La formación de calidad en la dirección de empresas

La formación de calidad en la dirección de empresas

enero 30, 2012 Desactivado Por inQualitas
Olivier Benielli
Olivier Benielli
Director de ESEC – Toulouse Business School Barcelona Campus
«Estamos en Barcelona porque es una gran capital de la creatividad en Europa»
Master en Desarrollo Organizacional por la Universidad de Lyon, tiene quince años de experiencia en el sector educativo. Antes de hacerse cargo de ESEC-Campus Barcelona, en 2003, ha dirigido una business unit en un grupo empresarial nórdico en Barcelona.
¿El acrónimo ESEC significa Escuela Superior Europea de Comercio?
En efecto, significa esto. ESEC es la marca en España de Toulouse Business School, y es el campus en Barcelona de esta Escuela de Negocio francesa.
Tenemos un cierto cariño hacia la marca, porque suena en las empresas y en el mercado. Pero estamos en una transición hacia una marca única.
¿Puede hablarnos del proceso de implantación en España?
Elegimos Barcelona porque la Cámara de Comercio Francesa en Barcelona y la Cámara de Comercio e Industria de Toulouse tienen muy buena sintonía. Cuando desde Barcelona se planteó la necesidad de impulsar una escuela de negocios europea aquí, nosotros fuimos el operador pedagógico en el proyecto. La escuela, como digo, fue creada en 1995 por la Cámara de Comercio Francesa, la más antigua de las cámaras de comercio francesas en el extranjero. La Cámara de Comercio necesitaba de un partner académico y eligió a Toulouse Business School. Entonces nosotros dábamos el marco de nuestros programas (Bachelor y Master) y aportábamos una parte de faculty, además del acuerdo que podía establecerse con los alumnos y profesores que podían venir aquí.
A partir de 2003, después de un periodo bastante difícil para la escuela, estimamos conjuntamente con la Cámara de Comercio dar un paso más hacia delante y hacernos cargo también de la mayoría del capital. El crecimiento de la escuela desde esta fecha fue posible porque formamos parte de un grupo potente que nos respalda.
Estudiantes de Master en claseEstudiantes de Master en clase.
¿Por qué cree que la Cámara de Comercio Francesa eligió la escuela de Toulouse?
Creo que se eligieron mutualmente. La Cámara Francesa seguramente eligió la escuela de Toulouse por su trayectoria, su dinamismo y también por su apuesta firme y inmediata por el proyecto. Porque, para resituarnos en 1995, dentro del panorama de las escuelas de negocios francesas tener un campus en el extranjero no era algo común. Luego los campus en el extranjero empezaron a suponer como una especie de requisito de marca, pero esto ya fue más bien a partir de 2005. Es a partir de este año más o menos que varias escuelas de negocios en Francia han empezado a abrir campus internacionales, aunque yo diría que a veces en proyectos o en modalidades distintas a la que tenemos aquí. Porque hay campus y campus. La gran mayoría de las escuelas de negocios actuales en Francia tienen campus «receptivos»; es decir, instalaciones donde en un país extranjero imparten su programa para sus estudiantes, desplazando también a sus profesores. El modelo que tenemos nosotros es un poco distinto. No es que tenemos un anexo a nivel de instalación en otro país sino que es una escuela implantada en un país y que tiene como misión estar en el mercado local para captar alumnos locales e internacionales. Actualmente es lo que hacemos en el segmento del grado. Nos interesa este modelo porque asegura una implantación real en el entorno y una mezcla cultural fuerte en el proceso pedagógico.
Y también, ¿por qué ustedes eligieron precisamente Barcelona?
Actualmente, Barcelona se está convirtiendo, entre otras cosas, en una concentración de materia gris, de cerebros o de talento, particularmente en el campo de la educación pero también en el campo de las ciencias. Hay varios nudos o centros de interés. Pero partamos del principio, históricamente Barcelona fue vista en el siglo pasado como la capital de una región industrial (y de ahí viene en gran parte la implantación de la primera cámara de comercio francesa en el extranjero), pero los tiempos han cambiado y me parece que ahora se está invirtiendo Barcelona en tanto que una gran capital de la creatividad, de la capacidad de producción intelectual; y esto, naturalmente, tiene consecuencias a nivel industrial o económico. En los últimos diez años por ejemplo tenemos aquí el ciclotrón, el BioCat, el centro de investigación sobre el cáncer, etc. Además se ha consolidado un polo alrededor de la creatividad artística y del diseño, que también es una de las raíces de Catalunya. Tengo la sensación de que Barcelona se está convirtiendo en la Boston de Europa, de la Europa del Sur al menos. Aquí, pues, tenemos sin duda una proyección muy interesante.
Estudiantes de Bachelor charlando en el Hall del edificio Trafalgar.
Estudiantes de Bachelor charlando en el Hall del edificio Trafalgar
Sin embargo aquí existe un entorno de escuelas de negocios de gran prestigio y de renombre internacional…
Evidentemente, un componente fuerte de todo lo que acabo de decir son los centros de investigación académicos y centros de alto nivel en management. Sin duda aquí, en un mismo país, encontramos tres de las top ten business schools: IESE, ESADE y el Instituto de Empresa. Y si bajamos un poquito más el rango de esta clasificación, ya encontramos cuatro, porque EADA, sin salirnos de Barcelona, también es una escuela de proyección internacional. Pero esto no nos ha generado ningún tipo de complejo de inferioridad, y además estaba claro que teníamos que apostar por Barcelona, ya que es evidente que hay un substrato histórico en Catalunya, una tradición de la producción intelectual muy interesante. Por su posición geográfica, además de por su potencial —su situación en Europa como su «rayonnement» cultural— Barcelona es, sin duda, uno de los centros neurálgicos en el Mediterráneo. Esta región tiene mucho potencial a la vez que está muy olvidada por desgracia. Estamos tan convencidos de esto que nuestro tercer campus lo hemos abierto en otro país mediterráneo, Marruecos, concretamente en Casablanca. Creemos mucho en este Sur que puede ser un gran motor de crecimiento económico. Por eso pensamos que hay que tener otra mirada y cambiar la perspectiva. La «primavera árabe» y el despertar de los países de la ribera sur nos debería incitar aún más a hacerlo.
Vamos a centrarnos en la labor concreta del Campus Barcelona. Ustedes ponen énfasis en el contracto directo de los alumnos con el mundo de la empresa, ¿cómo lo consiguen?
Tal como os decía, a nivel del Grupo Toulouse Business School somos un poco más pequeño que estas grandes escuelas de negocios ya consolidadas aquí, pero somos parte de las escuelas de negocios que cuentan. Para nosotros, el modelo profesionalizador y de integración de la enseñanza con el mundo empresarial es uno de los pilares de nuestra visión docente. ¿Como lo hacemos? Gracias a un dispositivo académico central en que los alumnos están, desde el primer momento, inmersos en el mundo empresarial. Cada año pasan como mínimo cuatro meses de prácticas en empresas. Estas prácticas son además full-time, pero no son meras estancias en empresa. El contenido del trabajo que realiza el estudiante está sistemáticamente validado por la escuela. El alumno que va a hacer una práctica tiene que negociar una misión a realizar con la empresa. Además cada año es una práctica en un puesto diferente que les permite crecer profesionalmente dentro del ámbito de la empresa elegida. Esto es muy importante, porque les permite tener en los tres años de estudios un recorrido formativo y profesional progresivo. Primero, una práctica de venta directa (como vendedor en Ikea, para poner un ejemplo); luego una práctica de assistant manager, y en el tercer año en una gestión de proyecto (diseñado o preparado al nivel que le corresponda y siempre según las necesidades de la empresa que le acoge, por supuesto).
Estudiantes de Máster en la escalera modernista del edificio Trafalgar.
Estudiantes de Master en la escalera modernista del edificio Trafalgar
Pero puede darse el caso de que, al segundo o tercer año de prácticas, el alumno no pueda seguir creciendo profesionalmente en la misma empresa…
Por eso no es necesario hacer todas las prácticas en la misma empresa, puede cambiar de empresa de un año al otro. Pero siempre siguiendo su proceso de crecimiento. Y también es importante para las empresas definir claramente la misión que se le encomienda y entonces poder esperar unos resultados concretos de nuestros alumnos. Esto he de decir que a las empresas y sus dirigentes les gusta mucho y es, precisamente, uno de los dispositivos que explican nuestro éxito a nivel de colocación de nuestros alumnos.
¿Y a nivel académico, o sea en el interior de la escuela, como son los estudios en ESEC?
Todos los dispositivos, currículums y la praxis académica están diseñados para estar en buena sintonía con el mundo real. Lo primero es poder adquirir los necesarios conocimientos académicos. Luego hacemos mucho hincapié sobre el desarrollo de las competencias interpersonales. Una cosa es tener conocimientos académicos y técnicos, otras es poder realmente desarrollarse como persona actuante en el entorno profesional, es decir básicamente relacionarse con otros profesionales o colaboradores.
Para desarrollar estas competencias interpersonales, el alumno se beneficia de talleres y seminarios, además de las clases. Fuera de este marco más habitual de estudio, se le brinda un apoyo individual en la forma de un seguimiento realizado por un «coach» durante los tres años de la carrera; para que, por una parte, haya un seguimiento individual de la progresión a nivel de competencias interpersonales a través de un control académico, y para que —y esto es muy importante— haya una asimilación y una reflexión sobre la experiencia que se adquiere en las prácticas.
Estudiantes de Bachelor trabajando en la sala de informática.
Estudiantes de Bachelor trabajando en la sala de informática
¿Cómo se coordina con la parte práctica de los estudios?
Es decir, la práctica tiene que nutrir lo que después se va a desarrollar a través del seguimiento personalizado. Es un trabajo de reflexión sobre cómo fue la experiencia en el exterior de la facultad. A nivel de competencias que no son necesariamente técnicas, en dónde el alumno se ha sentido más cómodo, qué tipo de dificultades se ha encontrado y cómo puede preparar la práctica del segundo o tercer año y, finalmente, su primera inserción profesional terminados los estudios. Yo personalmente recibo a todos los alumnos cuando han terminado su grado, durante una entrevista de una hora o una hora y media, hago la valoración conjunta con ellos y ellas de su experiencia en la escuela.
He de remarcar que hay una constante cuando les pregunto que es lo que les ha marcado más a nivel de experiencias de su paso por la escuela. Todos sin excepción, de una manera u otra, me dicen que es el trabajo sobre las competencias interpersonales, donde han podido desarrollarse como personas y también, muy especialmente, cómo comportarse en el entorno profesional. Realmente, creo que conseguimos nuestro objetivo de formar profesionales y de insertarlos en la dinámica laboral.
Vamos a hablar un poco del otro factor básico en la escuela de negocios: ¿cuál es el perfil del profesorado?
Hay dos tipologías de profesorados, que van en consonancia con el modelo. Hay un primer tipo de profesor que es el profesor más académico. Tenemos doce profesores, seis residentes en Barcelona y seis residentes en Toulouse (los cuales hacen las clases en inglés y a veces en castellano). Y luego, hay diez profesores de Toulouse que intervienen en determinados momentos del curso, así como visiting professors de universidades partners. También está la segunda categoría de los profesores asociados, que son profesionales especialistas de un campo concreto de actuación y que enseñan determinados módulos donde aportan su experiencia y su pericia.
Más información:
www.esec.es
esec

Jessica Guihard – Francesc Ribera