Entrevista a Fernando Casado
junio 9, 2010Fernando Casado Juan, doctor en Economía y catedrático de Economía de la Empresa en la Universidad de Barcelona, es miembro numerario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y director general del Instituto de la Empresa Familiar. Preside la Fundación de la Escuela de Administración de Empresas, es miembro de la Junta Directiva de ASEPEYO y del Board of Directors del Family Firm Institute (USA), y colabora como consejero en Corporación Alba S. A.,”la Caixa” y Havas Media España.
El IEF nació en Barcelona, en plena efervescencia olímpica del 1992, impulsado por 25 empresarios familiares. En la actualidad apenas rebasan el centenar, el numerus clausus parece estar en el ADN de la entidad.
Efectivamente, desde sus inicios la Junta Directiva del Instituto, decidió que el número de empresarios familiares socios del IEF no sobrepasara la cantidad de 100.
Sin embargo, la implantación en toda España, mediante organizaciones regionales, es ya muy notable. ¿Podría hacernos un breve resumen de cuáles son y cómo se transmiten sus propuestas al conjunto de las empresas familiares y de la sociedad en general?
A lo largo de estos años, se ha constituido un network que agrupa a 17 asociaciones territoriales de empresa familiar, una por cada comunidad, que son independientes pero que tienen un acuerdo de colaboración con el IEF, el cual realiza una función de coordinación y motivación de las mismas. Dentro de estas funciones se encuadran las de transmitir las propuestas del Instituto al conjunto de las empresas familiares del país.
También a nivel europeo el IEF ha sido un factor destacado en la constitución de la Agrupación Europea de Empresas Familiares (GEEF). Usted tiene una relación constante con los empresarios familiares europeos ¿cuál es su visión de la crisis económica actual?
En estos momentos, la visión de los empresarios familiares europeos ante la crisis económica es, en la mayoría de los países, más positiva que en los países del sur de la Unión Europea, como Grecia, Portugal y España. De hecho, ya se manifiestan crecimientos en sus economías que les permiten tener expectativas más optimistas.
Cuando el IEF comenzó su andadura la consideración hacia la figura del empresario era prácticamente nula. ¿Cuál cree que es la percepción que la sociedad tiene actualmente de la empresa familiar?
Considero que actualmente existe una conciencia generalizada en la consideración de la figura del empresario como creador de riqueza y empleo y factor esencial en el desarrollo económico de la sociedad. En cualquier caso, habría que ir divulgando más esa realidad para que llegara a todos los estamentos de la sociedad.
En las diversas juntas directivas que se han venido renovando cada cuatro años han participado los empresarios más destacados. Aunque es difícil, ¿podría resumirnos los objetivos alcanzados en los diversos mandatos?
En general, podríamos decir que el Instituto, a lo largo de sus presidencias, ha ido consolidando sus objetivos con relación a tener un mayor conocimiento para mejorar las relaciones entre la familia y la empresa, a disponer de un mejor marco legal que propicie el mejor desarrollo de la gestión de las empresas familiares, a divulgar la realidad de la empresa familiar a través de los medios de comunicación y especialmente a través de la constitución de una red de cátedras de empresa familiar que agrupa a 40 universidades españolas, y a motivar en las nuevas generaciones el espíritu emprendedor.
Y, por supuesto, cuáles son los de la actual junta presidida por Simón Pedro Barceló.
La actual Junta Directiva, presidida por Simón Pedro Barceló, además de profundizar en los objetivos anteriores, está realizando un esfuerzo especial para transmitir propuestas al Gobierno que ayuden a superar la actual situación económica y a que se consiga un consenso entre los partidos políticos para apoyar este tipo de propuestas.
Es obligado referirnos al reciente fallecimiento de Jaume Tomàs Sabaté, uno de los fundadores del IEF y presidente de la Fundación Nexia. ¿Como valora su aportación y cuál ha sido su relación personal con él?
Lamento profundamente el fallecimiento de Jaume Tomàs, pues era uno de mis mejores amigos, y ha dejado un vacío que difícilmente se podrá volver a llenar. Su aportación fue fundamental en los inicios del Instituto, al ser uno de sus fundadores, y durante todos estos años ha sido un luchador incansable en tratar de divulgar la realidad de la empresa familiar en todos los ámbitos de la sociedad, no escatimando ningún esfuerzo personal en conseguir su objetivo.
En una página web dedicada a la calidad, la eficiencia y la productividad solemos reflejar entre los referentes de excelencia la actuación de nuestras principales empresas familiares. ¿Cómo cree que se puede llegar al conjunto de la sociedad para concienciarla de que sólo el trabajo bien hecho, del que en el IEF hay ejemplos destacados, podrá sacarnos de esta crisis y de las que vengan en el futuro?
Sólo con paciencia, esfuerzo, constancia, ilusión y voluntad de perseverar en los mensajes relativos a que la calidad, la eficiencia y la productividad son los referentes de excelencia en la actuación de las principales empresas familiares españolas, se puede conseguir que este mensaje llegue a todas las empresas de este país.
¿Cómo ve la coyuntura actual, en España y en el mundo, y cómo cree usted que el IEF puede contribuir a enderezar la situación económica española?
Considero que en este momento, el mundo ha empezado a salir de la crisis, hay indicios muy relevantes que constatan este hecho. Por el contrario, en España hemos de considerar que se ha tocado fondo en el desarrollo de esta crisis económica pero que todavía no existen expectativas suficientes para preveer una pronta recuperación. El Instituto, a través de las propuestas que realiza, tiene la esperanza de contribuir a que este crecimiento se produzca lo antes posible.
Francesc Ribera