Nuestros problemas han venido de la falta de rigor interno y de unas políticas muy poco afortunadas
Usted accedió a la presidencia del CIDOB en mayo de 2012, pero antes desarrolló una gran parte de su carrera profesional en entidades relacionadas con el ámbito europeo. ¿Puede resumirnos su trayectoria y condensar en pocas palabras qué ha aprendido de nuestros “compatriotas” europeos?
Efectivamente, he sido diputado en el Parlamento Europeo 18 años, de 1986 al 2004. Durante este periodo también era secretario general del Patronat Català Pro Europa, con delegación en Bruselas. Durante 14 años he sido miembro de la comisión ejecutiva de la Internacional Liberal, junto a otras responsabilidades públicas y políticas a nivel europeo e internacional. De mis colegas, y de responsables públicos y políticos en Bruselas y Londres principalmente, aprendí rápidamente que hay que ser riguroso y competitivo; no hay que esperar que te regalen nada. Si se trabaja mucho y bien, se es competente, y se conocen a fondo los mecanismos del funcionamiento de las instituciones, en este caso europeas e internacionales, se obtienen muy buenos resultados.
¿Hacia dónde va Europa? ¿Qué es lo que más le preocupa de la situación actual respecto al proyecto europeo impulsado por Adenauer, De Gasperi, Monnet, Spaak, etc.?
Europa continua teniendo los objetivos de los padres fundadores, si se compara la Europa de su época con la actual, el progreso ha sido extraordinario, ahora nos falta llegar a lo más difícil: la Unión Política.
Como presidente del Comité Español de de la LECE (Liga Europea de Cooperación Económica), de su Comisión Mediterránea y también su Comisión Ejecutiva en Bruselas, ¿podría resumirnos las percepciones sobre la realidad actual y la visión de futuro de sus miembros?
Nuestro objetivo es profundizar en los aspectos económicos, monetarios y financieros para consolidar la Unión Europea. Ahora nos centramos básicamente en la Unión Bancaria, para avanzar en la Unión del Mercado de Capitales y la Unión Fiscal. Defendemos la moneda única europea, el euro, y defenderemos la permanencia de Gran Bretaña en la UE, y en el caso de Grecia en el euro.
¿Cómo ve la integración de las empresas y las organizaciones catalanas y españolas en las instituciones y en la economía conjunta europea? ¿En qué hemos avanzado y en qué aspectos aún tenemos que espabilarnos?
El próximo año celebraremos treinta años de integración europea. El progreso ha sido enorme. ¿Se imagina nuestra situación fuera de la Unión Europea? Nuestros problemas han venido de la falta de rigor interno y de unas políticas muy poco afortunadas que nos llevaron a una profunda crisis a partir del 2008. No es verdad que la crisis haya sido igual en toda la Unión Europea. Nosotros la hemos sufrido más porque no se actuó a tiempo y la etapa previa a la crisis se basó en la especulación inmobiliaria y en inversiones nada acertadas. La herencia, una deuda que prácticamente iguala el PIB español.
En cuanto al “procés” catalán, ¿una Cataluña independiente del Estado español tiene lugar en la UE? ¿En el caso de que surgiera este nuevo estado europeo, cómo y en qué fases podría producirse la integración?
Como ya estudió uno de mis maestros, Ramon Trias Fargas, Cataluña es económicamente viable como Estado independiente. Otra cosa es si puede ser miembro de la Unión Europea. La respuesta es sólo si los estados de la Unión, incluyendo el español, la aceptasen por unanimidad. Es lo que establece el Tratado de la Unión Europea. La solución sólo puede ser política.
Vamos al CIDOB y centrémonos en una visión internacional más amplia. Primero, ¿nos podría resumir la trayectoria y las principales actividades de este think tank?
CIDOB es un centro líder español, independiente, no partidista dedicado a las relaciones internacionales. Durante más de 40 años, CIDOB ha llevado a cabo investigación para proporcionar un análisis a los responsables políticos y económicos, para anticiparse a las nuevas tendencias antes de que lleguen a la agenda política. CIDOB tiene experiencia acreditada en Migraciones, Seguridad, Europa, el Mediterráneo, Asia y América Latina.
Según el » Global Go To Think Tank» informe publicado anualmente por la Universidad de Pennsylvania, CIDOB ostenta en la actualidad la posición 58 en la categoría de «Top Think Tanks Worldwide » y es el think tank español mejor posicionado, en el puesto 15, de Europa occidental. CIDOB también se consolida como el primer equipo de expertos de los países del sur de Europa.
¿Cómo se encontró la entidad y en qué momento están ahora? ¿Qué proyectos tienen de cara al futuro?
La entidad se basa en un equipo magnífico de investigadores y analistas en relaciones internacionales. El problema en los últimos años ha sido obtener los recursos necesarios. Se ha hecho una gran labor con la participación en programas competitivos internacionales en los que CIDOB es líder. Después de haber tenido que superar desviaciones debidas a diversas causas, que evalúo en su conjunto en un millón de euros, ahora estamos saneados y equilibrados económicamente y también en orden con el ordenamiento jurídico que afecta a las Fundaciones.
¿Cree que Barcelona ocupa el lugar que le corresponde en la política internacional en general y de manera más específica en el ámbito de los estudios internacionales y estratégicos? ¿Un estado propio catalán resultaría mejor o peor para situar a la capital catalana en este ámbito concreto del conocimiento y de la política?
El Ayuntamiento de Barcelona es uno de nuestros patrones y recibimos su apoyo y colaboración. Ciertamente, la creciente importancia de Barcelona a nivel internacional lleva a profundizar en el análisis y la promoción de sus relaciones exteriores, nosotros estamos llevando a cabo un proyecto sobre las relaciones internacionales de grandes urbes en el mundo.
¿Y en el ámbito mediterráneo? ¿Barcelona está haciendo sus deberes? ¿Se está tomando conciencia de su capitalidad, por la presencia de la UpM (Unión por el Mediterráneo) y por su peso económico y cultural en la zona?
Barcelona está desarrollando con gran acierto su objetivo de consolidarse como la capital de la Unión Europea en el Mediterráneo, la sede de la UpM es consecuencia y reconocimiento de esta realidad.
Contando con el apoyo tanto del gobierno catalán como del español, es y ha de continuar siendo una referencia en la política mediterránea de la Unión
Los países del sur de Europa padecemos directamente el choque norte-sur. ¿Qué estrategias podemos aplicar para ayudar a resolver este conflicto?
No puede haber una solución por separado, ha de ser en base a los acuerdos que se tomen en el seno de la Unión Europea.
Redacción Barcelona