El conocimiento compartido como factor de excelencia en la dirección empresarial

El conocimiento compartido como factor de excelencia en la dirección empresarial

mayo 2, 2015 Desactivado Por inQualitas
Juan Fernández-Aceytuno
Juan Fernández-Aceytuno
Director General de ST Sociedad de Tasación y fundador de Know Square – red de conocimiento
Hay que profundizar en la RSi o Responsabilidad Social individual

Juan Fernández-Aceytuno Sáenz de Santa María, es ingeniero de Minas, máster en Dirección de Operaciones por el IE y PDG por el IESE. Es autor del libro Gestión en tiempos de crisis, Deusto 2009.

¿Puede describirnos brevemente qué es Know Square y hacernos un resumen de su trayectoria?
Es una red de conocimiento que funciona en formato de cooperativa. Toda persona que aporta experiencia, artículos, conferencias, o participa ayudando a través del Proyecto Coach o del Panel de Expertos, accede a la experiencia de los demás. El que no aporta experiencia, paga una suscripción anual que hace posible el mantenimiento de la red. El proyecto es independiente y viable desde el primer año.
¿Qué pretenden con esta iniciativa?
Aportar un punto de reflexión y análisis, alejado del ruido de Internet y de los intereses particulares, para conseguir un punto de encuentro, una referencia para cualquier profesional, sobre todo persona, que tenga interés en mejorar de forma continuada a partir de la experiencia de otros que lo único que pretenden es compartir y escuchar. Buscamos profundizar en conceptos como la RSi o Responsabilidad Social individual, mucho más importante y necesaria que la RSC.
¿El futuro del management está más en la cooperación que en la competencia? ¿No parece un contrasentido en el sistema en el que estamos obligados a movernos?
No nos importa el futuro del management, sino el de la persona, el de los equipos que ésta coordina o dirige, y el futuro de España. Tratamos de influir para conseguir que muchos de los profesionales que trabajan hoy en sus empresas, y hacen bien las cosas, las compartan. Hay una mayoría silenciosa que tiene mucho que decir.
Usted es experto gestor de iniciativas de Calidad, a través del Modelo de Calidad 6 Sigma. Centrándonos en los niveles medios y bajos de conocimientos, ¿cree que nos estamos preparado adecuadamente en estos métodos, en las PYMES, los centros de formación profesional o escuelas de management?
No me considero un experto, la verdad. Incluso una vez conseguida la titulación de Master Black Belt en General Electric (GE) te das cuenta que entre la teoría y la práctica hay un camino enorme: hay que ser prudente con lo que uno cree que sabe de estas cosas… En cuanto a su implantación, especialmente en España, creo que nuestra cultura nos hace ser escépticos de modas empresariales que vienen de fuera, por lo que una traducción directa supone un fracaso inmediato con casi total seguridad. Yo me dediqué a trasladar los fundamentos de 6 Sigma sin ser un radical de manual, y creo que en España es la mejor forma de incorporarla en las PYMES. Es especialmente necesario, al menos lo recomiendo, dominar las técnicas de gestión del cambio: sin un enfoque cultural global, la iniciativa quedará aparcada en un cajón antes de comenzar a hablar de ella.
Por su formación como ingeniero en BP Oil y GE Plastics y directivo senior en General Electric, y Sociedad de Tasación, tiene un conocimiento exhaustivo de nuestra posición en el campo de la tecnología. ¿Cómo ve la situación de la ingeniería hispana y de los ingenieros en este momento, tanto la de los seniors como los Juniors?
Creo que la ingeniería española está a un nivel altísimo. No sólo lo sé de primera mano porque mi hija estudia Industriales en la Universidad Politécnica de Madrid, y veo cada día que el nivel de exigencia y rigor es impresionante, sino por la demanda de ingenieros e ingenierías españolas. No nos deben preocupar tanto los rankings, que incorporan una dosis de marketing muy elevada. Fijémonos en el nivel de demanda de nuestros ingenieros y de dónde están las empresas de ingeniería española.
Retomando el hilo del discurso, que es multidisciplinar ¿en los segmentos altos de responsabilidad, en cuanto a la gestión de la calidad y la innovación, en qué diría que son buenos y en qué tendrían que mejorar nuestros directivos?
Creo que si tuviera que elegir sólo un campo, les recomendaría mejorar en Comunicación. Es la más importante de las habilidades, tanto para hacer llegar su mensaje a los equipos, empleados, proveedores, como hacia el exterior, clientes, sociedad, accionistas, gobierno y reguladores. Todos comunicamos 24×7 y debemos dominar la técnica, como en cualquier otro oficio. Si no la conocemos a la perfección, la mejor inversión es tener muy cerca a una persona experta en comunicación. No sólo hay que saber comunicar, también hay que saber cuándo callar. El silencio también es comunicación.
Usted publicó en 2009 el libro Gestión en tiempos de crisis, que anda por la segunda edición, ¿puede resumirnos las líneas maestras de este trabajo en relación a la iniciativa que nos ocupa?
Es un modelo muy sencillo de gestión, en cuatro pasos: observación del territorio, definición de la estrategia, liderar el cambio y la gestión del día a día con enfoque especial en las personas. Es un círculo sin fin, que se retroalimenta. A mayor velocidad angular, mayor aprendizaje.
¿Cómo ve la salida de la crisis de la economía española, vamos en la dirección correcta para asegurar un crecimiento sostenido y sostenible en el futuro?
Quizás sea un tópico, pero en muchos sectores veo falta de modelo. No estoy seguro de que nos falte un “modelo de país” (que por cierto tampoco veo como tal en Reino Unido o en Estados Unidos), pero sí entiendo que deberíamos tener modelos sectoriales coherentes, previsibles, sin cambios de timón en función de periodos electorales. Del mismo modo, en la formación de las personas deberíamos tener un modelo que resistiera los cambios de gobierno: el modelo educativo, el modelo laboral, el modelo de universidades e investigación, deberían estar acordados. Cuando se mira a España, creo que queremos ser Quijotes resolviendo todos los problemas, cada cuatro años, cuando quizás lo primero que deberíamos hacer es segmentar y darnos un plazo objetivo de 20 años para tratar de llevar a la excelencia dos o tres sectores. No vamos a mejorar nada en saltos de cuatro. La competencia que hay fuera es durísima.
¿La inversión pública y privada en I+D+i en nuestro país es suficiente para encarar los retos que tenemos?
Creo que no es sólo un asunto de cantidad, sino de calidad, y sobre todo, de base, educación, fomento e incentivo para que los investigadores, que aman su trabajo y que son de naturaleza vocacional, encuentren en España la confianza necesaria. Como en cualquier vocación, el respeto por su trabajo, la consideración pública de su esfuerzo, el reconocimiento social, las facilidades para desarrollarlo, deberían ser tan importantes como los números. Pongamos a las personas por delante.
¿Cómo pueden ayudar iniciativas como Know Square en la afirmación de una base sólida para situar a nuestros directivos y emprendedores en una buena posición en el contexto mundial de la economía del conocimiento?
Desde que fundamos Know Square, los fundadores identificamos que lo que necesitábamos era un punto de encuentro fiable, riguroso, independiente, transversal, online pero también offline, donde el conocimiento compartido pudiera con el individualismo. Hoy lo tenemos, y sigue creciendo sin publicidad ni subvenciones. Surgen cartas nuevas en cada conversación, en cada artículo que se comenta. Partiendo de la confianza que existe entre los usuarios, cualquier reto es posible.

Redacción Madrid
Más información:
www.knowsquare.es