Gerente de AIQBE, Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva
El futuro de nuestra economía debe sustentarse mucho más en la industria, que ya ha demostrado su competitividad internacional y su capacidad de sobreponerse a las dificultades
¿Qué características han convertido a Huelva en uno de los principales centros industriales de España?
Efectivamente, como bien comentas, Huelva y su entorno constituyen hoy uno de los principales centros industriales de España. Esto es gracias, en parte, a que con el paso de los años se ha transformado en una de las ubicaciones más diversificadas de nuestro país en lo que se refiere a sectores de producción, pues en ella conviven el refino, la metalurgia, la generación de energía —tanto mediante ciclos combinados como biomasa— la pasta de papel, la química básica e inorgánica, el oxígeno líquido, los fertilizantes y componentes de alimentación animal.
En cuanto a nuestra asociación, podemos decir, además, que una de las grandes fortalezas de AIQBE es que está formada por empresas de primer nivel, asentadas tanto en la capital onubense como en el cercano término municipal de Palos de la Frontera, todas ellas auténticos referentes en sus respectivos sectores. Esto hace que podamos aprovechar esta sinergia de grupo para poner en valor a la industria en su conjunto.
A esto se une que Huelva cuenta con el Puerto de mayor extensión de España, un factor estratégico para la industria, pues permite la entrada y salida de un gran volumen de mercancías.
¿Cómo y por qué se constituyó la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva?
Obviamente el nacimiento de AIQBE responde a la presencia cada vez mayor de empresas dedicadas al sector industrial en Huelva. Aunque éstas empezaron a establecerse en la ciudad en torno a los años sesenta del pasado siglo, el germen de lo que hoy en día es la Asociación hay que buscarlo en 1975, cuando se constituyó la Asociación Sindical de Industrias para la Protección del Medio Ambiente (ASIMA), que tenía como principal objetivo el estudio, control y defensa del medio ambiente.
Desde entonces ha ido pasando por distintas etapas y cambios de denominación (ASPEMA, AEIQEA, AIQB y AIQBE), ampliando poco a poco sus áreas de trabajo, siguiendo el modelo de entidades territoriales existentes en otras zonas industriales de España. Pero su misión ha sido desde sus inicios aunar esfuerzos y reforzar intereses comunes en torno a la actividad industrial de la provincia.
Actualmente, hay trece plantas agrupadas en la Asociación, correspondientes a las empresas Air Liquide, Algry Química, Atlantic Copper, Cepsa Refinería “La Rábida”, Cepsa Química Palos, Enagás, Ence, Endesa Generación, Ercros, Fertiberia Huelva, Fertiberia Palos, Gas Natural Fenosa y Repsol Butano.
¿Cómo definiría la trayectoria de AIQBE? ¿Qué momentos destacaría?
La trayectoria de AIQBE ha estado ligada indisolublemente a la de los centros de producción integrados en ella, que han ido evolucionando a lo largo de la historia del enclave industrial onubense. Algunos de ellos han desaparecido, mientras que otros se han consolidado e incluso ampliando con el paso de los años.
Podríamos considerar que sus inicios están vinculados a la instalación de la central térmica Cristóbal Colón de Sevillana de Electricidad en 1959, con la que comienza la presencia en Huelva de las empresas que hoy constituyen AIQBE. En la década de los sesenta del siglo pasado, tras la designación de la ubicación como Polo de Desarrollo Industrial, se instalan en Huelva y en el municipio de Palos la mayor parte de las industrias que hoy conocemos y éstas se complementan con nuevas plantas de producción llegadas en la primera década del siglo XXI.
Otro hito destacado se produjo en el año 2012, cuando la por entonces llamada AIQB, Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva, pasó a denominarse AIQBE, para integrar de este modo a las empresas energéticas, reflejando así la trayectoria de la energía en la actividad productiva de este enclave, puesto que este sector representaba ya más del 50% del valor de la producción del conjunto de empresas asociadas y protagonizaba una parte muy significativa de las inversiones realizadas. Así, bajo el eslogan “Nueva energía para la industria de Huelva”, la denominación oficial de la entidad se transformó en Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva.
¿Qué servicios ofrecen a las diferentes empresas que integran AIQBE? ¿Qué ventajas supone formar parte de la asociación?
La ventaja principal que aporta AIQBE a sus asociados es poder aprovechar las sinergias de grupo para defender los intereses colectivos, a pesar de ser un foco industrial diversificado, y poner así en valor de manera conjunta un sector que aporta riqueza y empleo a la provincia onubense. En este sentido, puedo destacar que los efectos directos, indirectos e inducidos de las empresas que conforman AIQBE tuvieron un impacto en 2013 de más de 1.200 millones de euros en términos de Valor Añadido Bruto, equivalente al 11,7% del PIB de Huelva, y en número de empleados, con 8.926 en total. Estos datos ponen de manifiesto la importancia de la actividad de los asociados de AIQBE sobre la economía provincial.
En este sentido, la Asociación constituye hoy un punto de encuentro para el intercambio de conocimientos y experiencias colectivas, identifica problemas y necesidades del sector, tanto diarias como puntuales, y diseña la estrategia y acciones a seguir para su solución. A nivel externo, también ejecuta una importante labor de relaciones institucionales e interlocución con los distintos grupos de interés y representa a sus asociados en el Plan de Emergencia Exterior de Huelva, así como ante entidades empresariales locales, regionales o nacionales, y administraciones, con las que mantiene una relación directa y fluida. Al mismo tiempo, la institución sirve de vehículo para lograr un mayor acercamiento entre la industria y la sociedad onubense, entre otras importantes funciones.
¿Cómo está afectando la crisis a las empresas del sector?
La crisis afectó al sector especialmente en el año 2009, cuando se produjo un descenso en la producción de un 29,7% con respecto al ejercicio anterior. Un año más tarde, ese descenso ya se había ajustado, demostrando el empuje de estas empresas, que, frente a un entorno de crisis muy complicado, supieron no solo contrarrestar la bajada, sino realizar al mismo tiempo rápidos cambios en sus políticas estratégicas y operativas que les permitieron crecer para mantener la ocupación de la plantilla y de los equipos productivos. En 2013 volvió a aumentar la producción, situándose en 12.136,3 millones de euros, un 7,1% más que en el año anterior, un dato destacable comparado con la coyuntura económica nacional, en la que fueron pocos los sectores que presentaron resultados positivos.
En esta evolución tuvo mucho que ver el esfuerzo realizado por las empresas para ampliar los mercados en los que comercializar los productos. Pero, para ello, ha sido necesaria una adaptación al nuevo escenario, que implica ser más competitivos y eficientes. La inversión tampoco se ha detenido. Las empresas asociadas a AIQBE han continuado con su línea de mejora permanente y esto se concretó en 2013 en una inversión de más de 122 millones de euros.
En 2014, las empresas continúan esta misma senda de crecimiento, dentro de la situación de estabilidad en la que nos encontramos.
¿Qué estrategias se están adoptando para superar la crisis y adaptarse a un mercado cada vez más competitivo?
Lo cierto es que como consecuencia de la recesión sufrida en 2009 se produjeron modificaciones importantes en las estrategias comerciales de las industrias, aumentando el peso de las exportaciones como medida para contrarrestar la falta de demanda del mercado nacional, lo que supuso que, en 2013, el 26,6% del total producido se destinara a exportaciones. Y, de momento, hasta que mejore un poco la economía dentro de nuestras fronteras, este peso del mercado internacional aún seguirá siendo visible en las cuentas de resultados de las empresas que conforman AIQBE.
Aunque lo ideal es que a medio y largo plazo se produzca una mejoría dentro del mercado nacional, para que pueda haber una menor dependencia con respecto a la exportación, pues ésta conlleva elevados costes e importantes rebajas de precios para poder competir. Si además a esto le añadimos el progresivo aumento del precio de algunas materias primas imprescindibles para la elaboración de nuestros productos, nos encontramos con un margen comercial complicado para muchas empresas.
También llevamos años demandando desde Huelva una mayor inversión en infraestructuras, para asegurar y mejorar la salida de mercancías de nuestra provincia en condiciones óptimas, con variedad de posibilidades y acortando tiempos. Este factor es prioritario para ser más competitivos en el mercado, de ahí nuestra insistencia para lograrlo.
¿Considera la cooperación un factor clave para aumentar la competitividad? ¿Y la innovación?
Por supuesto, ambas cuestiones influyen positivamente en términos de competitividad, por eso es importante invertir en ellas. Por ejemplo, de las inversiones realizadas por las empresas de AIQBE en 2013, aproximadamente 1,5 millones de euros fueron destinados a actuaciones relacionadas con I+D+i.
La innovación es una apuesta constante de nuestros asociados por ser más productivos, más respetuosos con su entorno, más eficientes, dentro de su voluntad permanente por ser cada día mejores. Ésta también juega un papel muy importante en la continua mejora de los productos que se elaboran o transforman en las empresas adscritas a AIQBE, que se utilizan habitualmente en la alimentación, la sanidad, los transportes, las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, la construcción, el turismo, la agricultura, la pesca, etc. Por tanto, tienen un impacto notable sobre la calidad de vida y la cobertura de las necesidades de millones de personas.
Ésta es la razón de que muchas de estas compañías desarrollen proyectos de investigación e innovación de manera interna o en colaboración con otras empresas e instituciones de carácter educativo.
Por otro lado, también es vital mantener una interrelación constante, como decía antes, con las administraciones públicas, ya sean locales o regionales, así como con otras entidades u organismos onubenses con los que llevar a cabo proyectos conjuntos de diversa índole o, simplemente, impulsar iniciativas que incidan positivamente en la actividad de ambas partes. Me refiero, por ejemplo, al Puerto o a la Universidad de Huelva, a las que nos une una estrecha vinculación forjada durante años.
Como parte de su responsabilidad social, ¿qué proyectos o acciones lleva a cabo AIQBE en su entorno?
Existen distintos proyectos en los que tanto AIQBE como los centros industriales que conforman la Asociación participan o ponen en marcha anualmente, en múltiples y diversos campos. Además de los relacionados con I+D+i desarrollados en 2013, el 54% de las empresas que integran AIQBE suscribió acuerdos de colaboración o cooperaron con centros de educación secundaria, formación profesional, institutos y universidades y el 46% de las mismas recibió en sus instalaciones alumnos en prácticas procedentes de diversos centros y especialidades.
La Asociación y cada uno de los asociados tienen, por tanto, como uno de sus principales objetivos la educación y la formación, abarcando todos los niveles educativos, desde la infancia a la Universidad. En este sentido, cabe destacar la Cátedra AIQBE, creada en el año 2006 con la Universidad de Huelva, cuyos objetivos generales son promover la investigación, el desarrollo tecnológico, la innovación y la difusión de resultados científicos; la capacitación de posgraduados y preparación de profesionales, y la formación de los alumnos. Además de ésta, existen otras tres: la Cátedra Cepsa, la Cátedra Fundación Atlantic Copper y la Cátedra Fertiberia de Estudios Agroambientales.
Por último, tanto la Asociación como las empresas que la integran, en su compromiso con las comunidades locales de su entorno, llevan a cabo sus propias actuaciones y participan de manera individual en iniciativas de todo tipo, desarrolladas por entidades o instituciones de Huelva, Palos de la Frontera y, por extensión, del conjunto de la provincia. En 2013, fueron más de 60 las actividades que contaron con nuestra cola-boración, en el ámbito del deporte, la cultura, la asistencia social o la conservación y mejora del entorno natural.
En su opinión, ¿cuáles son los principales retos del sector y qué papel desempeña su Asociación para afrontarlos?
Algunos de los retos a los que nos enfrentamos son seguir mostrando que nuestra actividad es absolutamente compatible con el medio ambiente, así como lograr reducir los costes de producción, en los que tienen una gran incidencia los costes de la energía. Por ello resulta esencial la implementación de actuaciones encaminadas a conseguir una mayor eficiencia energética.
El respeto y cuidado del medio ambiente es una de las premisas fundamentales de la labor desarrollada por las compañías asociadas a AIQBE. Hay que partir de la base de que las industrias que integran la Asociación pertenecen a diferentes sectores, pero todas ellas precisan de materias primas, energía y agua para el desarrollo de su actividad. El proceso de transformación de las materias primas, la generación de energía a partir de combustibles fósiles y el empleo de agua, tanto en el proceso como para refrigeración de los equipos, originan residuos, emisiones y vertidos. Pero la aplicación de las mejores tecnologías disponibles se traduce en importantes reducciones constantes de emisiones y avances en la calidad de los vertidos generados en los procesos industriales. Todo un logro si consideramos que la producción ha aumentado. Ese es nuestro reto permanente y nuestro compromiso: ir siempre por delante de las exigencias normativas.
Por otro lado, estamos sufriendo bastante los nuevos cambios regulatorios en España en materia eléctrica, que han vuelto a penalizar las cuentas de resultados de muchas de nuestras empresas. Y es que las propias compañías eléctricas reconocen que el coste de la energía y su impacto sobre la competitividad constituyen un problema y no se debe condenar al sector empresarial a incurrir en pérdidas año tras año. Europa y España deben actuar para revertir esta situación, puesto que un precio competitivo de la energía es esencial para mantener y reforzar nuestra capacidad exportadora, la cual, a su vez, es clave para crear y mantener empleo de calidad.
Solo a modo de ejemplo, te diré que los costes regulados no representan más del 15% del coste total de la factura eléctrica en la mayor parte de los países europeos, mientras que en España llegan a representar hasta un 50%. Todas las medidas que se ejecuten para acercarnos a ese 15% serán buenas.
Para revertir un poco esta situación, el 53,8% de las empresas de AIQBE implementó en 2013 medidas destinadas al ahorro y la eficiencia energética, con una inversión de 7,8 millones de euros.
¿Sobre qué pilares cree que debería construirse el futuro del sector?
Hay que seguir trabajando para lograr un incremento de nuestro tejido productivo. Tenemos que propiciar que aparezcan nuevas empresas, que las nuestras crezcan, que se genere más valor y que seamos capaces de atraer inversiones de otros países y regiones, para así superar las diferencias que nos separan de otras comunidades españolas más desarrolladas.
Hoy sabemos que los países y territorios que han superado ya la crisis son los que miman y potencian su tejido industrial. Y en Andalucía así lo estamos haciendo, pues los datos muestran que en el pasado mes de mayo la industria experimentó un crecimiento del 4,3% respecto al mismo mes del año anterior y el crecimiento global respecto de los últimos doce meses ha sido del 2,2%.
Por tanto, el futuro de nuestra economía debe sustentarse mucho más en la industria, que ya ha demostrado su competitividad internacional y su capacidad de sobreponerse a las dificultades. Pero para ello debemos seguir apoyándonos en tres pilares fundamentales: esfuerzo, trabajo y mucha capacidad de adaptación.
Eulàlia Valls