Entrevista a Emili Rousaud

Director General de Factorenergía

«Se pueden ofrecer unas tarifas muy adecuadas para el coche eléctrico y para la implantación de esta tecnología»

Realmente lo veo como algo inevitable. Que esté lejano o cercano en el tiempo dependerá de una serie de factores como son, por ejemplo, el precio de los combustibles fósiles. Pero lo veo como una realidad inevitable. Yo creo que la gente en general lo está asumiendo. Cada año vemos un progreso en todo lo que es el desarrollo de vehículos eléctricos en general, y el hecho de que grandes marcas de automóviles estén desarrollando modelos en este campo es una señal muy clara de la evolución inevitable del sector.

Es una empresa comercializadora de electricidad. En la actualidad se dedica a suministrar energía eléctrica sobretodo a pequeñas y medianas empresas, a la espera de que la regulación nos permita acceder al sistema doméstico. También tenemos el área de negocio del coche eléctrico, centrada en dar servicio a productores de energías renovables.

La idea inicial es promover su uso entre las entidades municipales, proporcionando un asesoramiento tanto sobre los vehículos como sobre las infraestructuras. Además suministrando la electricidad con unas tarifas muy adaptadas a poder medir el consumo eléctrico, sobretodo en horas nocturnas, con la idea de que la recarga de la batería tenga un precio muy económico. En cuanto a la ciudadanía, el Maresme es una comarca donde proliferan las viviendas unifamiliares y, lógicamente, en este tipo de casas existen muchas ventajas cuando se tiene un garaje de propiedad y no compartido. Hay mucha facilidad para la instalación de las infraestructuras de recarga, que es la base para poder disponer de un coche eléctrico. Adicionalmente, con el Consejo Comarcal, trataremos la instalación de estas infraestructuras en aparcamientos públicos y en zonas concretas de las poblaciones, digamos un tanto emblemáticas, para poder hacer la recarga en la calle.

De hecho no resultará muy costosa porque la red eléctrica es la ya existente. Lo que sí se tendrá que hacer es analizar si en cada caso particular existe la capacidad de su red para dar un determinado nivel de potencia. Pero no tenemos que partir de la idea de que en la mayoría de los casos esta potencia no está disponible porque no es así. Para el impulso inicial no va a haber ningún tipo de sobrecarga en la red, por lo tanto, para arrancar el proyecto los requerimientos de potencia son mínimos. Además, y muy importante, el planteamiento que hace Factorenergía es que la recarga de los vehículos se haga en horas nocturnas, en lo que se llama la carga lenta, porque ahí es donde el coste de la electricidad es mucho más económico y, sobretodo, porque en España, a determinadas horas de la noche, existe un exceso de energía. Y ese exceso puede llegar hasta el punto de que el día 1 de noviembre, por ejemplo, provocó que el precio de la energía en el mercado eléctrico fuera cero y que determinadas plantas de generación de renovables como las eólicas tuvieran que parar porque no había forma de tratar ese exceso. Teniendo en cuenta este planteamiento no se tendría que recurrir a un refuerzo importante de la red de distribución y, por lo tanto, no creemos que lleve asociado un gran coste.

Hay empresas que claramente sí, como Toyota o Nissan, y hay otras que han empezado, como Seat. Yo creo que el hecho de que grandes empresas automovilísticas empiecen a desarrollar vehículos híbrido y eléctricos le aportará inmediatamente economías de escala a la tecnología, porque hoy en día hay dos problemas para la adquisición de un coche eléctrico: el primero sería el coste, como se hacen pocos vehículos no es el mismo que con los vehículos convencionales, pero eso llegará. Y luego el mantenimiento. El hecho de poder tener un coche de las marcas ya establecidas te da mucha seguridad porque puedes ir a hacer el mantenimiento del coche a los concesionarios oficiales. El hecho de que las automovilísticas estén apostando ayuda a superar estas dos barreras.

Las gasolineras todavía no porque tendrán que trabajar en unas infraestructuras de recarga rápida y el suministro se tendrá que hacer en corriente continua… Las estaciones de servicio tendrán que tener ambas tecnologías, el suministro de combustible fósil y también una infraestructura rápida. Es un campo interesante, pero su desarrollo irá al compás de la demanda. Las eléctricas sí estamos interesadas, sobretodo el sistema eléctrico nacional. Dado el mix de tecnologías de generación eléctrica que hay en España, con lo que a determinadas horas hay un excedente de energía, y que ese excedente, dada la circunstancia que la península Ibérica, a efectos eléctricos es más una isla que una península, hay muy poca interconexión. Es una manera de aprovechar una energía que se está perdiendo. Para las empresas de suministro eléctrico es muy interesante. Se pueden ofrecer unas tarifas muy adecuadas para el coche eléctrico y para la implantación de esta tecnología teniendo en cuenta el diferencial de coste con la gasolina o el gasoil.

Por parte de la administración, tanto del IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, como del Ministerio de Industria, hay mucho interés y ahí no se puede poner ninguna pega. Tampoco por parte de las universidades, recientemente en Montmeló el Colegio de Ingenieros Técnicos de Barcelona fue el organizador de un evento al respecto. Lo que ocurre es que estamos en la génesis de este cambio y no se llega a ver todo lo que viene detrás. Gente que lleva más tiempo con el tema del coche eléctrico, como el Colegio de Ingenieros Técnicos de Barcelona, comentan que en los eventos ha habido más afluencia de expositores, de público y de prensa respecto al año anterior. Parece que este fenómeno va creciendo y llegará el momento en que lo veamos como una realidad y no como una novedad tecnológica.

El tema medioambiental es muy importante porque no debemos olvidar que el transporte es el primer generador, como actividad humana, de CO2. Además el desarrollo de países como China, India o Brasil está haciendo que aumente mucho el parque automovilístico. El bolsillo de la gente lo va a empezar a notar cuando se empiece a extender el uso del vehículo eléctrico, cuando las economías de escala en fabricación permitan hacer vehículos mucho más asequibles. Y creo que la gente lo va agradecer por lo que comentábamos del exceso de energía en las horas nocturnas. Aunque la implantación venga porque probablemente ya hemos pasado el pico de producción de petróleo, el tema medioambiental es muy importante. A medida que los ciudadanos tengamos conciencia de la importancia de tener coches más ecológicos reaccionaremos. Yo creo que son esas grandes olas sociales las que nos llevan al cambio. El vehículo eléctrico no tiene ningún motivo por el que ser más caro que uno convencional, las tecnologías que utiliza son muy testadas. Tengo un amigo que dice que al final un vehículo eléctrico son cuatro motores de lavadora. Es algo superficial, pero es cierto. Es verdad que ahora el coche eléctrico es más caro, pero también es verdad que hay más demanda que oferta. Siempre que entra una innovación en el mercado los precios son más caros porque se tienen que recuperar todos los gastos de investigación y desarrollo, pero a medida que se vaya implantando será absolutamente irrelevante.

El coche eléctrico tiene un aspecto diferencial respecto al convencional y es que al haber una complejidad tecnológica de fabricación inferior vemos una proliferación de fabricantes. En España tenemos la posibilidad de coger la antorcha del vehículo eléctrico y hacer que sea un sector importante en nuestro país. El efecto en el empleo estará muy vinculado a que seamos proactivos en el campo del desarrollo de estos vehículos y en implantar su fabricación. Por ejemplo, Rieju, una empresa de aquí, ha lanzado una moto eléctrica. Se abren oportunidades y hay que tener los emprendedores necesarios para tener capacidad de aprovecharlas y generar nuevos puestos de trabajo.

La formación general para motores eléctricos ya se imparte en las ingenierías técnicas, y la especialización en este campo está muy centrada en todo el tema de motores y otros sistemas vinculados a la automoción. Esa formación ya existe, la tecnología del coche eléctrico no es una innovación absoluta, a diferencia de los vehículos que funcionan con hidrógeno, en ese caso sí tendríamos un campo más amplio. La información que se recibe en las ingenierías técnicas daría la base, luego, para obtener una formación adicional, se necesitan unos cursos específicos y ahí detrás tendría que estar la administración.

Europa tiene que homologar la tecnología de puntos de carga y se tiene que implantar en todos los países. Es cierto que para encontrar un punto de recarga sencillo, fácil y rápido pueden faltar diez años. Sin embargo, la autonomía de los coches eléctricos hace que recargados en casa puedan tener autonomía de 150 kilómetros. Luego no hay que olvidar que una alternativa a la recarga en gasolineras es la sustitución de la batería en gasolineras, que se puede hacer en ocho minutos. También la autonomía de estos coches es cada vez más competitiva y cuando dispongamos de un mapa claro de ubicación de todas estas infraestructuras podremos salir de viaje sin preocuparnos demasiado del tema de la recarga. En comarcas como el Maresme, cuando se haga una implantación racional podremos circular sin preocupación, en este caso creo que faltan pocos años, quizá tres.

Rubén Urdiales