El transporte como elemento clave en el desarrollo económico de la región Euromediterránea
septiembre 23, 2011Saki Aciman
Director general de CETMO (Centro de Estudios del Transporte para el Mediterráneo Occidental)
«Estamos definiendo la red transmediterránea del transporte, que está pensada a imagen de la transeuropea»
Saki Aciman Behar es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). De ascendencia turca y origen sefardí, ha vivido en España desde su infancia. Se ha especializado en gestión de infraestructuras y dirige el Centre d’Estudis del Transport per a la Mediterrània Occidental (CETMO), organismo internacional, con sede en Barcelona, en el que participan el Ministerio de Fomento y la Generalitat de Catalunya.
¿Qué es el CETMO y cuál es su ámbito de actuación?
El CETMO trabaja en el ámbito de la cooperación internacional y del transporte en el Mediterráneo Occidental, en particular con Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, así como también con instituciones como la Comisión Europea y Naciones Unidas.
El CETMO actúa principalmente como Secretaría técnica del GTMO 5+5 , grupo integrado por los ministros de transporte del Mediterráneo Occidental. El grupo está formado por Argelia, España, Francia, Italia Libia, Malta, y Túnez, más Portugal, que siempre ha formado parte de nuestro grupo europeo, y también Mauritania, como país plenamente integrado en el ámbito magrebí.
Nuestra principal misión es asesorar a la Comisión Europea en el ámbito de la estrategia y el desarrollo de la cooperación euromediterránea en el sector del transporte.
El CETMO actúa principalmente como Secretaría técnica del GTMO 5+5 , grupo integrado por los ministros de transporte del Mediterráneo Occidental. El grupo está formado por Argelia, España, Francia, Italia Libia, Malta, y Túnez, más Portugal, que siempre ha formado parte de nuestro grupo europeo, y también Mauritania, como país plenamente integrado en el ámbito magrebí.
Nuestra principal misión es asesorar a la Comisión Europea en el ámbito de la estrategia y el desarrollo de la cooperación euromediterránea en el sector del transporte.
¿Cuál es su trayectoria y su función dentro de la organización?
He realizado varios trabajo técnicos, desde que entré en la Generalitat en el departamento de Obras públicas, más concretamente en el Instituto del Transporte. Desde este puesto me nombraron director de este centro. Se trata de un organismo mixto, estatal y catalán, y en contacto con los países de la región. Se constituyó en la época del presidente Pujol, que siempre creyó en el desarrollo del ámbito mediterráneo. El grupo propuso que el centro estuviera en España y se decidió que la sede estuviera en Barcelona.
Tenemos, pues, en el CETMO esta doble dependencia y mi cargo es puramente técnico y no político.
Tenemos, pues, en el CETMO esta doble dependencia y mi cargo es puramente técnico y no político.
¿Cuáles son las dinámicas de trabajo de CETMO, tanto en la tierra, como en las autopistas del mar o el transporte aéreo?
Nuestros interlocutores son los ministerios. Tenemos dos niveles uno de expertos, que es a nivel de directores generales, y después viene el nivel de ministros. Cada dos años hay una reunión entre los ministros del sector en la región. Nosotros actuamos como secretaría de este grupo 5+5. Empezó concentrado en aspectos de comercio exterior, pero se ha centrado también en aspectos de industria y transportes. El de transportes es actualmente el más activo.
Es un grupo de colaboración y de reflexión, no es un grupo ejecutivo. Afortunadamente siempre hay aspectos de trabajo real que interesan a todos los miembros, independientemente de las circunstancias políticas. La UE tiene siempre un observador en las reuniones 5+5.
Se aborda el transporte terrestre, aéreo y naval. Se hace una reflexión sobre el conjunto de la región y se actúa en cierta manera de lobby de la región ante instancias que sí que son ejecutivas.
Es un grupo de colaboración y de reflexión, no es un grupo ejecutivo. Afortunadamente siempre hay aspectos de trabajo real que interesan a todos los miembros, independientemente de las circunstancias políticas. La UE tiene siempre un observador en las reuniones 5+5.
Se aborda el transporte terrestre, aéreo y naval. Se hace una reflexión sobre el conjunto de la región y se actúa en cierta manera de lobby de la región ante instancias que sí que son ejecutivas.
¿Cómo se coordinan para trabajar en los diferentes proyectos?
En nuestro ámbito estamos trabajando básicamente en dos aspectos centrales: hacer que la colaboración mediterránea de Bruselas, o sea de la UE, a nivel multilateral funcione y que la recientemente constituida Unión para el Mediterráneo (UpM), con sede en el palacio de Pedralbes de Barcelona, también funcione.
En estos dos ámbitos estamos impulsando acciones concretas. Ayudamos a Bruselas a definir infraestructuras en todo el Mediterráneo, por ejemplo estamos definiendo la red transmediterránea del transporte, que está pensada a imagen de la transeuropea. Creemos que la cooperación en el Mediterráneo ha de estar basada en instrumentos de actuación técnica, si en Europa la tenemos, en el sur también, y deben estar definida en aspectos que sean compatibles entre todos los intereses de las partes. En lo que se refiere a la UpM, estamos ayudando a definir proyectos concretos que podemos presentar a este organismo, siempre, claro está, en nuestro ámbito del grupo 5+5. Debo remarcar que hemos puesto toda nuestra capacidad técnica para presentar proyectos solventes a la UpM y posteriormente les ayudaremos a desarrollarlos.
Somos un organismo muy pequeño, pero, ya que tenemos muy clara cuál es nuestra función, tenemos una relación práctica con todos estos centros, aportando reflexión, conocimiento e información, además de la ayuda técnica y también ayudando en tareas de lobby para crear concienciación a todos los niveles hacia el proyecto escogido.
En estos dos ámbitos estamos impulsando acciones concretas. Ayudamos a Bruselas a definir infraestructuras en todo el Mediterráneo, por ejemplo estamos definiendo la red transmediterránea del transporte, que está pensada a imagen de la transeuropea. Creemos que la cooperación en el Mediterráneo ha de estar basada en instrumentos de actuación técnica, si en Europa la tenemos, en el sur también, y deben estar definida en aspectos que sean compatibles entre todos los intereses de las partes. En lo que se refiere a la UpM, estamos ayudando a definir proyectos concretos que podemos presentar a este organismo, siempre, claro está, en nuestro ámbito del grupo 5+5. Debo remarcar que hemos puesto toda nuestra capacidad técnica para presentar proyectos solventes a la UpM y posteriormente les ayudaremos a desarrollarlos.
Somos un organismo muy pequeño, pero, ya que tenemos muy clara cuál es nuestra función, tenemos una relación práctica con todos estos centros, aportando reflexión, conocimiento e información, además de la ayuda técnica y también ayudando en tareas de lobby para crear concienciación a todos los niveles hacia el proyecto escogido.
La mayoría de los actores económicos aún no son muy conscientes de lo que significa la UpM. ¿Podría resumirnos sus principales objetivos?
Se crea el 2008, en París. Es un partenariado de la UE con cada país del sur. Pero también está la cooperación multilateral, en la línea del llamado “proceso de Barcelona”. Esta cooperación multilateral quedará reforzada e impulsada con la UpM. Hay que pensar que aunque se refiera sobre todo a países ribereños del Mediterráneo está abierta a todos los países de la UE, así como también está abierta a otros ámbitos internacionales, como la Liga Árabe por ejemplo. Con ello se podrán llevar a cabo algunas de las premisas que se plantearon en el proceso de Barcelona.
Hay que reconocer que la etapa inicial no fue muy exitosa desde el punto de vista práctico, aunque el organismo se fue nutriendo de los diversos organismos técnicos que hemos colaborado en sus trabajos, o sea que por dentro se ha ido reforzando en estos años.
En la actualidad podemos decir que está empezando a ponerse en marcha y, por tanto, su actuación empieza a ser más visible para la opinión pública.
Hay que reconocer que la etapa inicial no fue muy exitosa desde el punto de vista práctico, aunque el organismo se fue nutriendo de los diversos organismos técnicos que hemos colaborado en sus trabajos, o sea que por dentro se ha ido reforzando en estos años.
En la actualidad podemos decir que está empezando a ponerse en marcha y, por tanto, su actuación empieza a ser más visible para la opinión pública.
Otra cosa que quizás sería interesante recordar es el proceso de Barcelona del 1995…
Representó la institucionalización de la cooperación euromediterránea, entre Europa y los países del sur. Fueron en su momento España y Francia los impulsores, con el acuerdo de Alemania. Es, pues, un intento de los países euromediterráneos de poner énfasis en esta zona. Era el momento de la caída del muro de Berlín y hasta entonces toda la atención estaba centrada en los países del este. España presidía en aquella época la UE y se pensó que el lugar adecuado para la reunión de los líderes europeos era la ciudad de Barcelona.
¿Podría citarnos algunos proyectos concretos que se están poniendo en marcha?
Por ejemplo, completar la autopista intermagrebí, unir estos países por autopista. De momento, desde Rabat a Túnez, pero el proyecto contempla desde Nuakchot a Trípoli. En la parte central, que está muy avanzada, hay dos tramos pendientes que son fronterizos y que hay que acabar. Por cierto, son muy adecuados para presentarlos a la UpM.
Lo mismo se está haciendo a nivel ferroviario y después estamos trabajando en cuestiones de seguridad en navegación. De momento en el ámbito UpM todavía no se ha entrado en la navegación aérea.
Lo mismo se está haciendo a nivel ferroviario y después estamos trabajando en cuestiones de seguridad en navegación. De momento en el ámbito UpM todavía no se ha entrado en la navegación aérea.
En nuestro entorno más inmediato, dentro de poco la UE debe determinar su apoyo al eje de transporte ferroviario en la cuenca mediterránea…
Es un tema estrictamente europeo en el que nosotros no participamos y por tanto no nos incumbe. Es el nivel de decisión del Gobierno español y europeo. Depende de múltiples factores, pero en mi ámbito técnico de actuación sólo me cabe recordar la idea inicial del eje FERRMED, que era que los contenedores que entran en los puertos españoles del Mediterráneo pudieran ser distribuidos de manera rápida y efectiva por Europa.
Aunque no sea de su estricta competencia, usted conoce bien la zona, por eso le pedimos una breve panorámica del momento actual en los países de la ribera sur.
Es de prever que haya bastante movimiento. Este otoño tenemos elecciones en Egipto, Túnez y Marruecos. Se dice que el presidente Burguiba de Argelia tiene mala salud y que, por tanto, se está preparando un cambio. En Oriente medio Palestina parece decidida a proclamarse como estado soberano ante las Naciones Unidas. Siria está como está, y se supone que cuando se acabe con el problema libio las potencias occidentales se implicarán más a fondo en este país. En Jordania también se está pasando una fase de crisis con cambios posibles a la vista. En Israel, con una crisis social interna muy fuerte, tocan elecciones el año próximo. Tenemos, pues, un escenario internacional muy movido, con una diplomacia europea un tanto dubitativa o al menos poco clara y todos estamos pendiente de lo que pasará. Aunque he de decir que muchos de estos países que pueden estar enfrentados, a nivel técnico colaboran entre ellos. Aunque esta colaboración no puede salir o manifestarse hacia afuera ni puede materializarse en ningún tipo de acuerdo.
Mi percepción personal es que a medio plazo habrá una transformación profunda. La población quiere cambios, lo que la gente quiere es aumento del nivel de vida, educación, facilidades, oportunidades, etc. y con sistemas autocráticos esto no es posible. Ocurre como con el muro de Berlín, los alemanes del este podían comprobar lo que había al otro lado del muro. La población magrebí desplazada aquí transmite continuamente al otro lado los valores individuales de libertad y de mejora del nivel de vida. Además ha habido un aumento considerable de la población con formación universitaria. Ahora la gente ya no es analfabeta y con los nuevos medios de comunicación, como internet, puede enterarse de todo. La censura ya no es posible, porque la información circula constantemente, y la gente piensa que si en el norte tenemos lo que tenemos por qué ellos no pueden aspirar a lo mismo.
A corto plazo quizás acabe en una componenda política pero el progreso hacia una mayor democracia es imparable. Y me parece bastante claro que el futuro de nuestro país en el contexto mundial, sea el que sea, no podrá desarrollarse al margen de esta zona del Mediterráneo. En los próximos cincuenta años ésta será nuestra zona natural de creación de riqueza y de ideas nuevas. Necesitamos varias coronas de apoyo en el aspecto económico y están sin duda en este ámbito geográfico.
Mi percepción personal es que a medio plazo habrá una transformación profunda. La población quiere cambios, lo que la gente quiere es aumento del nivel de vida, educación, facilidades, oportunidades, etc. y con sistemas autocráticos esto no es posible. Ocurre como con el muro de Berlín, los alemanes del este podían comprobar lo que había al otro lado del muro. La población magrebí desplazada aquí transmite continuamente al otro lado los valores individuales de libertad y de mejora del nivel de vida. Además ha habido un aumento considerable de la población con formación universitaria. Ahora la gente ya no es analfabeta y con los nuevos medios de comunicación, como internet, puede enterarse de todo. La censura ya no es posible, porque la información circula constantemente, y la gente piensa que si en el norte tenemos lo que tenemos por qué ellos no pueden aspirar a lo mismo.
A corto plazo quizás acabe en una componenda política pero el progreso hacia una mayor democracia es imparable. Y me parece bastante claro que el futuro de nuestro país en el contexto mundial, sea el que sea, no podrá desarrollarse al margen de esta zona del Mediterráneo. En los próximos cincuenta años ésta será nuestra zona natural de creación de riqueza y de ideas nuevas. Necesitamos varias coronas de apoyo en el aspecto económico y están sin duda en este ámbito geográfico.
Francesc Ribera