La corresponsabilidad ciudadana es fundamental para mejorar las tasas de reciclaje

La corresponsabilidad ciudadana es fundamental para mejorar las tasas de reciclaje

enero 1, 2012 Desactivado Por inQualitas
Alicia García-Franco
Alicia García-Franco
Directora general de la Federación Española de Reciclaje (FER)
«La corresponsabilidad ciudadana es fundamental para mejorar las tasas de reciclaje»

Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Gestión Ambiental por la Universidad de Comillas, diplomada en Derecho Ambiental por el Colegio de Abogados y máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa. En octubre de 2009 asumió la dirección general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER).
¿Qué es la Federación Española de Reciclaje, qué objetivos persigue y a cuántas empresas agrupa?
FER es la patronal que agrupa a los recicladores y recuperadores de bienes fuera de uso. Destacan principalmente los recicladores de bienes con contenido metálico (por su importancia económica) pero también están representados otros materiales como el caucho, el plástico, etc. El objetivo de FER, desde su creación en 1982, ha sido la defensa de los intereses sectoriales de los recuperadores y recicladores en España. Hoy en día 270 empresas están representadas en la FER a título particular y otro colectivo aun mayor lo está a través de sus patronales regionales.
¿Cuál es el tamaño del sector del reciclaje y la recuperación en España? ¿Es comparable al de otros países del nuestro entorno? ¿En qué lugar estamos si nos comparamos a Alemania, Francia, Italia o Inglaterra?
El sector del reciclaje en España, aunque poco conocido, es de una importancia crucial para la economía de nuestro país. Su peso en el PIB es cercano al 1% de forma directa. No obstante la industria del automóvil, la siderurgia, la aeronáutica o las telecomunicaciones verían muy mermado su desarrollo sin el apoyo del sector reciclador. Pensemos que un 80% del acero que se produce y consume en este país tiene su origen en este sector. En el caso de otros metales como el cobre o el aluminio alcanza el 50 o 60%. Y tenemos incluso casos como el del plomo (muy utilizado para las baterías de nuestros coches y otras aplicaciones clave) en los que el 100% del mismo tiene su origen en la industria del reciclaje.
El tamaño de este sector en España, en efecto, es similar al de otros en Europa, si bien el mercado español se suele caracterizar (al menos ha sido así hasta ahora) por un menor grado de intervencionismo, una mayor eficiencia y un menor coste para los ciudadanos. Curiosamente este menor coste para el ciudadano (la mayoría de los bienes fuera de uso se reciclan sin que el ciudadano deba pagar una ecotasa por ello) hace que en apariencia este sector sea más desconocido e ignorado. Especialmente importante es el caso del reciclaje de vehículos fuera de uso en el que expertos de los sistemas franceses, alemanes u holandeses han visitado en varias ocasiones España para tratar de aplicar en sus países los modelos de colaboración entre empresas que tan buenos resultados ha dado aquí.
¿Cuáles han sido los principales avances o logros que como patronal han conseguido en los últimos años?
Sin duda uno de los principales logros del sector se dio en el año 2004 cuando se logró implantar la Inversión del sujeto pasivo en el IVA que frenó en seco la sangría que suponía el que operadores ilegales pudieran estar aprovechándose de comprar materiales para reciclar en negro, venderlos en oficial y quedarse con el entonces 16% de IVA. Este sistema que España potenció ha sido luego copiado por el resto de los países de Europa que sufrían impotentes el mismo problema.
También España ha sido pionera en el establecimiento de un sistema modélico (aunque mejorable) de gestión de los vehículos fuera de uso. Mediante la colaboración de fabricantes (ANFAC), importadores (ANIACAM), desguazadores (AEDRA) y recicladores (FER), se ha puesto en marcha un sistema que asegura la trazabilidad y el que se alcancen las tasas de reciclaje y reutilización que marca la Directiva Europea sin que ello suponga un sobrecoste para el consumidor y que al no cargar al sistema con costes burocráticos innecesarios, a diferencia de otros países, el valor del vehículos fuera de uso es capaz de financiar el coste de su propia gestión. Finalmente un logro fundamental de FER ha sido posicionar al sector del reciclaje como una pieza esencial en el diseño de las estrategias medioambientales. No se concibe hoy en día el desarrollo normativo sin que este sector pueda dar su punto de vista, ya que a base de trabajo constante y honrado se ha logrado que nuestras aportaciones sean percibidas por las administraciones como constructivas y muy bien recibidas.
¿Cuáles son los principales objetivos o retos que como patronal se plantean conseguir en los próximos años?
La Nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados está suponiendo un pequeño tsunami en el sector ya que son muchos los puntos que la misma modifica. Uno de los objetivos más importantes de la FER es lograr hacer un buen seguimiento de la transposición que las comunidades autónomas van a hacer de dicha Ley para hacer que la misma logre alcanzar sus objetivos con la colaboración de este sector y no mediante su sacrificio involuntario.
Sin duda también la crisis está suponiendo un reto para este sector. En los últimos años hemos visto como una serie de «intrusos» provenientes de sectores marginales de la sociedad están sangrando al sector reciclador apoyados en los altos precios de los materiales reciclados y en las bajas penas que los jueces imponen a estos delincuentes. Así, la principal víctima de las mafias de los robos de cobre son las empresas recicladoras que ven como el fruto de su esfuerzo desaparece cuando sus camiones y almacenes son robados por estos individuos. La colaboración entre recuperadores y las autoridades está siendo muy estrecha, lo que no puede sino infundirnos confianza en que juntos logremos más pronto que tarde erradicar esta lacra.
En los últimos años la administración pública ha destinado grandes sumas a campañas de comunicación para el fomento del reciclaje dirigidas a los ciudadanos y a las empresas. ¿Han resultado efectivas?
Realmente es importante puntualizar que a lo que ha dedicado la administración las campañas es solamente a una parte muy pequeña de los residuos reciclables. Estas campañas se han dedicado principalmente a los envases que, siendo importantes, no representan más que un pequeño porcentaje de los productos que este sector recicla cada año. Es evidente que en este caso de los envases es fundamental la colaboración del ciudadano para que, desde un principio, estos bienes fuera de uso se encarrilen por la vía correcta ya que de no contar con esta colaboración la tasa de reciclaje baja drásticamente al tiempo que aumenta la de vertido.
Desde la FER pensamos que las campañas han de incluir también al resto de bienes fuera de uso potenciando la conciencia ciudadana que ha de asumir que los residuos no aparecen por arte de magia en los vertederos sino que son ellos como consumidores los que han comprado el bien, lo han utilizado y lo han llevado al grado de obsolescencia que ha hecho que devengan en residuo. La corresponsabilidad ciudadana es un concepto fundamental para que se puedan mejorar día a día las tasas de reciclaje. Y sin duda en ello las campañas, siempre coordinadas entre empresas recicladoras y administración, son fundamentales.
¿Es necesario continuar con este tipo de campañas de comunicación? ¿O bien ciudadanos y empresas ya han interiorizado el mensaje?
Por desgracia vivimos en una sociedad que olvida a la misma velocidad que aprende. Es fundamental que los mensajes sean repetidos una y otra vez. Afortunadamente las nuevas generaciones en las escuelas están recibiendo una formación ambiental que muchos de nosotros no recibimos en su día y es curioso ver cómo se da muchas veces el fenómeno de que son los hijos los que educan a los padres en esta materia y no al revés.
Como digo, el ciudadano debe ser consciente de que vivimos en un planeta finito en el que, obviamente, es imposible pretender llevar a cabo un desarrollo o crecimiento infinito. Por ello solamente se puede pretender crecer apoyados en la reutilización y el reciclaje y no en la extracción de nuevas materias primas. Este concepto tan sencillo es una y otra vez olvidado por toda la sociedad.
¿La legislación actual en el ámbito del reciclaje y la recuperación es la adecuada? ¿Abogan por cambios legislativos en este sentido?
La legislación ha experimentado un gran avance en los últimos 10 años. En su mayoría esta legislación ha venido a mejorar las reglas del juego y a apoyar el concepto del reciclaje. No obstante, por desgracia, en muchas ocasiones el desarrollo legislativo se lleva a cabo de manera un tanto opaca y sin la necesaria complicidad y colaboración de los sectores empresariales que luego deberán aplicar dichas normas. Otras veces son las propias administraciones las que imbuidas de un espíritu recaudador hacen unas normativas más enfocadas a asegurar su sustento que a mejorar el marco normativo ambiental.
En España contamos con una realidad un tanto diferencial en relación con nuestros vecinos europeos ya que nuestras 17 comunidades autónomas en ocasiones actúan de forma un tanto descoordinada lo que provoca situaciones de asimetría entre unas y otras, y que las empresas recicladoras se vean en serias dificultades para llevar adelante su labor. Hemos de darnos cuenta de que este sector es proveedor esencial de materias primas y por lo tanto ha de ser apoyado. Un erróneo concepto que vea a nuestra actividad como meros gestores de residuos a los que hay que controlar dificulta en muchas ocasiones el que esos residuos puedan convertirse en materias primas que alimenten nuestras industrias. De esta forma se consigue por desgracia a veces justo lo contrario de lo que se pretende conseguir. Finalmente todo ello tiene una fácil solución: el constante diálogo franco y abierto entre las administraciones y el sector.
Más información:
www.recuperacion.org
FER
Abel Sierra