Organización de los directivos de finanzas. Juan Videgain (AEEF)

Organización de los directivos de finanzas. Juan Videgain (AEEF)

marzo 2, 2011 Desactivado Por inQualitas
Juan Videgain
Juan Videgain
Gerente de la Asociación Española de Ejecutivos y Financieros
«Los premios han de ser para los que realmente crean valor para la organización y no para los que han podido anteponer sus intereses»

Ingeniero Industrial, licenciado en Informática y con formación en Correduría de Seguros. Ha trabajado en la industria (Babcock & Wilcox y la petroquímica Calatrava); pero, sobre todo, en IBM, en dónde ha ejercido, durante 24 años, todo tipo de responsabilidades, desde técnico de Sistemas hasta director de Operaciones. En esta etapa le correspondió liderar el cambio y la profunda crisis en la que las empresas tecnológicas estuvieron inmersas. En el proceso coincidió con Ignacio S. Galán, hoy presidente ejecutivo de Iberdrola, con quien se incorporó a Airtel, posteriormente Vodafone. En su faceta pública ha venido desarrollando actividades en diversas asociaciones mutualistas.
La AEEF fue constituida el 1968 por un grupo de directivos vinculados al mundo financiero. Es difícil resumir una trayectoria de 43 años, pero ¿se atrevería a ofrecernos unas líneas generales de su evolución?
La Asociación Española de Ejecutivos y Financieros (AEEF) es una entidad profesional sin fines de lucro, con sede social en Madrid y personalidad jurídica independiente, que se sigue por sus Estatutos y por la Ley de Asociaciones de 24-XII-64.
Inicialmente fue constituida con el fin de proporcionar a los profesionales del campo económico-financiero con responsabilidades de dirección, un cauce para facilitar su participación activa mediante reuniones de trabajo sobre temas de actualidad y de interés común, y para el intercambio de experiencias que favorezcan el desarrollo técnico y humano así como la intercomunicación nacional e internacional con profesionales de su misma especialidad.

Los nuevos objetivos de la AEEF para esta etapa han sido fijados en su día por la última Junta Directiva. Añadir que todos sus miembros los han asumido como propios y en ello estamos. Entre las diversas metas propuestas, destacaría en primer lugar una generosa apertura hacia el mundo en general de los ejecutivos, sean o no financieros, aunque sin renunciar a nuestros orígenes. En segundo lugar, una mayor aportación de valor a los asociados, aumentando el número de los mismos, con un objetivo de 300 para finales de este año. También seguimos en el empeño de alcanzar acuerdos de colaboración con entidades y empresas que entendemos aportan mucho a los asociados. Entre los últimos con los que se han cerrado, destaca el de “la Caixa” e ISFADE. Hoy en día estamos a punto de cerrar otro muy interesante y orientado a “nuevos programas” con una de las Consultoras líderes mundiales.
Hemos desarrollado un nuevo modo de información y relación más completa y cercana con una total renovación de y mejor aprovechamiento de nuestro Portal (www.aeef-ejecutivos.net), por considerarlo como una ventana permanentemente abierta para nuestros asociados y que, por lo tanto, además debe de ser rica en contenidos de calidad y, sobre todo, accesible. Se ha incorporado una zona privada y personal para el uso restringido de los asociados.
De la misma manera, pretendemos ser el punto de acogida para nuevos ejecutivos que se inician en su andadura y también para ejecutivos extranjeros que llegan a España para incorporarse a sus filiales, con el objetivo de que otros ejecutivos más veteranos y “de la tierra” les acompañen y acojan en esta común andadura.
Otro de los objetivos importantes que nos hemos marcado es el de animar el mundo de las relaciones entre los asociados, a través de actividades sociales que realizábamos anteriormente y que hasta hoy en día, por vicisitudes varias, habíamos abandonado.
Parece que hay un punto de inflexión a destacar. Ustedes y AED (Asociación Española de Directivos) fundaron, en 1997, la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). ¿Podría ofrecernos también una breve panorámica de este momento? ¿Y también sobre su evolución dentro del grupo de entidades que forman parte de CEDE?
Como usted sabe, la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), fue fundada por la Asociación Española de Directivos (AED) y la Asociación Española de Ejecutivos de Finanzas (AEEF), teniendo como objetivo principal agrupar a distintas asociaciones de directivos al objeto de dotarlas de una representación en consonancia con la relevante función que desempeñan en el ámbito socioeconómico, así como estimular sus actividades y coordinar acciones en beneficio de las entidades confederadas y de todos sus socios individuales. Desde su fundación, se han integrado en la Confederación otras asociaciones de directivos pertenecientes a diversos sectores y ámbitos territoriales. En la actualidad CEDE agrupa a 44 entidades y más de 97.000 directivos, por lo que está alcanzando una representatividad significativa y que continuará incrementándose en el futuro con la incorporaciones de nuevas entidades.
La CEDE establece en sus estatutos su disposición a participar en la vida pública española mediante la realización de dictámenes dirigidos a organismos públicos, que se refieran a temas de interés económico, financiero y social. También se ofrece como estamento consultivo de la Administración y de los Grupos Parlamentarios. Convocará asimismo actividades propias de interés social y potenciará las de sus entidades confederadas. Todo ello debe contribuir a la proyección de la imagen social de los directivos y ejecutivos españoles —tanto en España como en Europa y América, principalmente—, a la promoción de la actuación ética profesional y a la formación permanente de los directivos, facilitando así el logro de algunas de las metas que la Confederación se ha marcado. En todo ello el empuje de la AEEF ha sido decisivo y permanente.
Centrándonos en los profesionales del campo económico-financiero con responsabilidades de dirección, ¿cuál sería el tipo de ejecutivo sénior más habitual en la asociación, y cuál es la procedencia mayoritaria, formación, actitudes, etc. de las nuevas promociones que se van incorporando?
La riqueza de ejecutivos tipo en la AEEF es muy amplia, ya que entre nuestros asociados y asociadas se encuentran desde presidentes de compañías punteras en España hasta ejecutivos junior de empresas familiares, pasando por profesionales independientes. Seguimos manteniendo un riguroso ejercicio de nuevas altas ya que para la AEEF es muy importante seguir contando con profesionales destacados y de cuya aportación a nuestro colectivo esperemos mucho.
Como le comentaba anteriormente, los ejecutivos de la AEEF proceden de todo tipo de estudios universitarios, experiencias y profesiones, si bien destacaría a título personal que me sigue llamando la atención su gran capacidad de trabajo, su preparación y el espíritu de lucha y optimismo con el que se enfrentan cada día con sus obligaciones.
¿Podría resumirnos las prestaciones o ventajas de la pertenencia a la entidad que más valoran unos y otros?
La AEEF pone a disposición de sus miembros un determinado número de actividades y eventos, así como noticias y material informativo. Cada miembro de la Asociación decide qué le puede interesar más, teniendo en cuenta que siempre puede contar con el apoyo de aquellos componentes de la AEEF con los que charlar y consultar temas de actualidad.
Pero también la AEEF necesita de sus miembros lo que siempre han necesitado este tipo de asociaciones profesionales sin ánimo de lucro, pero con vocación de aportar a sus miembros mayores y mejores conocimientos: Mantener e incrementar el espíritu de pertenencia a un colectivo que les entiende, acompaña y les abre la mente a mundos diferentes. Lo que continúa necesitando la entidad es que sus asociados sigan aportando su entusiasmo y su tiempo para el enriquecimiento mutuo de los mismos, y por ende, el de las empresas en las que trabajan y la sociedad que constituyen. Se trata de otra faceta de la gestión del talento. Esto es lo que más se valora y valoramos desde la Junta de nuestra Asociación.
¿Cuáles son sus actividades más destacadas a lo largo del año?
Mensualmente se celebran conferencias y mesas redondas en las que invitados del máximo prestigio en sus respectivas especialidades exponen sus análisis y reflexiones sobre aspectos concretos y puntuales de la actividad económica y de las mejores experiencias de las empresas. El coloquio que sigue a tales intervenciones facilita la transmisión de información, el contraste de opiniones y la actualización de conocimientos, posibilitando de paso el contacto personal y periódico entre los asociados.
También tenemos desayunos de trabajo con periodicidad mensual, muchos de ellos organizados por CEDE y donde se analizan temas de gran actualidad. Los últimos que tuvieron lugar en Madrid han alcanzado un elevado número de asistentes.
Asimismo, se realizan cursos y seminarios, unos seis al año, sobre materias de interés específico, siempre en el ámbito de la gestión de la empresa, destinados esencialmente al personal de las empresas representadas por los asociados. Se trata de cursillos de corta duración en los que normalmente se imparten conocimientos sobre nuevas normativas y/o técnicas.
Por último, comentar que la AEEF está permanentemente abierta a lo que sus asociados le proponen, en el sentido de que cualquiera de las empresas en las que ellos trabajan nos hacen propuestas para colaboraciones y presentaciones.
Con la crisis económica, el sector en el que ustedes desarrollan su trabajo está pasando al primer plano en las preocupaciones de la gente. En el terreno ético, ¿cuáles son a su juicio los defectos que habría que corregir entre los profesionales de las finanzas?
No me siento capaz de hacer recomendaciones, pero personalmente, entendiendo que los ejecutivos entre los cuales incluyo a los directores financieros son quienes mejor deben de conocer la situación y salud de sus empresas y su entorno. Por ello, arropados con el sentido común que los números exigen para la buena marcha de las compañías, tanto en los tiempos de bonanza como de crisis, entiendo que sabrán capear el temporal como ya lo han hecho en otras ocasiones. Toda crisis es una gran oportunidad de negocio, sin perder de vista que los más débiles o peor preparados puede que no lleguen vivos al final de la misma.
En resumen, una crisis no se resuelve sobre la marcha. La empresa debe de estar preparada en todo momento para saber administrar e invertir en tiempos de bonanza lo que va a necesitar en otros momentos de dificultad.
Tal vez, una de las circunstancias que más han podido llamar la atención sobre los ejecutivos es que en algunos casos particulares, nada comunes ni generalizados, sus niveles de ingresos han sido elevados respecto a las posiciones de riesgo a las que han podido llevar a sus empresas. Estas circunstancias anómalas están siendo corregidas de tal manera que los premios sean para los que realmente crean valor para la organización y no para otros que han podido anteponer sus intereses.
En nuestro país, desde el punto de vista de la cultura o la educación elemental, ¿consideran que el ciudadano medio y el empresario medio están suficientemente preparados para abordar los aspectos financieros básicos, en la vida cotidiana y en el desempeño profesional?
La actual crisis económica ha puesto de relieve la falta de conocimientos económicos que padecemos la mayoría de los españoles. Baste mencionar cuántas veces al leer una noticia relacionada con la bolsa, las empresas o la economía se echan en falta los conocimientos necesarios para entender los argumentos expuestos.
En cuanto a la crisis, las preguntas por hacer y de difícil respuesta para la mayoría de los ciudadanos (tal vez aún más adecuadas para personas mayores y jóvenes) son muchas, como por ejemplo: ¿Qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Quiénes son los responsables? ¿Cuánto puede durar? ¿Qué remedio tiene? ¿Las medidas a tomar son económicas o políticas? ¿Están en nuestras manos? ¿Qué hago yo mientras?
La situación de las personas mayores y de algunos los jóvenes en esta materia es todavía más grave, por dos motivos: Sus conocimientos—y su interés— son aún menores. Y, aunque no se den cuenta todavía, son ellos los que tendrán que pagar a lo largo de sus vidas las consecuencias económicas de las decisiones de sus mayores. Tienen el derecho y la obligación de conocer con detalle lo que les está aconteciendo en el plano económico, y las posibles medidas a tomar.
Más información:
www.aeef-ejecutivos.net
AEEF
Francesc Ribera