de la Entidad pasan auditorías internas y externas. Informamos puntualmente de las mismas al Ministerio de Cultura y seguimos el código de conducta de IFRRO (la Federación Internacional de Entidades de Derechos Reprográficos.
CEDRO
Stand de CEDRO en la Feria editorial Líber. © CEDRO
El caballo de batalla parece que es el canon digital, ¿cómo está la situación en este aspecto concreto?
Seguimos a la espera de que el Gobierno decida si es necesario modificar el sistema actual español a raíz de una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo al respecto. En caso afirmativo, es muy importante que se tenga en cuenta que el uso y hábitos de reproducción del libro son distintos al resto de obras de creación, y que es necesario que los titulares de derechos sean compensados de manera efectiva por las reproducciones privadas que se hacen de sus obras, tal y como establece la directiva europea y ratifica el fallo europeo.
Éste, y en general el conjunto de la llamada Ley Sinde, está enfrentando a la comunidad de internautas con las sociedades gestoras de los derechos de autor. ¿Cómo ve el problema y que soluciones proponen?
La explotación ilícita de publicaciones en Internet ha alcanzado dimensiones muy elevadas y son necesarias medidas efectivas que pongan freno a esta situación. Sin embargo, no solamente es necesaria una ley, también hay que ampliar y dar a conocer y promover la oferta legal ya existente y que entre todos, incluido el Gobierno, expliquemos la importancia y contribución del sector del libro al desarrollo cultural, científico y económico de nuestro país.
Desde nuestro punto de vista, lo más conveniente sería el cumplimiento de la legislación vigente y modificar lo que sea necesario para adaptarla a la situación actual, así como ampliar y adecuar la oferta legal de obras culturales, además de las campañas de información que sean necesarias.
CEDRO
El internacional Hay Festival del año 2010, en Segovia. CEDRO organizó la mesa redonda «Libros y redes sociales». © CEDRO
Parece más un problema global. Dejando al margen las peculiaridades de cada país, ¿por dónde podría pasar la solución?
En la actual sociedad del conocimiento, la propiedad intelectual debe ser considerada una cuestión de Estado. Tendría que estar presente en la estrategia de desarrollo de todos los países como un gran activo. Por ejemplo, compartimos nuestra lengua con cientos de millones de personas de otras partes del mundo. Éste es un activo especialmente importante para nuestro país: las obras de creación textuales en nuestro idioma son un referente cultural y económico de primer orden y deberían ser protegidas y promocionadas de forma tal que nos permita competir en igualdad de condiciones en el mercado internacional. Nuestra creación es una ventaja competitiva que deberíamos saber aprovechar. Por lo tanto, se requiere actuar con responsabilidad teniendo en cuenta a todas las partes implicadas: creadores, industria y usuarios.
No se pueden poner puertas al campo, pero también es verdad que en la Red no todo son ventajas. ¿Ve viable el negocio de la digitalización de contenidos con los actuales sistemas de seguridad?
¡El campo está lleno de puertas y de vallas! En la red es posible establecer normas y hacer que se cumplan. De hecho, hay normativa que se está aplicando y respetando. La red requiere seguridad jurídica para todos, tanto para los que aportan contenidos como para los que acceden a ellos.
Tenemos entendido que ustedes tienen el programa “Es de libro” para concienciar a las jóvenes generaciones del respeto a ambos derechos.
En 2006 pusimos en marcha Es de libro. Se trata de un programa dirigido a la comunidad educativa de ESO y Bachillerato con el fin de facilitar soluciones a ciertos problemas que se dan en el día a día de las aulas cuando se tienen que enfrentar a la gestión de contenidos (aprender a citar, a utilizar las “tecas” –bibliotecas, fonotecas, etc. –, a sintetizar textos, a redactar…..). En definitiva, intentamos acercar el mundo del libro y la creación a las aulas. En el marco de este programa convocamos el concurso nacional de trabajos escolares originales y respetuosos con los derechos de autor “Si eres original, eres de libro”. Es de libro ha involucrado ya a más de 14.500 alumnos y a casi 1.800 profesores de toda España.
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El programa Es de libro. Ganadores de la quinta edición. © F. Moreno
¿Qué mensaje dirigiría a los millones de internautas que creen tener derecho al acceso libre a las obras protegidas? ¿Cómo se pueden unir los derechos del público consumidor y los de la minoría creadora?
Nosotros creemos y defendemos la libertad de acceso. Cosa muy distinta es el “gratis total” que algunos propugnan obviando los derechos de los creadores. Nuestra acción se basa en el derecho que tiene el autor a decidir sobre cómo poner a disposición del público sus obras. Dar el trabajo gratis o facilitarlo a cambio de una remuneración son opciones legítimas y ambas deben ser respetadas.
Más información:
www.cedro.org
CEDRO
Francesc Ribera