Asociacionismo en el sector de los productos de limpieza
julio 5, 2014Núria Ribas
Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene un postgrado en Comunicación y Estrategia Política por el ICPS (Institut de Ciències Polítiques y Socials, adscrito a la UAB) y ha realizado estudios en el Postgrado de Periodismo Digital por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya). Los primeros años de su carrera profesional se desarrollaron en el ámbito de los gabinetes de prensa, en especial en el departamento de Prensa y de Presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona y como jefa de prensa del partido político Iniciativa per Catalunya-Verds. Su etapa en la Cámara de Barcelona la compatibilizó con colaboraciones en prensa económica, de manera preferente en el semanario Dossier Econòmic. En 2003, se trasladó a Madrid, donde ejerció de corresponsal parlamentaria para el periódico El Punt de Barcelona y el semanario de política y sociedad Actual. En 2005, asumió la subdirección del mensual especializado en economía y empresa, Dossier Empresarial. Se mantuvo en la subdirección cuando la publicación pasó a ser semanal en 2008 y en septiembre de 2011 es nombrada directora de la misma hasta su cierre, en abril de 2014. En la actualidad ejerce como periodista freelance, especializada en biotecnología, economía y política.
ADELMA, la defensa de una limpieza innovadora y sostenible
La Asociación de Empresas de Detergentes y de Productos de Limpieza, Mantenimiento y Afines (Adelma) se remonta a 1977. Aunque en ese momento su nombre era un poco más complejo (Asociación de Fabricantes de Detergentes, Tensioactivos y Productos Afines –ADTA), su objetivo ha sido desde el principio el mismo: defender los intereses de sus empresas asociadas y las del sector de los productos de limpieza en general.
Un ámbito tremendamente competitivo, con unas exigencias de calidad, seguridad e innovación muy por encima de la mayoría de las actividades económicas que se llevan a cabo. Parémonos un momento a pensar en ello: ¿no queremos, como consumidores, que ese detergente que utilizamos en casa sea totalmente eficaz y seguro para todos los miembros de la familia? Quizás solo los productos de alimentación, y por supuesto las medicinas, empatan con la limpieza a la hora de tener que cumplir unas expectativas muy altas entre los consumidores.
“Aunque muchas veces no sea conocido por el consumidor, nuestro sector es uno de los más ampliamente regulados por lo que los productos deben cumplir unos estrictos y numerosos requisitos para su comercialización conforme a la legislación, no solo europea sino también española”, explican los responsables de Adelma. El sector es plenamente consciente del papel que desarrolla en el campo de la salud humana y el medio ambiente. Es por ello que, como veremos más adelante, a través de una intensa inversión en investigación e innovación, hace décadas que las empresas químicas trabajan continuamente para conseguir productos que sean a la vez eficaces y sostenibles.
Algunas cifras de Adelma
A pesar de mantener el mismo objetivo desde su nacimiento (que, por cierto, en realidad se remonta a los años 50 con el nombre de Asociación Sindical Nacional de Fabricantes de Productos Tensioactivos), en 1984 la patronal se queda solo con las empresas formuladoras, ya que las compañías de tensioactivos crean su propia asociación. Y ya en 1998, adopta definitivamente su nombre actual, para plasmar plenamente el ámbito que cubre.
Hoy en día, Adelma está formada por 107 empresas (103 de ellas, miembros de pleno derecho). El conjunto de asociados se dedican a la formulación de productos que todos tenemos en casa: detergentes, limpiadores, jabones, biocidas, lejías, ambientadores, desatascadores, ceras…. ¿Existe algún hogar en el que no haya varios de estos productos? Además, las empresas asociadas a Adelma no solo fabrican para uso doméstico sino también para uso industrial. Es importante remarcar este extenso mercado para entender porqué es tan competitivo el sector. El pastel a repartir es muy grande, pero los actores en juego también. Y cada uno de ellos lucha para hacerse un hueco y ganarse la confianza del consumidor.
El subsector de Detergencia y Productos de Limpieza abarca un 2% del total de 500.000 trabajadores que se estima emplea en estos momentos el sector químico en España. Es decir unos 9.500 empleos dependen directamente de las empresas que representa y defiende Adelma. Esto se traduce en unos 3.200 millones de euros en 2013 en cuanto a volumen de negocio.
Unas cifras difíciles de mantener en estos tiempos de crisis pero unos resultados que el sector parece haber capeado mejor que otras actividades económicas en nuestro país. “El tema de la higiene en España, como se sabe, se considera primordial, así que la crisis no nos ha afectado tan gravemente como a otros sectores”, apuntan desde Adelma. “Pero aun así, sí es cierto que el consumo tanto público como privado se ha restringido”. Este descenso en las ventas aquí en nuestro país, se ha intentado compensar mirando hacia el exterior y manteniendo una altísima inversión en I+D por parte de las empresas del sector.
Reunión de los asociados en la asamblea general de la entidad de 2014.
La I+D+i como piedra de toque
“En nuestro sector es vital la innovación al tratarse de un mercado maduro en donde es necesario adaptarse a los nuevos hábitos de vida así como a las circunstancias, y con ello diferenciarse para aportar un valor añadido”, explican desde Adelma. “Por no hablar del uso industrial donde es incluso más importante ya que tienen que satisfacer las nuevas especificaciones y dar soluciones a medida en los procesos industriales”, remachan. Adelma pone como ejemplo la industria alimentaria. Un sector en el que la limpieza es un factor clave en la seguridad alimentaria dentro del proceso de transformación del producto.
En este sentido, la patronal trabaja para representar y defender los intereses del sector ante la Administración y las entidades tanto públicas como privadas. En muchos ámbitos pero, desde luego, en la importancia de la I+D y en la simplificación de la regulación como dos de los ejes principales.
Para conseguirlo, Adelma forma parte de la Comisión Especializada en I+D+i de la Federación Empresarial de la Industria Química (FEIQUE), desde la que se procura una actitud proactiva de la industria para intentar resolver los problemas existentes que dificultan la investigación en España y estimularla, especialmente entre las pymes.
La I+D, desde luego, es una de las fortalezas del sector químico. Solo una cifra: el sector químico es responsable de una cuarta parte del total de gasto en I+D de toda la industria española. Desde Adelma se recuerda que “prácticamente toda esta inversión se produce desde las propias empresas. Lo ideal sería que las políticas públicas tuvieran un papel importante para el fomento de la innovación”.
En este sentido, desde Adelma se pide a las Administraciones Públicas una política de incentivos fiscales. “Sería de gran ayuda para las empresas, sobre todo en los tiempos difíciles como los que está atravesando nuestro país. Creemos que contribuiría en gran medida a liberar diversas cargas fiscales que impiden que las empresas, en particular las pymes, centren su interés y futuros desarrollos en la innovación, ya sea de productos o de procesos”. Los responsables de Adelma reclaman, de hecho, cualquier política de tipo económico que ayude a las empresas a hacer frente a inversiones para aumentar la competitividad de sus mejoras tecnológicas. “Iniciativas así, serían claramente bienvenidas”.
No son éstas las únicas reclamaciones de Adelma para defender los intereses de sus asociados y del sector en general. Desde la patronal se destacan dos preocupaciones básicas dentro de la industria química: la energía y el marco normativo.
Respecto a la energía, Adelma destaca el coste energético, “ya que afecta enormemente a la competitividad”, aseguran. El coste de la energía en España es una queja constante por parte de la industria española en general, no solo la química. Las empresas españolas, especialmente las grandes consumidoras de energía, soportan uno de los costes eléctricos más altos entre los países de nuestro entorno y, por tanto, competidores directos en el mercado europeo. Una energía cara revierte automáticamente en el coste de producción y si éste es alto, para poder competir con alguien que lo tenga más bajo, solo hay una opción: rebajar el margen de beneficio para mantener un precio final del producto suficientemente competitivo. Algo que dificulta, como es obvio, tanto la reinversión de beneficios en por ejemplo I+D o en el mantenimiento de los puestos de trabajo. La política energética llevada a cabo por los sucesivos ejecutivos españoles ha sido reiteradamente cuestionada por el conjunto de la industria de nuestro país.
La otra gran preocupación que destaca Adelma es la necesidad de homogeneizar el marco normativo con el que trabajan las empresas del sector. Para la asociación, “estamos sometidos a un exceso de legislación en todos los campos y a todos los niveles: local, autonómico, nacional y europeo”.
Además de la I+D, la internacionalización del sector es otra de las fortalezas que Adelma impulsa entre sus asociados de forma firme y decidida. Ha sido gracias a la salida al exterior, explorando otros mercados, que la industria de los productos de limpieza han podido resistir mejor la crisis que otros sectores industriales de nuestro país. “El comercio exterior ha sido básico para poder mantener el nivel de actividad y así evitar tomar medidas más drásticas”, aseguran desde Adelma.
Compromiso con la seguridad y el medio ambiente
Pero esta internacionalización que impulsa Adelma sería totalmente inviable sin dos características del sector: la apuesta por la I+D+i, que como ya hemos comentado es un pilar fundamental, y el compromiso con la calidad y la seguridad del producto que se comercializa. Este compromiso parte de cada una de las empresas en su quehacer diario, claro, pero desde Adelma se realiza un papel importantísimo en este sentido a través de su participación en diversas iniciativas tanto nacionales como internacionales.
Este compromiso además, viene de lejos, como lo prueba la firma, ya en el año 1989, de un convenio de colaboración entre el Instituto Nacional del Consumo, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y Adelma con el fin de promover la seguridad de los consumidores publicitando la existencia y funciones del Servicio de Información Toxicológica.
Ya a nivel internacional, Adelma está involucrada en diversas iniciativas como la Cleanrigth () que contiene información para el consumidor de los productos que se utilizan en el hogar. “Esta iniciativa es primordial ya que consideramos de extrema importancia que los productos sean utilizados de forma segura”, explican desde Adelma.
Otros proyectos en los que participa Adelma son la Etiqueta Ecológica Europea (un sistema transparente y no discriminatorio válido para todos los países de la UE y de la AELC -Acuerdo Europeo de Libre Comercio- que promueve productos que pueden reducir los efectos ambientales adversos); Charter para una limpieza sostenible (iniciativa voluntaria del sector para animar a fabricantes y consumidores a adoptar prácticas de limpieza más sostenibles); el Proyecto Hera (un desarrollo conjunto de AISE-CEFIC para evaluar los principales componentes químicos de las formulaciones de detergentes y limpiadores); Air Fresheners Product Stewardship Programme (para promover la producción responsable y una mayor comunicación del uso al consumidor); o Save Energy and Water (una iniciativa orientada a animar a los consumidores a utilizar los programas de baja temperatura o programas automáticos), entre otros.
Pero Adelma no solo aboga y trabaja por la sostenibilidad de los productos sino también por la de los residuos, en concreto los envases. Así, Adelma forma parte de la Plataforma por la Sostenibilidad de los Envases, integrada por empresas, organizaciones y asociaciones, que participan de forma directa o indirecta en alguno de los pasos del ciclo de vida del envase desde su diseño, fabricación, llenado y distribución, hasta su recogida y reciclado, incidiendo en el aspecto de sostenibilidad a lo largo de todos los procesos.
La plataforma nació a finales del año 2012 con la vocación de convertirse en un foro abierto donde poner en valor el ciclo de vida de los envases y embalajes, a través de los beneficios sociales y económicos que éstos ofrecen al conjunto de la sociedad. Para Adelma, esta iniciativa es de vital importancia en su compromiso por el medio ambiente y la sostenibilidad de la actividad del sector. “A través de la experiencia y conocimiento de todos los que formamos esta iniciativa, y de todas las entidades que se sumen a la Plataforma, queremos ser referente y divulgador de los avances que se han producido, y se producen de manera constante, en la gestión sostenible de envases y embalajes”, asegura los responsables de la asociación.
El futuro
Desde Adelma son optimistas en cuanto al futuro del sector. Es cierto que la crisis ha diezmado algunas oportunidades de negocio en nuestro país pero también es verdad que, como hemos visto, tanto desde las empresas del sector como desde la propia Adelma se ha profundizado en la I+D y la internacionalización para superar estos malos años que está viviendo la economía europea en general y la española en particular.
Probablemente a causa de estas apuestas, desde Adelma se reafirman en su confianza en el futuro. “A pesar de la situación socio-económica en la que nuestra industria está inmersa desde hace varios años, consideramos que comenzamos a tener las herramientas apropiadas para invertir la trayectoria y empezar a tener una tendencia positiva”. Los responsables de Adelma avisan, sin embargo, que este cambio solo podrá observarse de manera paulatina, al menos en este ejercicio que estamos viviendo. “Los próximos años se presentan como un reto de futuro importante para el sector”.
Para Adelma la crisis “debe entenderse como un obstáculo que una vez se ha conseguido saltar, por supuesto con gran esfuerzo y a veces dejando cosas importantes en el camino, puede servir para fortalecer a las empresas y, además, puede aportar un valor añadido para continuar haciendo bien las cosas. La competitividad se verá incrementada, lo que conlleva grandes beneficios para los usuarios de los productos”, recalcan desde la entidad.
www.adelma.es