Empresas que exportan en un entorno de crisis económica

Empresas que exportan en un entorno de crisis económica

abril 28, 2012 Desactivado Por inQualitas
Joan Tristany
Joan Tristany
Director General de amec (Asociación Multisectorial de Empresas)
«Debemos promover internamente el valor de nuestra industria y convencer al exterior de que hacemos las cosas bien»
Joan Tristany i Claret es licenciado en Ciencias Económicas y actuario de Seguros por la Universidad de Barcelona, y PDG por el IESE. Ha sido director de la Asociación Española de Fabricantes Exportadores de Material Eléctrico y Electrónico (amelec) y, desde 2001, es director general de amec. Forma parte del Consejo de Administración del ICEX (Instituto de Comercio Exterior) y del Observatorio de la Internacionalización, adjunto a la Secretaría General de Comercio Exterior (SGCE). También es miembro de la Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales, de los Comités Organizadores de las ferias industriales Hispack y Bta y del Círculo de Economía. Es autor y coautor de varias publicaciones sobre internacionalización de las empresas y comercio exterior.
¿Puede resumirnos la trayectoria y la situación actual de amec?
Nuestra asociación cuenta con más de cuarenta años de experiencia en el fomento de la exportación, la internacionalización y la innovación de las empresas españolas para su mejora competitiva. Las pymes que forman parte de amec tienen una alta vocación internacional y una gran capacidad innovadora. Generan un volumen de exportación de 3.100 millones de euros e invierten de media el 4% de su facturación en I+D+i.
amec agrupa actualmente a más de 400 pymes industriales, proveedoras de tecnología y bienes de equipo. De once sectores agrupados en las siguientes organizaciones: aefemac (maquinaria cárnica), afespan (maquinaria panadería y pastelería), alimentec (maquinaria alimentación), amecma (equipos y servicios para el medio ambiente), amelec (material eléctrico y electrónico), amtex (maquinaria textil), ascon (equipamiento para el baño y la cocina), envasgraf (maquinaria envase, embalaje y su grafismo), imapc (maquinaria plástico y caucho), amec urbis (equipamiento urbano y tráfico) y amec evetec (tecnología para el vehículo eléctrico).
¿Cuáles son sus principales objetivos?
Facilitar el intercambio de experiencias entre las empresas para ponerlas en valor. Todo ello, prestando servicios y organizando actividades en cada una de las fases de los procesos de Internacionalización e Innovación de las empresas, que se adapten a sus necesidades y al entorno. Internacionalización, Innovación y Networking son, por tanto, las tres actividades que destacan por encima de las demás en amec y que, ahora más que nunca, para las empresas y sectores de la asociación son indisociables.
Este es el compromiso de nuestra asociación empresarial y en esto podríamos resumir el beneficio que supone para nuestros asociados el cooperar y compartir experiencias desde 1969.
Recientemente los medios han resaltado la queja de algunas de sus empresas asociadas por el lastre que supone la mala imagen de la economía española.
En efecto. Aunque una cosa es la imagen, o si quieres la marca, y otra la imagen basada en la confianza, la reputación. Nosotros consideramos que España tiene una adecuada marca como país industrial. Es decir, cuando vamos con un producto y decimos que es español, la gente no dice: «no lo queremos porque es español y por lo tanto malo». ¿Qué pasa? Nosotros no creemos que haya una diferencia entre lo que es el país (desde un punto de vista industrial, remarco, no me referiría a otras áreas) y posiblemente lo que es la imagen de marca. Entendemos que hay cierta coherencia entre lo que somos y lo que se percibe de nosotros desde un punto de vista industrial.
Por lo tanto, dicho esto, tenemos además el entorno que, coyunturalmente, incide de manera muy fuerte. El problema es de reputación, de confianza, no con los productos industriales, sino con la economía en general. En una situación como la que vivimos, ¿cuál es nuestro objetivo? Ni más ni menos que mostrar que el hecho de que España esté como está no tiene nada que ver con, por ejemplo, que el Seat Ibiza sea un buen producto o no lo sea. Y esta es nuestra idea fuerza.
Es evidente que no hay una impermeabilidad entre el entorno macroeconómico y la industria. Aunque en otros ámbitos esta impermeabilidad sí que existe: por ejemplo, ¿alguien cuestionaría que un equipo español pueda ganar la Champions porque España pueda estar intervenida? (que, por cierto, no lo está ni creo que vaya a estarlo). Pues esta impermeabilidad ¿por qué no la conseguimos en el ámbito industrial? Esta ha de ser la lucha de nuestra entidad, y creemos que la de la sociedad en general y la de los medios que quieran colaborar en ella.
¿Han estudiado nuestro posicionamiento en los medios de comunicación extranjeros?
Una cosa es aquello que podemos hacer para potenciar nuestra imagen exterior y otra es aquello con lo que nos encontramos. Hemos hecho recientemente un análisis de cinco medios de comunicación: americanos, mejicanos, europeos y chinos. Y eso es lo que ha salido: Un 45% de las noticias referidas a España tenían que ver con el ámbito económico y de éstas dos tercios eran negativas. El otro 55% se referían a ciencia, deporte, política o eran informaciones neutras. En el caso de las negativas nos hemos encontrado titulares como «España, la próxima Grecia». Ante esto nos encontramos con empresarios que nos dicen: «Estoy cerrando una operación y están eligiendo entre mi producto y un producto alemán, y el tío me dice que quiere comprar mi producto porque en relación calidad-precio es mejor, pero que no tiene confianza…» O empresas a las que decimos «venid a ver o a participar en una feria de aquí» y nos contestan: «¿Por qué tengo que venir, tal y como están las cosas? Me sale más a cuenta irme a EE. UU. o a Alemania».
Ante esta situación estamos muy preocupados. Por eso hacemos el análisis de los medios de comunicación. Por eso decía que una cosa es la marca y otra la reputación. Es decir, cual es la situación de confianza en relación con la situación del país.
Es muy importante esto que voy a decir: Debemos convencer a la gente de que somos buenos, de que hacemos las cosas bien. ¿Que se pueden mejorar? Seguro que sí. ¿Qué no todos las hacen bien? Sí, también, por supuesto. Pero debemos cambiar el mensaje, no podemos seguir en plan negativo, y menos ahora con la que está cayendo.
¿Cómo cree que podemos colaborar los medios con este planteamiento?
Yo creo que aquí tenemos ámbitos de actuación diferentes. Es decir que nos corresponde un poco a todos. ¿Qué predicamos, por ejemplo, en el ámbito deportivo? Pues que somos los mejores. En fórmula1, en motociclismo, en fútbol, en baloncesto, etc. Este es nuestro discurso interno. ¿Pero, cuál es nuestro discurso interno en el ámbito de la industria? La retahíla de siempre: «Es que nos falta dimensión, es que no se innova lo suficiente, etc.». Si esto es lo que nos repetimos a nosotros mismos, ¿qué es lo que se percibe desde fuera? Pues, como digo, creo sinceramente que hemos de cambiar el discurso. Debemos salir fuera y pregonar que hacemos cosas muy buenas y que en algunos sectores estamos entre los mejores del mundo. Para ello tenemos que empezar por promover internamente el valor de nuestra industria, de la excelencia que hemos alcanzado en diversos ámbitos.
¿Y qué hay que hacer para cambiar este chip negativo?
Por desgracia, somos nosotros mismos los que nos adjudicamos una mala imagen. Esto lo debemos corregir todos. Lo debemos corregir los médicos, los centros docentes, los políticos, los medios de comunicación… Todos. Tenemos que acabar con esta dinámica negativa entre todos. Esto es muy importante y tenemos que ponernos a la labor sin perder el tiempo.
¿Cómo creen que en conjunto se puede mejorar nuestra proyección económica externa?
Dicho esto, hay que tener en cuenta que España es un estado con unas características determinadas que en pocos años ha sufrido grandes cambios. Se ha convertido en un estado de autonomías, ha habido transferencias, competencias, etc. Toda esta situación es nuestra realidad y, por lo tanto, no debemos comenzar a juzgarla, pero sí debemos ser capaces de trasladar una buena imagen en base a esta realidad. Hay una tendencia a asociar la marca España en si hay una presencia de las administraciones autonómicas en el exterior, a si van coordinadas, etc. Eso está bien, pero para nosotros esta no es la base de la cuestión. Podríamos tener una presencia muy diseminada fuera, pero que fuera buena; o muy centralizada fuera, y que fuera mala. Es decir, la forma de la presencia no garantiza que sea buena o mala. No estoy diciendo que una imagen segmentada sea mala y una imagen centralizada sea buena o viceversa.
Creemos, por supuesto, que es mejorable, en general. Ahora bien, debemos decir que si la economía española ha tenido la apertura e internacionalización que ha tenido, quienes lo han hecho posible, en su mayor parte, son las empresas. Aunque la intervención pública, en el modelo que ha habido hasta ahora, también ha contribuido.
¿Y pasando del terreno de las propuestas al de los hechos cómo ven el panorama interno?
Debemos ser muy conscientes de que tenemos una situación en la que entre los discursos y la praxis hay un espacio muy importante. Hay un gran objetivo que es la competitividad. En los ámbitos que nos son propios, hemos hecho unas propuestas a los partidos que se presentaban en las elecciones generales. Eran medidas de estructura administrativa y, por otra parte, otras que eran presupuestarias. Nosotros hemos trasladado al nuevo Gobierno que nos parece positivo que se haya creado un ministerio de competitividad. Esto es positivo, pero esto y el fomento de la exportación no deben ser solo en teoría, sino que se debe poner en valor. Sin embargo, a la hora de llevarlo a la práctica, nos hemos encontrado con unos recortes importantes; o sea que la expectativa generada en el discurso oficial no se corresponde con la dotación económica. Ahora bien, somos conscientes de que estamos en una situación muy compleja y que hay unos recursos limitados. No hay capacidad de endeudamiento ni de generar déficit y tenemos muchas necesidades: educativas, sociales, de infraestructura… Lo que decimos es que debería hacerse un esfuerzo para diferenciar lo que es gasto y lo que es inversión. Si solo generamos gasto no generaremos actividad económica. Por lo tanto, creo que debe haber una discriminación positiva hacia aquellas actividades que podemos considerar que son inversiones porque producirán un retorno. Y positiva no quiere decir que le des una importancia mayor que al gasto social. De ningún modo, no discutimos que hay unas necesidades a corto plazo que son irrenunciables, obviamente. Sin embargo hay que saber administrar para que dentro de unos años podamos, precisamente, seguir pagando este gasto social. Porque si no dentro de dos años no habrá recursos disponibles. O sea que debemos ahorrar agua, sin duda, pero debemos regar, porque si no regamos no tendremos cosecha y alimentos mañana. Este es nuestro punto de vista ante los nuevos presupuestos.
La situación interna es la que es, ¿pero cómo se puede promover y ayudar más a las empresas que exportan?
Hay recorrido. Deberíamos conseguir que todo lo que tiene que ver con el sector exterior tuviera las mínimos instancias de administración posibles. En todo lo que tiene que ver con el exterior, hay un cruce de competencias que suele ser paralizante. Aunque también hay aspectos positivos que me complace destacar: Se ha hecho, por ejemplo, la integración de Invest in Spain, que es la agencia para promover la inversión extranjera, dentro del Instituto Español de Comercio Exterior. Me parece perfecto. Esto, por ejemplo, en la agencia catalana Acc1Ó está ya hecho: Invest in Catalonia está dentro de Acc1Ó. Creo que este es un buen camino, porque si va Invest in Spain por un lado, Invest in Catalonia por otro, el Icex por el otro… En fin, no hacen falta comentarios.
O sea que las que acaban padeciendo esta descoordinación administrativa son las empresas.
Sin duda, amec somos, ante todo, las empresas. Esto es muy importante. Nuestro modelo es un modelo que está muy cercano a las empresas. Nuestro objetivo es adaptarnos a las necesidades de las empresas. Somos una entidad aglutinadora de intereses y ejecutora, más que una entidad generadora de ideas o de lecciones a terceros. Las que saben realmente de internacionalización y competitividad son las empresas, no lo dudéis. Y nosotros hacemos lo que dicen las empresas. Como colectivo somos un brazo ejecutor de las empresas, y no estamos aquí parao inventarnos cosas.
Esta proximidad aporta un factor diferencial. El equipo directivo de la entidad vamos a visitar regularmente a las empresas, lo que aporta una cercanía absoluta a su realidad. Tanto para lo bueno como para lo malo. Ayer estuve en una pyme familiar que han hecho una facturación del 80% internacional por el 20% nacional, y no ha sido por una decisión estratégica sino que el mercado ha caído y han visto que debían apretar el acelerador hacia afuera y han sabido adaptarse. Las empresas son las que nos indican el camino.
La pregunta clave parece ser que se reduce a si somos competitivos o no.
Ser competitivo es un término relativo, se es competitivo en relación a alguien o a algo. Nuestra economía en el fondo también es competitiva, si no fuera así ¿cómo es que aumentamos nuestras exportaciones? Aquí siempre se ha predicado una dualidad que nos parece engañosa: las empresas grandes son competitivas, las pequeñas no. Nosotros estamos en contra de esto. No lo compartimos en absoluto. Igual que no compartimos que el tamaño sea necesario para estar presente en los mercados exteriores (eso depende del sector). Debemos ver la competitividad de nuestra economía en dos factores: los factores comercializables, que son los sectores que compiten con los mismos sectores de otros países; y en los sectores que no compiten contra los mismos sectores de otros países. Alemania fabrica copas, yo fabrico copas y nos pelearemos para venderlas. Si yo fabrico casas no puedo venderlas en Alemania, ni un alemán puede venderlas aquí. La construcción no es internacionalizable. Hay un análisis hecho sobre la competitividad en los sectores internacionalizables versus los no lo son. Los internacionalizables han aumentado su competitividad. También es cambiante la valoración económica del trabajo especializado. Los sectores industriales, y por lo tanto «comercializables», creemos que son los internacionalizables por antonomasia y los que deben ser, por tanto, más competitivos. ¿Qué hay recorrido por delante? Por supuesto que lo hay. La cuota en el mercado mundial de España se mantiene, por lo tanto no estamos perdiendo mercado en este sentido.
¿Cuál es la situación en general de sus asociados respecto a este proceso?
En amec intentamos ayudar a las empresas en sus procesos de internacionalización. Esto quiere decir que hay diferentes etapas y que para internacionalizarse es necesaria la innovación y mejorar en competitividad en diferentes ámbitos, como puede ser la estructura de costes, etc.
Nuestro foco está en que las empresas asociadas jueguen en un marco global. Hay empresas que están en fase inicial y, por lo tanto, tenemos servicios de iniciación a la internacionalización para aquellas empresas que quieran comenzar. Luego tenemos servicios para las empresas que ya están exportando de forma regular, para que aumenten cuotas e intensifiquen mercados. Y servicios para empresas que se implantan en el exterior, que quieren abrir una filial comercial, una delegación de post venta, o una productiva, etc. Tenemos empresas en diferentes estadios: unas que están comenzando, unas que están exportando el 50% o el 70% de su producción y otras que no solo venden fuera sino que tienen estructuras propias en el exterior.
¿Podría citarnos algunas acciones concretas de ayuda a las empresas?
Nosotros les ayudamos a establecer una estrategia. Tenemos, afortunadamente, una gran demanda de muchas empresas que quieren empezar a exportar y no saben cómo hacerlo. Tenemos un servicio de iniciación a la exportación (SIEx) que intenta sensibilizar, formar y acompañar a las empresas. Esto lo hacemos una parte nosotros y otra parte recogiendo recursos públicos y privados que ya existen y los ponemos de la forma más fácil posible al servicio de las empresas. Uno de estos recursos es, por ejemplo, Go Export en la comunidad catalana. Este un programa en el que nosotros tenemos un acuerdo de colaboración con Acc1Ó y lo gestionamos nosotros, las cámaras de comercio y Pimec.
Por lo tanto los recursos, propios o externos, los ponemos a disposición de las empresas. Nosotros sabemos que como asociación no podemos ser especialistas en todo, por lo que intentamos buscar buenos profesionales y especialistas en temas determinados y ponerlos a disposición de las empresas. Nuestro objetivo es facilitar que la empresa, cuando vaya al exterior, vaya con la máxima garantía. O que, cuando una empresa deba contratar una persona fuera, haga una selección de personal apropiada.
Nuestro objetivo es sumar. En el marco de Iniciación a la Exportación de amec, se ha creado una iniciativa llamada Exportar para Crecer, promovida conjuntamente con Banc Sabadell, ESADE, Garrigues, CESCE, Arola y amec, que también puede servir para ejemplificar lo que estoy diciendo. Entre todos cubrimos lo que tiene que ver con la internacionalización: contratación, fiscalidad, crédito, financiación, promoción, etc. Tenemos una plataforma y hacemos presentaciones para empresas a las que intentamos darles un empujón y que tengan un marco de referencia.
Hemos buscado aquellas empresas, asociaciones y entidades financieras que apuestan por la internacionalización y hemos hecho este proyecto tan estimulante que hemos titulado «Exportar para crecer».
¿Dentro de amec, además de agrupaciones sectoriales, hay agrupaciones de empresas innovadoras?
Ponemos un gran énfasis en el tema de la innovación. Antes íbamos a fuera porque teníamos unos precios más baratos. Éramos los chinos de la época. Después aprendimos a vender mejor. Pasamos de estrategia de precio a estrategia de marketing. Pasamos, por decirlo así, a ser italianos. Pero llegó un momento en que vendíamos producto, o sea que lo que se fabricaba debía ser bueno o muy bueno. Evidentemente innovar tecnológicamente y no tecnológicamente (financiamiento de las operaciones, servicio post venta, etc.) es importante. Las personas que trabajábamos en la organización venimos de áreas de la economía, marketing, empresa… pero hoy estamos incorporando profesionales de la ingeniería, biotecnólogos, científicos, etc. Hemos pasado de tener una plantilla de una visión determinada a tener unas visiones laterales diferentes y más amplias.
Cerramos la entrevista, si le parece bien, volviendo a las pymes versus las grandes empresas y a la cuestión básica de la ayuda a los emprendedores.
Desde un punto de vista macro posiblemente aumentaríamos la exportación haciendo una gran acción con tres empresas. Pero si no lo hacemos con las pymes, desaparecerán. ¿Queremos, por ejemplo, un modelo solamente de grandes superficies o unas superficies comerciales ligadas con un comercio de ciudad? Nuestra visión es que las grandes empresas son importantes, pero si solo conseguimos que estas subsistan, tendremos un país desestructurado. No pensemos que solo aquí tenemos pymes, el índice de pymes en España es el mismo que el del conjunto de la UE y, según las estadísticas de Eurostat, solo estamos un poco por debajo del de Alemania.
Un día me fijé en una estadística del Instituto de la Empresa Familiar según la cual el porcentaje de empresa familiar en EEUU es similar al de España. Creemos que en EEUU todas las empresas son grandes, pero no es así. En amec estamos preparando un viaje con nuestras empresas asociadas para ver modelos de innovación en Silicon Valley, con empresarios de allí. Hace unos días unos asociados nuestros fueron al MIT de Massachusetts y nos recalcaron que tanto en los grandes focos innovadores de la costa este como en la oeste hay muchísimas pequeñas empresas que son además start ups.
Lo que pasa es que cuando sale algo bueno las grandes empresas se lo apropian. Tener un entorno que facilite las cosas es importante. Se habla mucho del emprendedor hoy en día, pero qué futuro tiene hoy un emprendedor cuando el mercado está como está y cuando el financiamiento es tan limitado. Nosotros creemos que la visión emprendedora no debe ser pensando que venderás en la ciudad de al lado. Tenemos aún muchas estructuras empresariales que no van al 100%. ¿Por qué no somos capaces, sin ir más lejos, de facilitar que un emprendedor lleve a cabo su proyecto con estructuras ya existentes que están inactivas o sea que se están muriendo de risa? Estas son las cosas que creemos que se deben hacer.
Incluso en nuestro mismo ámbito asociativo, si hay alguien que en el ámbito de gestión de asociaciones tiene una idea innovadora lo que nos gustaría es que, en vez de crear una nueva asociación, viniera aquí y tuviera gracias a nosotros todas las herramientas necesarias para desarrollar su proyecto.

Más información:
www.amec.es
amec
Francesc Ribera